Cap.6

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{sin editar}

¡Lo siento, lo siento! ¡Te juro que no te vi!

Ambas se quedaron en silencio durante unos segundos.

—Mierda, Hazz, ¿estás bien?— su mejor amigo se hincó a su lado y extendió su brazo hacia la rizada, esta lo tomó y en un movimiento rápido ya se encontraba de pie.

—S-sí— su mirada fue a parar directo a su vestido, estaba un poco mojado, sólo un poco.

—Yo... de verdad lo siento, Harriet...— se disculpó la otra apenada. Los ojos de la ojiverde se abrieron como platos, ¿sabía su nombre?

—Está bien, no fue tu intención— le dio una pequeña sonrisa y se giró hacia Zayn —Quiero irme, Zee— hizo un pequeño puchero que hizo que la castaña estuviera a punto de desmayarse.

—Vamos— el pelinegro miró a Louise con el ceño fruncido y una mueca de asco; ella hizo lo mismo.

Comenzaron a caminar hacia la entrada, hasta que alguien tomó por el brazo a Harriet. Esta se giró rápidamente con el ceño fruncido.

—¡Espera! Tengo... uh, tengo una cambia de ropa en mi-en el auto de mi amiga— la rizada ladeó su cabeza —Para que te cambies el vestido... Si quieres, no creo que sea cómodo que vayas a tu casa mojada y... Eso.

La más pequeña la miró divertida, ¿esa chica con pinta de amargada y matona titubeaba?

—Si no es mucha molestia— ambas se dieron una pequeña sonrisa. Zayn y Natalia las miraban desde atrás con sus cejas alzadas.

—Ya vengo.

—No, puedo acompañarte— la otra asintió con los ojos muy abiertos.

—¡Sí!... Sí, eh, si quieres, sí— la de ojos verdes se estaba conteniendo para no soltarse a reír en ese momento.

Emprendieron su marcha hasta llegar al auto, donde la castaña sacó las llaves y abrió la cajuela*.

Ahí se encontraban un montón de cosas: latas de cerveza vacías y otras aún llenas, un bolso con libros (que, Harriet supuso, eran de la amiga de Louise), un martillo, una llave inglesa, una llanta desinflada, cajetillas de cigarros vacías y demás cosas.

—Me disculpo por el desorden, a Natalia no se le da ordenar las cosas— se encogió de hombros y comenzó a hurgar entre las cosas.

Dio con su mochila, donde siempre tenía ropa extra para aquellas veces cuando se quedaba en casa de su mejor amiga o cuando su ropa terminaba oliendo mucho a alcohol.

Sacó de ahí un par de jeans apretados (muy apretados) y una camiseta blanca con el estampado de los Rolling Stones.

—Sé que probablemente no es como... como la ropa que usas normalmente pero...

—Está bien— le dio otra de sus bonitas sonrisas y tomó la cambia de ropa entre sus manos.

No dijeron nada más y caminaron de nuevo hacia la casa, hasta llegar a uno de los baños que habían ahí dentro.

La castaña esperó paciente hasta que la rizada por fin salió. Casi se ahoga con su propia saliva, casi.

Ahí estaba parada Harriet, con las mejillas sonrojadas y esos jeans suyos que se apretaban perfectamente a sus regordetas piernas. La blusa le quedaba un poco holgada, pero aún así la hacía lucir genial.

—Uh, ¿Louise? ¿Todo bien?— la menor movió su manos frente a los ojos de la otra, quien se sonrojó fuertemente, pues no se dio cuenta de que se había quedado mirando a la ojiverde como una tonta —¿Tan mal me veo?

—¿Qué? ¡No! No, te ves... te ves muy bien, sí. Es... te queda bien-te quedan bien esos jeans... Sí.

La ojiazul se veía muy tierna cuando titubeaba.

—Gracias por la ropa, Lou. Prometo que te la regresaré el lunes en el colegio— Lou, Lou, Lou —Me tengo que ir, Zayn me espera— se acercó a ella y le plantó un beso en la mejilla, acto seguido se fue corriendo por el pasillo.

Lou, Lou, Lou. Se había quedado ahí, en medio del pasillo, parada, pensando. Lou, Lou, Lou.

Se acarició la mejilla, justo en el lugar donde Harriet le había dado el beso.

¡La había llamado Lou!

Corrió hacia donde estaba Natalia; cuando la encontró, ella estaba en el mismo lugar donde la había dejado.

—¡Natalia!

—¿Dónde mierda te habías metido?— gruñó la rubia.

—¡Natalia!— volvió a gritar ella.

—¡Deja de decir mi nombre!

—¡Me ha puesto un apodo!

(...)

H llegó hasta donde estaba Zayn, él estaba bebiendo de un vaso rojo que sabe Dios qué tendría.

—Estoy lista, vámonos.

Se quedó mirando a su pequeña mejor amiga de arriba a abajo.

—¿Qué diablos te hizo Tomlinson?— alzó una ceja. Ella sólo se sonrojó y lo golpeó en el hombro.

—Andando, idiota— bufó.

—¡Qué diablos te pasa hoy! ¡Es la segunda vez que dices malas palabras en lo que va de la noche! ¡Devuélvanme a mi linda y tierna Hazzie!— ella rodó los ojos y rió.

(...)

Capítulo dedicado a carrasco0378 ✨✨✨✨

LA PUTS MADRW XHICASD SON 1.57K DE LEIDAS ME MUEROOOPOOO


Bueno, después de mi momento de emoción...

Qué tal bonitas, cómo les va, cómo las trata la vida.

Bueno nenorras, las dejo.

Un besote lleno de baba, amor y muchos muchos muchos gracias❤️

Sof.

El Techo; larriet. (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora