3. Ayudando al enemigo y la familia del mismo

117 11 9
                                    

-Anthony enserio por favor, necesito tu ayuda

A ver, querré reventarle la cara a puñetazos por lo que le hizo a Kels, pero lo conocía antes, y se que tampoco es tan mala persona, y que además yo nunca dejaría que alguien que necesite mi ayuda se quede sin ella.

-Pasa y cuentame.

Abrí rápido la tienda y pasamos los dos, Dylan estaba empapado, y se veía que vino corriendo.

-Necesito tu ayuda por favor, quisiera que me dieras un inhalador

-Para? Además necesito los recipes

-Por favor enserio lo necesito es para... Mi hermana, esta enferma desde hace tiempo, y además tiene asma, y hoy se le acabo la dosis, y lo necesitamos urgente, ella no quería decirnos que se le había acabado hasta que nos dimos cuenta que respiraba mas difícilmente, si quieres te pago el doble mañana y te traigo los recipes, pero, por favor, te lo suplico.

En su cara no había ningún rastro de mentira, sólo de sufrimiento y preocupación, no se que pensar, pero lo ayudare y lo acompañare para ver si es cierto.

-Venga, llevate dos, pero te vienes conmigo, te acompaño hasta tu casa.

-Dios... Mil gracias Anthony.

Fuimos rápido al estacionamiento, subimos a mi auto y fuimos directamente a su casa por el camino corto.

-Como llegaste a la farmacia?

-Había un autobús, me trajo rápido hasta acá, pero no podía esperar otro y a la vez comprar los inhaladores.

-Bueno, esta bien, mira, ya llegamos

Joer, siempre me quedo mal viendo su casa, a ver, la mía tampoco es fea, pero la suya parece sacada de revista inmobiliaria.

Hablamos por el micrófono diciendo que eramos nosotros, Dylan dio sus indicaciones, y nos dejaron entrar, justo cuando me estaba estacionando en la entrada Dylan salió disparado por la puerta sin dejarme terminar de frenar, hasta casi se cae, pero igual siguió corriendo.

Yo terminé de estacionarme, me baje y toque la puerta, ya que Dylan paso tan rápido que ni me dejó pasar a mi tambien; una señora de unos cuarenta años me abrió la puerta, la había visto antes, cuando venia a la casa de Dylan pero nunca había hablado con ella, creo que era su tía.

-Oh, tu debes ser Anthony, Dylan al pasar corriendo me dijo que si algún chico tocaba la puerta lo dejara pasar porque serias tú.

-Así es señorita.

-Me gustan tus modales, pero dime Cris, me llamo Cristina pero no quiero parecer una vieja Jajajaja

Mas que pena, me divirtió Cris, porque era la típica mujer adulta que nunca podría parecer una persona mayor si la conoces.

-Pasa pasa, el cuarto de Abs esta al lado de el de Dylan, lo vas a reconocer fácil, la puerta de Dylan es totalmente negra.

-Gracias Cris

A ver, no se por que pensé que la mamá de Dylan iba a ser un monstruo, cuando ni siquiera el lo era, a ver, engañó a Kels, pero si tuviera que decir cuantas veces se equivocó, esa seria una de las únicas.

Como dijo Cris, me fue muy sencillo conseguir el cuarto de Abs, porque además de estar al lado del cuarto de Dylan, estaba pintado de arcoiris y el nombre de Abby en la puerta.

Toque la puerta ligeramente, para que supieran de mi presencia, y al escuchar que me decían que pasar, entré a la habitación.

Bueno, es un cuarto de niña, esta lleno de rosado, arcoiris, unicornios y muchos peluches, pero también había una estantería pequeña llena de novelas infantiles; Dylan había arrimado una de las sillas de una mesita para dibujar que había allí, y aunque las sillas se notaban para niños pequeños, a el no le importó; Abby es un niña muy linda, tiene los ojos color celeste, el cabello liso hasta la mitad de la espalda color negro, tiene algunas pecas y es muy linda, para una niña de diez años.

The Girl On My MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora