El Techo; larriet. (Cancelada)

Cap.5

{sin editar}

Eran ya las siete de la noche y Louise aún no se movía de su cama.

Estaba echada boca arriba, con las manos sobre su vientre, admirando el techo.

Ni siquiera tenía ganas de ir a la dichosa fiesta, pero conocía bien a Natalia, era capaz de ir hasta su habitación para sacarla a rastras de ahí.

Se levantó sin muchas ganas y fue directo hasta su armario. Sacó unos jeans negros y una camiseta blanca, no le importaba mucho su vestimenta.
Se quedó quieta un momento, alzó su brazo y olió su axila. Hizo una mueca de asco y se metió a la ducha rápidamente.

(...)

Harriet estaba sentada en la orilla de su cama, pensando. Aún no decidía si usar el vestido rosa pastel, que tanto le gustaba, o uno de flores.

Se decidió por el rosa.

Se levantó y fue al baño. Tomó una ducha y salió con una toalla enrollada alrededor de su cuerpo y otra en su cabello.

(...)

Pitufina: Natalia Horan, a qué hora piensas venir por mí

Poste de luz: Calla idiota

Estaba a punto de tocar el timbre de tu casa

Y así fue, después de leer el mensaje, sonó el timbre.

Bajó corriendo las escaleras, tomó sus llaves y abrió la puerta, encontrándose con su mejor amiga recargada en el marco de esta.

—¡Ya me voy, vuelvo más tarde!— gritó.

—¡No bebas mucho! ¡Oh, y usa condón! Espera, ¡si es con Hannah no uses condón!— respondió su padre desde la planta de arriba.

Ella rió. —¡Es Harriet!

Cerró la puerta detrás de ella y se volteó para ver de frente a su mejor amiga, quien la miraba burlona y con una ceja alzada.

—¿Qué miras, imbécil? Vamos, que se nos hace tarde.

Natalia se encogió de hombros y comenzó a caminar al lado de su amiga, hasta el auto.

(...)

—Mamá, ya me voy— se asomó por la puerta de la cocina, donde se encontraba su madre lavando platos.

—Oh, sí. Ve con cuidado, amor— se secó las manos en una servilleta y se acercó hasta su pequeña hija, ya no tan pequeña. Acunó su rostro entre sus manos y le dio un beso en la mejilla —¿Quieres que Robin te lleve?

—No, va a venir Zee por mí— su madre hizo una mueca.

—No me agrada mucho Zayn, Harriet, lo sabes— la rizada bufó.

—Mamá...

La puerta de la casa sonó.

—Me voy, má— le dio un beso rápido en la frente y abrió la puerta de la casa.