7. Half A Heart.

8.2K 750 96
                                    

Bruce, con los dedos ensangrentados, toma el celular prepago que Tony le obligó a comprar antes del parto y marca aquel número que se sabe de memoria.

Cada timbre hace que su corazón palpite a mil por segundo, esperando esa voz que le hace sentir que todo está bien, que si no fuera por él todo se estaría cayendo a pedazos.

-¿Hola? - y ahí está. Ronca y profunda, aquella voz que hace estremecer los rincones de su ser y mente cada vez que la escucha. -Este es un número privado, ¿lo sabe?- Clint insiste con tono serio, el típico que pone cuando está en su papel de espía de S.H.I.E.L.D.

"Gracias a dios...estás bien, estás vivo..."

Bruce no reacciona por breves segundos, el alivio que siente al escucharle sano y salvo, aunque esté temblando, le hace sentir calma por un mínimo momento.

-¿Hola?...- el rubio repite sin recibir respuesta alguna y suspira. -Voy a colgar.- anuncia secamente sacándolo de sus pensamientos de pronto.

-¡No! Clint... soy yo, Bruce.

Y se hace un breve silencio en la otra línea. Bruce está temeroso y no sabe bien qué decir. Tiene que escoger sus palabras para no decir algo de más que pueda perjudicar a Tony.

-...B-Bruce...¿cariño? - con tono preocupado Clint rompe el mutismo de ambos luego de segundos. Las lágrimas atestan los ojos castaños del científico y sonríe ínfimamente al escuchar el apelativo que sólo Clint se atreve a decirle, y bueno, al único que se lo permitiría. -Cariño... ¿Dónde estás? ¿Por qué no puedo encontrarte por ningún lado?

La realidad de la situación golpea al doctor tan cruda que apenas puede hablar sin que se le trabe la lengua.

-T-te amo, te amo tanto...- su voz va quebrándose, pronto es toda suspiros y graves gimoteos. Las piernas le fallan al estar parado en aquel lugar donde estuvo a punto de perder a su hermano. - Te extraño. Quise... quise llamarte para saber si estás bien.

-Bruce ¿Qué está pasando? No me asustes, cariño, no es agradable. ¿Dónde estás?- un susurro como una risa débil, rota se hace presente de parte del pelinegro.

Para Bruce es tan duro tener que callar lo que realmente quiere decir. Cuánto quiere tenerlo a su lado ayudándole, aunque sea moralmente en los momentos difíciles que atraviesa junto a su mejor amigo, quiere un abrazo suyo, de esos tan cálidos cuando tiene una crisis nerviosa, de esos comprensivos que le dicen que no hay de qué preocuparse, que no lo juzga. -Clint...amor, no creo que pueda volver pronto.

-Pero ¿por qué? No me hagas esto, no puedes irte así sin más y dejarme durante un tiempo indefinido, sin saber ni siquiera qué diablos haces...- le reprocha con voz molesta.

-No puedo decirte nada aún.- la voz gangosa preocupa demasiado a Clint. Bruce no llora así porque sí, le destroza pensar que está en problemas. -Yo...Clint, sólo... perdóname.-

-¡No! Bruce, dime qué está pasando. Br...-

-Lo siento.- y aún con las manos temblándole, separa el teléfono de su oído y corta pronto antes de que el rubio pueda replicarle de nuevo.

Deja el aparato encima de la mesa metálica que está a su costado para luego dejarse caer en el mullido sillón. Los sollozos se hacen más audibles al observar de nuevo a Tony postrado en la cama, con los ojos cerrados y pálido; pensaría que es sólo un cuerpo inerte envuelto en sábanas manchadas con sangre de no ser por los pitidos molestos de las máquinas que ven por los signos de su amigo, asegurándole que el ingeniero sigue vivo. Oculta su rostro entre las palmas de las manos sin apenas asimilar lo que acababa de pasar hace un par de horas.

Tony misses his husband.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora