24. Planes y más pla... ¡Oh no!

48 2 0
                                    

Maggie p.o.v

El suave tacto de sus dedos en mis mejillas, interrumpe mi siesta. Sonrío y hundo mi cara en su cuello.
-Ya es muy tarde.
-¿Qué hora es?
Jake pasa su brazo por mis hombros y me abraza con fuerza.
-Van a dar las once.
-Debería irme.
-¿No quieres dormir un poco más?
Me levanto de la cama y niego con la cabeza.
-Creo que no.
-¿Tienes que irte ya?
-Dijimos que solo una película. No puedo quedarme.
-Lo has hecho antes.
-Otro día. Lo prometo.
Jake me besa rápido en los labios y se levanta de la cama. Yo hago lo mismo y me dirijo a la puerta.
Antes de salir, me toma de la mano y me giro hacia él.
-¿Te veo mañana?
-Yo te llamo.
-Descansa.
-Oye, Jake-mi tono de voz baja más de lo esperado.
-¿Qué pasa, preciosa?
-¿Podemos ser discretos por ahora? Sucede que yo estoy aquí por una competencia y la inesperada aparición de Edmond... Solo un tiempo. Además me gustaría tratarlo despacio con Abby.
Frunce el ceño.
-¿Qué pasa con Abby?
-Tu sabes lo de Michael. No quiero complicar las cosas...-titubeo. Jake me toma la mano con más fuerza-Quiero hacer las cosas bien.
-Magg, todo está bien-dice comprendiendo a que me refiero-No somos la misma persona. No se vive lo mismo dos veces. Magg, solo me gustaría que vinieras más seguido conmigo.
Sonrío del lado. Me despido de Jake y salgo de la habitación con el estómago revuelto y los sentimientos peor que eso.

Jake p.o.v.
Me costó un poco ver cómo Magg se retiraba a su habitación, pues ahí estará el engendro de Ian. Pero con solo recordar lo perfecto que fue el día de hoy. Definitivamente mi favorito. Esta mujer me está cambiando, y es que solo al imaginarla con alguien más me pongo mal. Y eso que solo nos hemos besado.
No sé dónde estuvo toda mi vida ni la acción tan buena que hice para que ella estuviera en este momento dispuesta a empezar algo conmigo.
También sé que no será fácil.
Y que tendremos demasiados problemas. Pero también sé que lograremos superarlos.
Ella con Edmond, y yo también con un pasado conflictivo. Pero no importa el pasado, si no el presente. Y el futuro.
Y es que joder. Michael y yo nos estamos volviendo unos maricas con estas mujeres. Me he dado cuenta de que Michael esta colado por Abby, solo que es demasiado terco para aceptarlo. Y si ya lo acepto, le costará mucho abrirse con Abby.
También se acerca el cumpleaños de Magg y no sé cómo celebrarlo. No pudo hacer una fiesta, ya hicimos una con el cumpleaños de Abb.
Tampoco puedo llevarla al parque de diversiones.
«Piensa Jake»
¿Algo que le encante hacer?
¡Bingo!
Iré con ella a hacer una caminata a caballo. Podremos platicar y montar. Algo que ella adora, y yo adoro verla feliz.
Aprovecharé el hecho de que mis padres viven cerca del bosque. Haré una cena perfecta.
Ahora solo necesitaré que Abby me preste su yegua. Porque, necesitaré un caballo o algo para montar.
También le pediré que me enseñe un poco más. Todavía me da un poco de miedo galopar y que se me llegue a desbocar.
Faltan 4 días para el cumpleaños de Magg. Así que debo poner manos a la obra.
Mañana, cuando sean las semifinales de la competencia iré a ver a Magg, ella y Abby clasificaron.
Y es que la figura de Magg sobre el caballo, tan impotente y segura de ella misma. En perfecta sincronía con quien ella llama "su compañero de aventuras" es una de las cosas más perfectas que jamás podré apreciar.

Abby p.o.v.

A punto de salir del ascensor, Edmond aparece frente a mí.
-Hola.
-Hola.
Camino a través del pasillo hacia mi habitación.
-¿Cómo estás?
-No te importa.
Edmond se interpone en mi camino a gran velocidad.
-Dejémonos de estupideces.
-Eso mismo te digo.
-¿En dónde está Maggie?
-No has entendido ¿cierto? Tienes que dejarla. Además tienes novia.
-Yo no quiero a Penny. Quiero a Maggie. La quiero. No me permito dejarla ir. Tienes que ayudarme.
-No puedo hacer nada por ti. Ella puede encontrar la felicidad lejos de ti.
-Te estoy suplicando.
-Edmond, ya basta.
El ex novio de mi amiga baja la cabeza y recarga su espalda contra la pared y se deja caer.
-La quiero.
-Lo siento mucho. Pero tus actitudes han demostrado lo contrario.
Sigo caminando y no disminuyo la velocidad de mis pasos hasta que estoy en mi habitación. Nathan me mira mal cuando me ve entrar.
-¿En dónde estuviste?
Pongo los ojos en blanco.
-Salí con Michael.
-Debí adivinar.
-¿Puedo contarte algo?
-Puedes contarme lo que sea.
-Solo quiero que lo tomes como un amigo, nada de hermano celoso.
-No prometo nada.
-Mich me besó esta mañana. Después me confesó que le gustaba y me invitó a salir.-Nathan no dice nada.-Necesito un consejo.
-¿Qué quieres que te diga?
Me siento junto a él en la cama.
-¿Es normal que sea tan cerrado conmigo? Quiero decir, no me quiere contar nada sobre él. Parece que solo se trata de saber de mí y no me gusta eso.
-Debe tener miedo.
-¿De qué?
-No se, tal vez piensa que si te muestra realmente quién es, a ti no te guste. O te llegues a alejar de él.
-¿En serio? ¿Tú alguna vez sentiste eso?
-Si. A veces. Pero las cosas son así, si no les gustas como eres, no funciona. No se pueden enamorar de un falso tu.
-Ese es el problema. Yo no quería gustarle y terminó sucediendo, pero intento saber de él para precisamente...
-Abby, las cosas no son así. No funciona si tiene que gustarte. Son cosas que pasan. No obligas a tus sentimientos.
-¿Y si no lo quiero lastimar?
-No lo harás.
-Nate...
Pronuncio su nombre sin darme cuenta. Y todos los años que pasé babeando por mi amigo se me vienen a la mente.
-¿Es probable que lastimes a alguien de esa forma, solo que tú no lo sabes?
-Pero tú sí lo sabes.
-Solo contesta.
-Supongo que no cuenta, porque tú no lo sabes. ¿Seguimos hablando de Michael? ¿O hay alguien...?
-No hay nadie.
-¿No te gusta nadie?
Niego con la cabeza más segura que hace tan solo unos días.
-¿Ni Michael?
-No.
-Ay Abby.
-No estoy segura si es que existe algún chico que te agrade para mí.
-Yo mismo.
Sus palabras me caen como un balde de agua helada o algo peor que eso.
-Estoy bromeando. Seguramente existe.
-No es gracioso.
Nathan sonríe.
-No me perdonaría verte sufrir por algún chico, mucho menos un chico tan parecido a mi... Como Michael.
-Creo que voy a ponerme la pijama.
Lo que él no sabe es que ya sufrí muchos años, por el.
Y eso hago. Me pongo la pijama, me recojo el cabello y entro al las cobijas tan rápido como puedo.
La respiración de Nate me pega justo en el cuello, me estremezco.
-Si hubiéramos apostado...-susurra.
-¿Qué?
-Que le gustas. Yo siempre te lo dije.
Le doy un golpe y me hundo más en las cobijas mientras el ríe a carcajadas.
Lo último que dijo no me deja dormir, "Alguien tan parecido a mi, como Michael" Tenía presente que ellos eran similares, ambos mujeriegos y populares, la clase de chicos por la que todas babean y los gays desean. La clase de chicos que nadie entiende que hacen en nuestro colegio cuando podrían modelar para alguna revista con su cuerpo de deportistas y su cara tan jodidamente perfecta, pero Nathan... ¿Se refiere a que ninguno de los dos es bueno para mí? ¿O qué precisamente por eso nunca funcionamos él y yo? Y ya no me interesa. Pero ¿qué pasa con Michael? ¿Cuántas probabilidades de que algo funcione con él existen? ¿Deseo que esas posibilidades estén a mi favor? Y de no ser así, ¿aún así quiero algo con el?
Por otra parte me encuentro nerviosa, mañana es la semifinal del torneo. Magg y yo nos hemos esforzado tanto para llegar hasta aquí que no permitiré ser eliminada. Esta es nuestra competencia. Mabbie va a ganar este torneo.

Live. Love. Horses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora