1. Cumpliendo sueños

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Isabella tenía 26 años, estaba en su mejor momento de su vida profesional, físicamente sus rasgos más característicos eran sus ojos azules como el mar en un día de tempesta, su media melena rubia y su tez blanca. De niña, siempre había pensado que era hermosa como Blancanieves pero en su versión rubia, hasta cuando llegó a su pubertad en la que solo pudo autocriticarse cada vez que se miraba al espejo. Muchas veces a causa de las burlas de sus compañeros del instituto, si se les podia llamar así, porque no daban buena compañía, a veces ni mala ni buena, destacaba por su ausencia. A pesar de sus inseguridades referentes a su físico aun presentes, etaba muy segura de que tenía mucho que decir al mundo. Tanto era lo que quería decir, que se armó de valor en escribir un libro en este último año, con la esperanza de hacer llegar al mundo sus pensamientos.


Desde que había ido creciendo y tomando conciencia de la clase del mundo en el que vivía, Isabella no era del todo feliz, su corazón bondadoso e inocente no se lo permitía. Había muchas acciones hechas por personas cercanas o lejanas que la ponían triste o la enfadaban sin poder hacer nada más que intentar cerrar los ojos, llorar de rabia y mirar hacia otro lado por tal de no ensuciar su corazón haciendo algo de lo que se podría arrepentir más tarde. De manera que , cuando tenía ratos libres y a solas intentaba hacer cosas que realmente la hacían feliz. Por ejemplo, le encantaba sumergirse en las historias de los libros que leía, mirar películas o esuchar su música favorita.  Lo demás ya la afectaba demasiado como para ver películas tristes o escuchar música triste, aunque de vez en cuando se lo permitía si la historia lo merecía.Siempre había intentado encontrar momentos positivos para ella y así, equilibrar la balanza de su espíritu, el cual intentaba evitar por todos los medios que se llenara de oscuridad.


Realmente, si ella estaba por relatar su vida y todos sus momentos, tanto los buenos como los malos, los cuales añoraba a veces y que había escrito en su libro desde hace más de un año, delante de todo su público, fue porque sentía que los estaba superando y de esa forma lograría rehacer su vida. Deseaba cerrar algunos capítulos de su vida y dejarlos atrás, pero dejando constancia de todos esos momentos por si nunca quisiera memorarlos con una sonrisa a causa de su estupidez o immadurez en el pasado o memorar simplemente los momentos que tuvo de felicidad.


Si quería compartirlos con el mundo, era también porque sin duda creía que le podrían agradar o incluso ayudar a tomar algunas decisiones enseñando que hay que ser valientes para afrontar los efectos que casuarían las acciones de sus decisiones. También, quería mostrar al mundo su momentos de felicidad, los de tristeza, sus miedos, sus inquietudes, sus momentos más vergonzosos, las cosas que le enfadaban y le hacían reir, las que le repugnaban, su rabia y sus llantos. Le gustaría que la humanidad pudiera ser conciente del daño que pueden causar sus palabras y sus actos y a su vez, supieran rectificar.


Deseosa de que de una vez por todas, el mundo pudiera abrir los ojos, subió al escenario para presentar el libro que guardaba el relato de los momentos más privados de su vida en un intento de arreglar la humanidad. Más nerviosa que nunca, cerró las manos con fuerza y clavandose las uñas a las palmas de sus manos, para así parar de temblar y al soltar la tensió lograr relajarse, se armó de valor y empezó su discurso.


- Quiero agradeceder todo el apoyo que me han brindado desde que empecé a publicar mi libro. Aunque no se hasta que punto ha podido complacerles la lectura, ya que nunca me consideré una gran escritora. Aun así, espero que se hayan podido quedar con la moraleja porque ese era mi único y gran objetivo. Si no les importa y debido a que es mi primera vez hablando delante de tantas personas, intentaré ser breve para que los nervios no me jueguen otra mala pasada en la presentación de mi libro y no tener que editar el libro de nuevo para escribir otro momento vergonzoso sobre mi vida...- mientras hablaba no podía evitar hacer alguna que otra broma para así distraer sus nervios y romper el hielo con el público.


Continuará...

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El segundo capítulo lo empezaré tan pronto como pueda, viajaremos hasta la infancia de la protagonista y veremos algunos de los momentos que aun tiene guardados en su memoria.


Extrañar es el precio que se paga por vivir momentos que son inolvidablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora