La mañana llego, cuando me levante por las pesadillas que esto me había provocado mi reloj marcaba las 7:25 am, recordé que tenía la caja de chocolates que había “encontrado” en la oficina del sargento, pensé en abrirla pero mejor desperté a Lalo y entre los dos fuimos despertando a los de más para que alistáramos la camioneta y tomáramos una decisión sobre Carlos.
Susi propuso una solución drástica.
-Deberíamos matarlo, o dejar que sea mordido…-
Algunas personas estaban a favor de eso pero Edward propuso algo más justo.
-Dejémoslo aquí, que se arregle como pueda-
Yo agregue:
-Un cuchillo y una botella de agua, solo eso-
Pero a Marilú no le parecía.
-No el no mostro piedad, ¿Por qué habríamos de demostrarla nosotros?-
Y ahí comenzó la discusión, unos se atacaban a los otros, algunos discutían por cosas que estaban fuera de lugar, las cosas estaban saliéndose de control, parecía que hubieran olvidado lo que realmente importaba en esos momentos; gire la cabeza y pude ver una botella de vidrio, la tome de la boquilla y la lance con fuerza al suelo y el ruido se detuvo, todos voltearon a verme.
-bien, ahora que tengo su atención les quisiera recordar algo…
A estas cosas les atrae el sonido, así que si no quieren morir o algo peor deben dejar de gritar, habiendo aclarado eso… en vez de discutir por algo tan irrelevante como esto deberíamos de estar preparando la camioneta para el viaje, lo que importa es sobrevivir hasta que lleguemos a una zona costera y estemos a salvo; Lo que Carlos estuvo a punto de hacer es obvio que estuvo mal pero si lo matamos no seríamos diferentes a él, pero si alguno de ustedes lo quiere matar que lo haga, en la mesa hay un revólver…pero quiero que la persona que lo vaya a asesinar recuerde que el aún está vivo.-
Lucero contesto:
-¿Y qué?, Edward y Lalo también lo estaban cuando él y Soriano les propiciaron semejante golpiza, de puro milagro se pudieron salvar al igual que nosotras-
-Lucero, que no se supone que nosotros… ¿que todos y cada uno de nosotros haríamos de este mundo un lugar mejor? ¿Qué ese no es el deber de cada ser humano?, las personas como… como Soriano y como Carlos ya se corrompieron por la situación, las personas como ellos son la razón de que las demás personas pierdan la esperanza, de que se vuelvan igual a ellos…-
Carlos grito:
-¡¡Háganle caso!!-
Edward dijo con voz baja y melancólica:
-Esteban, mira a tu alrededor… el mundo se está pudriendo…-
-En efecto… el mundo se está pudriendo, incluso antes de esto, pero…nosotros decidimos si nos pudrimos con el... Tú me dijiste eso alguna vez Edward…
Todos ustedes, no creen que ya es suficiente de… de discusiones absurdas… de peleas sin sentido-
Edward dijo con la voz quebrada y a punto de llanto:
-Lo…lo había olvidado…Esteban tiene razón sometámoslo a otra votación, ahora solo hay 2 opciones, 1: Matarlo…2:abandonarlo…bien ahora votemos-
La votación estaba muy pareja solo faltaba que Lalo diera su voto.
-Sé que lo que Carlos hizo le pudo costar la vida a cualquiera, pero si lo matamos no seriamos diferentes a él, así que mi voto es para dejarlo a su suerte…-
El futuro de Carlos ahora dependía de sí mismo, al terminar la votación subimos todas nuestras cosas a la camioneta pero éramos demasiados, así que Susi propuso que nos dividiéramos en 2 grupos, era una buena idea pero el otro carro que estaba disponible no aguantaría el recorrido, Christian ofreció el auto que había en su casa, pero note que no tomo en cuenta una pequeña gran posibilidad.
-Pues en mi casa hay una camioneta lo bastante grande para el resto del grupo-
-¿Y si ya no está?-
-oh bien de camino a mi casa hay una tienda de automóviles ahí debería de haber una camioneta o algo parecido… ¿Quién me sigue?-
Sin pensarlo acepte, tal vez podríamos encontrar más cosas en el camino o con algo de suerte sobrevivientes.
-Cuenta conmigo, pero necesitamos al menos a otras dos personas para no estar solos ahí afuera, ¿Quién ya aprendió a usar un arma?-
Muchas personas levantaron la mano, las que se veían más capaces eran Marilú, Lalo, Susi y Samuel, pero solo había aprendido a disparar sin munición así que le pregunte a Christian si aún tenía salvas.
-¿Oye Christian aun tienes salvas?; Quisiera hacer una prueba…-
-Solo quedan 4 balas 1 tendrá que usar una real-
-Bien, Lalo, Marilú, Samuel y Susi quiero que suban con Christian y conmigo para un pequeño examen, como pudieron notar Christian ya tiene experiencia con las armas y nos va a dar una pequeña clase-
Mientras que los demás vigilaban las calles y a Carlos nosotros subimos a la azotea para ver qué tan diestros éramos con las armas a pesar del ruido que causaban el “maestro” comenzó con la lección.
-em… ahora hagan una fila y uno a uno van a vaciar el cargador del arma y colocar la salva, ¡Con cuidado!...ok?-
Cuando hacían la fila voltee al cielo y vi que estaba nublándose otra vez, y note que ya no habían pasado más aviones con gas solo los del día 1, ¿Por qué solo habrán pasado ese día?, mientras que yo trataba de unir las piezas del mosaico todos se formaron delante de mí y volví a las cavernas de mi cabeza para seguir buscando una causa, sin embargo Christian se molestó y me devolvió a la tierra con un zape, al reaccionar comenzaron las pruebas, Lalo fue el primero, su cara demostraba que los estaba nervioso pero sus manos fueron rápidas hasta que se trabo cuando tenía que sacar la bala que estaba en el cañón.
-Demonios esto es difícil…-
-No lo es, solo en cuestión de práctica, nada mal para ser un noob-
La siguiente era Marilú, ella fue notablemente más lenta y calmada pero lo hizo de forma más precisa.
-¿Y qué tal?-
-Algo lento pero fue mucho mejor de lo que esperaba para uno de los primeros intentos-
Marilú se sonrío y asintió con la cabeza mientras se reía como una niña pequeña.
Después estaba Samuel, su cara estaba como si nada pasara, su tiempo fue intermedio y su precisión igual.
-Excelente-
-Mmm… Claro…-
Llegando casi al final estaba Susi, su expresión era muy sería y sus movimientos rápidos.
-¿Aprobé?-
Christian asintió con la cabeza.
-Bien Esteban tu turno-
Tome aire, no era la primera vez que tomaba un arma pero sí que cargaba una, al soltar el aire comencé a empujar el martillo de la pistola hacía atrás y salió la bala después al jalar del gatillo volvió a su lugar; quite el seguro del cargador y lo saque tome la salva y la puse en el mismo, al volver a meter el cargador termine.
-¿y bien…?-
-No estuvo tan mal, ahora sobre la práctica de tiro que tendrán que aprender sobre la marcha, ahora en marcha-
No hubo ninguna objeción, pero alguien se tenía que quedar para cuidar a los demás y así no estar a merced de Carlos o los zombis, la mejor decisión sería que Marilú y Samuel se quedaran y les enseñara lo que ya había aprendido.
Antes de salir tome el hacha que había quedado recargada cerca de las provisiones, aunque pudiera parecer un estorbo ya había salvado mi vida en una ocasión gracias a ella; Al salir las calles estaban despejadas y el cielo completamente nublado, no faltaba mucho para que comenzara a llover, al auto vi que solo estaban Christian y Susi pero nadie en el asiento del conductor.
-¿Quién nos va a llevar?-
Salió Lalo agitando las llaves del auto.
-Adivina Esteban-
-Genial si no nos matan esas cosas lo harás tú-
- (risa sarcástica), que cómico… bien mueve tu Graciosidad al auto y vámonos-
Mientras avanzábamos por el camino que estaba lleno de carros volcados y algunos zombis voltee a ver mi reloj que marcaba las 11:22 am, Christian recordó que había un atajo hacía la tienda de automóviles.
-Oye Lalo gira a la derecha en la siguiente calle, tal vez así nos evitemos el “transito”-
-Sí, es buena idea ya que casi no tenemos gasolina-
Susi le pregunto a Lalo:
-¿Sera suficiente para llegar a la tienda?-
-Tal vez….-
La calle estaba despejada pero el cielo estaba cada vez más nublado y relampagueante, por lo pronto me sentía tranquilo, Lalo seguía manejando, Christian y yo vigilábamos el alrededor y Susi repetía los pasos para cargar el arma, las cosas estaban tranquilas, demasiado tranquilas sin embargo el ver a los pocos zombis que había entre las calles me alteraba y la pregunta más obvia para esa situación era ¿Dónde diablos estaban los demás?, no me encontraba una explicación para esto, los estruendosos truenos y rayos que había en el cielo plomizo indicaban que algo malo iba a pasar; al dar la vuelta a la cuadra Lalo freno y se quedó petrificado viendo que esa cuadra estaba llena de zombis, ninguno de nosotros movió un musculo o hizo un solo ruido pero comenzaron a pasar por los costados del carro, en menos de un minuto estábamos rodeados, mientras ellos pasaban pude ver niños y niñas, ancianos, en fin todo tipo de personas, mi familia o la de cualquiera podría estar así, trataba de escarpar de la idea de que mi familia estaba perdida.
Sin importar que tan monstruoso fuera lo que veía o lo que pensaba no debía de hacer ruido, poco a poco los zombis se fueron alejando y despejado el camino podíamos seguir con el viaje, Lalo volvió a encender al auto y avanzamos.
Faltaba poco para llegar a la tienda pero la gasolina se acabó a unas cuadras de la tienda el viaje tendría que terminar a pie.
-Bien se nos acabó la gasolina-
-De no ser por el atajo que te di hubiéramos quedado varados a mitad del camino-
-bueno mira el lado positivo Christian…-
-¿Cual?-
-No lo sé, búscalo-
-…Imbécil…-
Comenzamos a caminar por la calle mientras que una tenue lluvia con un viento salvaje comenzaba, había charcos de sangre y pedazos de cuerpos por doquier; La tienda ya se podía ver, faltaban 3 cuadras tan solo 3 cuadras.
Caminamos en completo sigilo aunque hubiera solo unos cuantos fiambres en la calle no quitaba el hecho de que un solo ruido podía atraer a cientos de ellos. Logramos recorrer una cuadra entera pero el viento era tan fuerte que logro tirar una rama al parabrisas de un auto y activo su alarma, Los zombis se acercaban rápidamente y el tiempo de escapar se agotaba, comenzamos a correr a toda prisa, escapar de la muerte otra vez no sería sencillo, estábamos tan cerca y a la vez tan lejos mientras que corríamos los zombis empezaban a cerrar el camino; Todos desenfundamos y Susi grito:
-¡¡Tiren a la cabeza!!-
Claro que era más fácil decirlo que hacerlo los tiros que hacíamos apenas podían impactarlos y detenerlos un momento, además de que el re golpe era algo duro, entre más avanzábamos nos perseguían más zombis, Christian se había quedado al final para cubrirnos ya que era el que mejor disparaba, cuando voltee vi que ya me había alcanzado y comenzamos a correr más rápido; los zombis nos pisaban los talones y Christian se resbalo con charco de sangre y no se podía levantar ya que se había fracturado el tobillo, me acerque y lo trate de levantar, el me miro y me dijo:
-Vete…-
-¡¡Cállate y muévete…!!-
-No puedo mi tobillo está roto…-
-hemos salido de peores, ¡¡vamos!!-
-Quiero que luches por sacarlos de aquí, ¡¡tienes que hacerlo!!-
-Eres mi amigo y aunque me cueste la vida… ¡¡Los voy a sacar a todos de aquí!!-
Lalo regreso y me ayudo a levantarlo el hacha me estorbaba para cargar a Christian Susi iba a regresar también pero le grite:
-¡¡ Ve y abre el portón para entrar!!-
Mientras tratábamos de correr Christian disparaba a los más cercanos mientras nos hacía creer que estaba en las últimas
-Si no me dejan atrás los tres vamos a morir-
Lalo y yo nos esforzábamos al máximo, los zombis estaban cada vez más cerca, solo estábamos a una cuadra de salvarnos, mis fuerzas comenzaban a fallar; Podía ver que el portón seguía cerrado y Susi disparándole a un par de zombis. Cuando por fin logramos dejar a los zombis algo lejos, Lalo y Christian comenzaron a dispararles a los que nos perseguían yo tome una varilla de metal que había en el piso y atravesé el cráneo de uno que estaba detrás de Susi, cuando vi el portón vi que tenía un candado enorme y le dije a Susi:
-¿Ahora qué?-
Ella me miro y le disparo al candado.
-Siempre quise hacer eso-
-Ok, traeré a los demás-
Al llegar con Lalo le dije:
-Yo llevare a Christian, tú cúbrenos-
-lo hare-
Ya estábamos a tan solo unos metros y el aíre era tan violento que casi golpeaba, volvíamos a burlar a la muerte, cada paso que dábamos se sentía como un kilómetro y los chillidos y gruñidos se escuchaban cada vez más; Lo único en lo que podía pensar era en no mirar hacia atrás. Cuando atravesamos el portón Christian y yo caímos al piso exhaustos, Lalo detenía la puerta con la fuerza que le quedaba junto con Susi.
-¡¡Mierda estas cosas son fuertes!!-
Me levante corriendo y les ayude a detener el portón, necesitábamos algo con que detenerlo pero no había nada lo suficientemente resistente para ello, Lalo logro conectar sus cables y recordó que a esas cosas las atrae el sonido.
-Aguanten un poco más, tengo una idea, no tardo-
Mientras que Lalo llevaba a cabo su plan se acercaban más y más zombis, los empujones que le daban al portón eran críticos, no resistiríamos mucho.
-¿¡¡Ya mero Lalo!!?-
-¡¡Ya voy carajo!!-
Lalo estaba buscando las llaves de los autos para traer uno y atrancar la puerta per no duraríamos mucho; Mientras deteníamos el portón y Lalo buscaba las llaves pude ver en el piso la varilla ensangrentada asomarse cerca de la diestra de Susi.
-Susi, ¿puedes ver la varilla que hay en el piso?-
-¿Qué?, si ya la vi ¿por?-
-Trata de sacarla-
Por más que trato no pudo, estaba muy atorada.
-Contaremos hasta tres y dejaras de detener la puerta para tomar la varilla y atorarla en donde iba el candado interior, tratare de aguantar lo más que pueda…-
-Vale…-
-…ok Susi, yo cuento…-
Trataba de darme valor para no dejarme vencer por el miedo.
-1…-
Una parte de mi pensaba de forma trataba positiva.
-(esto será rápido y saldrá bien, yo sé que podemos hacer esto)-
-2…-
Mientras que el resto de mí ser era completamente opuesto.
-(Estas jodido…)-
-…-
Susi me miro y me dijo:
-Esteban, se positivo, vamos a lograrlo…-
-(suspiro), 3…-
Susi se alejaba y trataba de sacar la varilla, los empujones se volvían cada vez más fuertes no solo porque Susi ya no detenía la puerta, los disparos de Lalo habían atraído más zombis.
Sentía la rabia que progresaba desde mi interior al pensar que no podría lograrlo, los brazos se empezaban a acalambrar y las protuberancias y pedazos de óxido que tenía el portón me estaban cortando en las manos, Christian se acercó a rastras y comenzó a detener el portón.
Susi saco la varilla y la ensarto en la aldaba enorme que había para el portón, Lalo llego con una vara de metal, nosotros estábamos tirados en el piso recobrando las fuerzas.
-No encontré las llaves pero encontré… ¿diablos están bien?-
Apenas podía respirar, no tenía idea de donde pude haber sacado esa fuerza, mire a los lados y pude ver a Susi y a Christian tumbados en el suelo con el alma en los pies.
Christian estaba pálido, Lalo se acercó y lo ayudo a levantarse.
-¿Christian podría hacer algo con tu pie?-
-¿Qué?... ni creas que dejare que lo cortes perra-
-¿Qué?, no, me refería a que hay una gran posibilidad de que solo este zafado, con un giro lo colocare en su lugar de nuevo-
-mmm… déjame pensarlo unos minutos-
Susi y yo seguíamos en el piso, cuando nos pudimos levantar aun con falta de aliento se acercó y me dijo:
-Lo vez… te dije que todo saldría bien-
-Supongo que no…qué no salió tan mal…-
Nos levantamos y entramos a revisar el lugar, había muchos autos, camionetas comerciales, autos familiares, pero lo que necesitábamos era una camioneta grande, lo suficiente para llevarnos a todos aunque solo éramos 9 también teníamos que llevar comida, agua, municiones y armas, gasolina, y también había una gran posibilidad de encontrarnos con más sobrevivientes, lo que necesitábamos era una 4x4, llegamos con Lalo que tenía a Christian acostado en el suelo.
-¿Estás seguro de esto Lalo?-
Le pregunte a Lalo:
-¿Qué van hacer?... cochinotes…-
-mira voy a tocar su pierna y el me dirá en donde le duele ¿ok?... baboso…-
-animo-
Susi les pregunto:
-¿Y eso para qué?
-Para ver si lo puedo acomodar o si ya de plano ocupa a un médico y una operación…-
Con su dedo índice toco la rodilla.
-¿Nada?-
-Nada…-
Fue dando pequeños toques por debajo de la rodilla hasta llegar a la unión de la tibia y el peroné, Christian trato de soltar un grito pero se tapó la boca con una mano.
-Y… ¿te dolió?-
Christian le soltó un golpe en la cara con su otra mano.
-Tomare eso como un sí…bien esto es malo…-
-Ah…Mira, entre más rápido lleguemos a la zona costera más rápido me atenderán…-
-Cierto Esteban, Susi… ¿ya encontraron alguna camioneta?-
-No, pero se ve que este lugar es grande debería de haber alguna por algún lado, mientras que tú sigues manoseando a Christian Esteban y yo iremos a buscar ¿Vale?-
-Yo no… pero era necesa… maldita sea…vale pues vayan, solo no se alejen mucho…-
Mientras dábamos la vuelta para ir a buscar la camioneta pudimos escuchar un trueno seguido por la lluvia que se volvía más fuerte, le pregunte a Susi:
-¿Crees que la lluvia atraiga a más zombis?-
-Es probable…-
Seguimos caminando por un rato, viendo autos nuevos y usados pero ninguna camioneta, al pasar por las oficinas escuchamos que algo se había caído seguido de unos pasos, regresamos y nos colocamos a los lados de la puerta con pistola en mano, había un fiambre parado cerca de una cafetera, Susi dijo en voz baja mientras levantaba el arma y apuntaba.
-Déjamelo a mí…-
Puse mi mano sobre el cañón y baje su arma mientras cerraba la puerta.
-Esto es más fácil-
-¿Pero y si se sale?-
-Lalo puede cuidarse solo y Christian es el que tiene mejor tino de todos, además un disparo haría que se acercaran más zombis-
-Cierto-
Continuamos recorriendo el camino y al final del corredor se encontraban furgonetas y por ende camionetas también, pasamos al final del cuarto y ahí se encontraba una HUMMER de doble tracción color gris obscuro con vidrios polarizados, asientos de cuero y quema cocos me emocione y le dije a Susi;
-Esta es la indicada… ¡¡llevémosla!!-
-¿Seguro?, no crees que es algo am… ¿exagerado?-
-Puf claro que no solo mira a esta hermosa quimera motorizada… es, es… hermosa…-
Susi miro alrededor y señalo una jeep verde.
-Esa es mejor-
-No sé si lo notaste pero ocupamos algo grande, veloz y lo más importante de todo, ¡¡Con asientos de cuero!!-
-Baja la voz, además ¿qué tiene de malo este jeep?-
-Pues em…no se ve muy resistente y…em, es muy fácil de detectar…-
-aha… ¿por quién me tomas?, se supone que estas cosas no pueden ver. Así que nos llevamos el jeep y punto-
-Oye, calmada, la HUMMER es más grande y aguanta más que un jeep además tiene asientos de cuero, entiendes a lo que me refiero, ASIENTOS DE CUERO-
-El jeep tiene mejor color y movilidad-
-¿Tiene asientos de cuero?-
-Nop-
-¿Tiene doble tracción?-
-am, nop-
-¿entonces que tiene?-
-Es color verde-
-¿y…?-
Susi comenzó a reírse de la nada.
-jajaja-
-¿De qué te ríes?-
-¡Uy! ¿No me puedo reír?-
-¿No te puedo preguntar?-
-No-
-¿Enserio piensas discutir por esto?-
-¡¡Tu empezaste!!-
-Sí claro, solo baja la voz-
-Tu sabes que si-
-¿Te lo estoy negando?-
-Ashh-
-Oye yo solo te pregunte de que te reías, no lo hice en mal plan… Tú empezaste-
-Pareces mi esposa-
-Si tanto le molesta a la señorita pues ya, ahí muere-
-Idiota…-
-Mmm…-
-Mmm ¿qué?-
-Maldita sea si quieres ya dejo de hablar-
-Si me haces el favor-
-¿¡¡Que carajos te pasa!!?-
Susi cambia su cara de ira a una feliz y tranquila.
-No me grites, yo ya no peleare-
-Quiero el divorcio…-
Nos miramos y comenzamos a reír; Sin más que hacer regresamos con Christian y Lalo para que se fueran a la zona donde estaban las camionetas y así entre todos decidiéramos cual llevarnos, La lluvia se había vuelto una tormenta de granizo pero dentro del edificio estábamos a salvó de los zombis ya que por la lluvia y el ruido que se generaba ellos se irían dispersando.
Al llegar a la zona encontramos a Christian recostado y a Lalo colocando un par de tablas en su pie para que no se lastimara más, ir dije a ambos:
-Ya encontramos las camionetas-
Lalo respondió:
-ya era hora, estamos tardándonos en llegar… ¿y que encontraron?-
Susi dijo emocionada:
-Un hermoso jeep verde-
Lalo contesto:
-Bien…em… ¿solo eso? Tu Esteban, ¿no encontraste nada?-
-Pues, ya que lo mencionas encontré algo pero será mejor que lo vean por ustedes mismos…-
Levantamos a Christian y comenzamos a caminar, mientras avanzábamos llegamos a las oficinas donde se escuchó otro ruido pero esta vez más fuerte, Christian pregunto:
-¿Que carajos fue eso?-
Susi contesto tranquila:
-Ahí dentro hay 1 zombi, nada de qué preocuparse-
Yo concorde:
-Sí, solo es 1, lo que importa es llegar a la casa e irnos a la zona costera más cercana-
Lalo estaba algo alterado:
-¿Seguros?, con Christian así y nosotros sin auto podríamos tener la soga en el cuello-
Seguimos caminando mientras tratábamos de calmar a Lalo, la lluvia estaba calmándose al llegar a la zona de camionetas, me coloque a un lado de la HUMMER y Susi se colocó al otro lado virando hacia el jeep.
-Lalo, Christian… esto fue lo que encontré… por favor denme su más sincera opinión…-
Christian dijo con lágrimas en los ojos:
-Es hermosa… ¿pero que tiene?-
-Oye, sé que es hermosa pero ¿quieres llorar?-
-Tengo el tobillo roto imbécil, ¿quieres más motivos?-
-Mmm… bueno esta hermosa quimera motorizada tiene doble tracción, quemacocos, además de un hermoso color gris y sus vidrios polarizados también cuenta con unos magníficos asientos de cuero, así es escucharon bien ¡¡¡unos malditos asientos de cuero!!-
Lalo se nos quedó viendo a Susi y a mí con una mirada de intriga, rodeo la HUMMER y en seguida al jeep como si estuviera buscando algo, regreso a su posición frente a nosotros y pregunto:
-¿Y las llaves?-
Por estar discutiendo habíamos olvidado lo más importante, sin llaves no podíamos arrancar el auto, Voltee a ver a Susi y le dije:
-Te propongo un juego-
-¿No crees que esto tiene un poco más de importancia?-
-Si tú encuentras antes las llaves del jeep nos lo llevamos-
Susi se emocionó y estrecho mi mano mientras decía:
-Trato echo-
Christian dijo disgustado:
-¡¡No seas estúpido como se te ocurre apostar eso!!-
-Que pasa Christian, ¿no confías en mí?-
- ¡¡NO cuando se trata de apostar una HUMMER en un juego tan tonto!!-
-No me dejaste terminar de explicar la temática del juego-
Susi confiada en que iba a ganar dijo:
-¿Que más quieres perder?-
- Te daré una caja chocolates-
-¿Crees que con unos chocolates basta?-
-No son unos chocolates cualquiera, estos son chocolates que importaron desde Europa-
-Mientes, de donde sacarías una caja de chocolates europeos en medio de un apocalipsis-
Lalo y Christian preguntaron:
-¿Tuviste chocolates todo este tiempo?-
-¿¡¡Por qué no me diste uno!!?
-eso no importa, el caso es que los tengo-
Susi seguía desconfiada.
-ok finjamos que te creo…-
-Pero, lamento decirte que hay un pero, pero si yo encuentro las llaves de la HUMMER primero aparte de que nos la llevamos…tú…tú me vas a dar de comer por 1 día entero-
-¿Que?-
-Lo que oíste, desayuno comida y cena-
-¿No crees que ya estas grande y puedes comer tu solo?-
-si estas tan segura de que vas a ganar no tienes de que preocuparte-
-Cierto, ya puedo saborear esos chocolates europeos-
-Bien, que empiece el juego-
Contamos hasta 3 y Susi salió disparada en busca de las llaves, yo comencé a caminar tranquilamente, Christian y Lalo estaban muy preocupados de que ella encontrara las llaves, Lalo se desesperó.
-¿¡¡A qué mierdas estas esperando!!? ¿¡¡Qué acaso no quieres la HUMMER!!?-
-Cálmate Lalo no pasa nada-
Lalo solo se quedó mirándome mientras avanzaba apaciblemente, cuando Susi ya había recorrido casi todos los lugares posibles donde pudieran estar las llaves, nos topamos frente a frente afuera de las oficinas en las que se encontraba el zombi que habíamos visto antes, gire la perilla lentamente y empezó a abrir la puerta de la misma manera, cuando iba casi a la mitad ella pudo ver hacia adentro de las oficinas que ya no estaba solo ese zombi, detuvo mi mano.
-que te pas…-
Tapo mi boca y con su otra mano cerró la puerta.
-Shh… parece que los zombis ya entraron al edificio-
-pero si ya recorriste todo el edificio y solo falta este lugar entonces…-
-las llaves deben de estar ahí-
-No hay otra opción, alguien tiene que entrar ahí, mira voy a abrir la puerta un poco para ver si las llaves están a la vista, ok-
-ok, hazlo con cuidado y sin hacer ningún ruido-
Comencé a abrir la puerta, con todo el cuidado que pude hasta que se hiciera una abertura lo suficientemente grande para ver, Susi y yo escudriñábamos todo en el rango de vista que había, Susi me pregunto.
-¿Encontraste algo?-
Revise una y otra vez el campo de visión que tenía, solo zombis chocando unos contra otros.
-No se puede ver nada en los muebles ni en el suelo… nada, oye deberías de ir a decirles lo que pasa…-
-no soy mensajera-
-Solo hazlo, yo seguiré revisando y es mejor que sepan lo que está pasando-
Susi se fue sin decir nada, cerré la puerta, saque mi celular y lo apague, no podía creer lo que estaba pensando en hacer, cerca de un escritorio se encontraba un abre cartas que parecía lo suficientemente afilado para usarse como arma.
Tenía la esperanza de que las llaves estuvieran ahí y no en la oficina llena de zombis y para cerciorarme revise ese escritorio y encontré unas llaves con el número de serie 090397 junto con una hoja con el resto de los códigos de los autos, salí corriendo hacia donde estaban los demás para que me ayudaran a buscar el auto.
Antes de llegar con ellos me topé con Susi.
-Susi necesito que me ayuden a buscar el auto con el código 090397-
-Espera, primero vamos con Christian y Lalo tal vez sea de alguna camioneta o hasta del jeep-
- buena idea, pero no olvides las HUMMER-
Corrimos hasta llegar con ellos otra vez, Lalo le había improvisado unas muletas a Christian con un par de pedazos de madera y trapos, Lalo le dijo a Christian.
-¿Como las sientes?-
Christian dijo mientras se levantaba apoyándose en las muletas.
-Entumecidas y frías-
-¿Cómo puedes sentir que un pedazo de madera esta entumecido?-
-No las muletas weon mis nachas, están jodidamente entumidas y frías-
Susi comenzó a buscar el auto con el código mientras yo les explicaba lo que sucedía, Christian se trataba de mover pero se estaba esforzando demasiado.
-Christian tu solo quédate aquí, estas herido y apenas te puedes sostener no te vayas a lastimar más-
Mientras se trataba de levantar dijo mientras reía:
-jajaja… no soy un inútil, te di la oportunidad de dejarme atrás pero me trajeron aquí-
-Christian, sabes que eres mi amigo y nunca te podría hacer algo así… si te lastimaras más no creo que llegues a la zona costera, el camino será largo y lleno de obstáculos, sé que quieres abandonar el camino pero no te permitiré que lo abandones… no te dejare ir así de fácil maldito infeliz…-
Christian estaba agitado, y solo se quedó callado.
-¡¡Y ya basta de tus llantos, tú no eres menos que el resto!!-
Susi me tomo de un hombro y me dijo.
-Esteban, recuerda que hay una habitación llena de zombis…-
-Cierto, chavos necesito que busquen un auto que tenga el código 090397, según esta hoja es un Nissan Versa, pero si llegan encontrar alguna llave con el código 280997 eso sí estaría de migajón -
Susi me pregunto:
-¿de qué auto es el código?-
-Obvio de la HUMMER-
-eso es trampa, dame el código del jeep-
-¿No crees que estas tomándote esto del juego muy enserio?-
-No seas delicado yo quiero esos chocolates… ¡¡ya dame el código del Maldito jeep!!-
-Ok, solo no grites… el código es…130197-
-Buen chico-
-…Sope…-
-¿Que dijiste?-
-nada, pero una cosa más…-
Tome un reloj que estaba en la pared y lo sincronice con el mío, ambos marcaban la 1:42 pm, Susi me pregunto.
-¿Y tú que planeas hacer?-
-Algo muy… muy estúpido…-
-¿Qué quieres decir?-
Volví a colocar el reloj donde estaba.
-Si este reloj marca las 2:32 pm quiero que se vayan sin mí-
Christian se levantó.
-¿En qué mierdas estás pensando?-
-Lo más seguro es que las llaves estén en las oficinas, voy a ir por ellas…-
Susi y Lalo me voltearon a ver, Christian se acercó a mí como pudo y me tomo de la camisa.
-Tu no me dejaste atrás…yo tampoco te dejare a ti, te vamos a ayudar como podamos-
-Christian no me va a pasar nada weon, la muerte nos persigue al cruzar de cada esquina y solo yo…-
Christian me empezó a apretar cada vez más fuerte.
-¿Solo tú… solo tú qué?-
-Solo yo puedo hacer esto… Lalo es el que sabe manejar, Tú y Susi son los que tienen mejor tino…y por eso voy a ir yo, créeme Christian…, no les saldrá fácil luchar contra mí… ¡No los dejare llevarme!-
Christian me soltó y tal fue el silencio que hubo ante mi partida que pude escuchar el latir de mi corazón acelerado frente a el miedo que provenía de mis más puros adentros, camine sin mirar atrás pues era muy probable que la muerte me tomara y no me permitiera regresar. Alejándome poco a poco salí de hacia el corredor donde se encontraban las oficinas me coloque enfrente de la puerta y mire mi reloj mientras me pensaba.
-(llego la hora, 1:48 pm, no tengo mucho tiempo…)-
Abrí la puerta lentamente y con mucho cuidado de no hacer ni un solo ruido con mi pistola guardada y el abre cartas en la mano, aunque la lluvia y los truenos no me calmaban parecía que me ayudaban mucho ya que los zombis se veían desorientados.
Entre con el corazón a mil por hora a las oficinas, confiado en mí destreza y en que nada acabaría mal comencé a buscar en los cajones del escritorio más cercano con el mayor sigilo y precaución más sin embargo no hubo más que papeles y plumas.
En medio del barullo de la lluvia y entre los zombis pude escuchar un cascabeleo, mire alrededor pero no encontré nada que pudiera provocarlo así que pase al siguiente escritorio y mientras hurgaba lo volví a escuchar, voltee hacia todos lados pero no encontré nada.
Pase los minutos buscando meticulosamente en cada escritorio de un lado hacia otro y sin perder de vista la hora, rara vez teniendo que atacar a algún zombi mientras que escuchaba el cascabeleo sin encontrar nada, me recargue en una pared a pensar en todas las posibilidades.
-(¿quizá estoy olvidando algo?... ¿pero qué?, ¿ya habrán encontrado el auto?, ¿Y si alguno de ellos se comió las llaves del resto de los autos?...no eso es estúpido…)-
Mientras daba mil y una vueltas al asunto el cascabeleo se seguía escuchando impidiéndome la concentración.
-(Maldición, las 2:20 pm, si no me doy prisa…ah… esto pinta mal, ya revise todos los escritorios y no encontré nada,¡¡Y ese maldito cascabeleo no me deja…!!)-
Fue tan ridículamente obvio que no lo pude ver, mire alrededor de la habitación y pude ver que había empleados, solo tenía que buscar a la persona que provocaba el cascabeleo.
-(Solo tengo 12 minutos…)-
Empecé buscando a alguien que llevara ropa referente a la compañía, tome un puño de plumas y las lancé hacía una esquina para descartar a algunas personas pero muy pocos se acercaron ya que el ruido de la lluvia era mayor que el de las plumas, volteé hacia la derecha y vi un jarrón, lo tome mientras pensaba en que podría salir mal, luego pensé en que si moría, me los llevaría conmigo al infierno.
2:22 pm
Los zombis se acercaron a la esquina donde había lanzado el jarrón, el cascabeleo no se escuchó, me empecé a desplazar hasta llegar otra vez a la entrada sin encontrar nada.
Una mano me tomo por la camisa y me jalo hacia afuera de las oficinas, pensé en gritar pero eso solo me traería más problemas, al poder girarme vi a un señor algo viejo que empezó a agitar las llaves con una sonrisa tétrica.
-¿Disculpa que se te perdió en mis dominios?-
-¿Tu quien carajos eres?-
Traía ropa andrajosa y un revolver en la mano izquierda.
-¿Creo que buscabas esto?-
Mientras agitaba las llaves y sonreía de una forma siniestra.
-si…-
-Me llamo Yustus-
Acerco su mano y me ayudo a levantarme
-am… gracias me llamo Esteban-
-Mucho gusto, ¿y estas aquí solo?-
-(No sé quién mierdas es, ni que está tramando, que digo…)
Pues no, en realidad me separe del grupo mis amigos deben de estar relajándose o cargando las armas ¿por?-
-mmm…que raro porque podría jurar que te vi llegar con 2 muchachos y una niña, creo que uno de ellos se rompió el tobillo ¿no?-
-…-
-tengo la razón pero descuida no soy alguien malo-
-am me alegro, ¿entonces eres alguien bueno?-
-Sí, que tal si vamos con tus amigos, sabes yo soy doctor y podría ayudar en algo a tu amigo-
-ok-
Mientras caminábamos comenzamos a hablar sobre la epidemia, el parecía saber algo, o por lo menos tener alguna respuesta a tantas preguntas.
-¿Y no sabes algo sobre todo esto Esteban?-
-Te iba hacer la misma pregunta, pero solo sé que tenemos 5 días para llegar a una zona costera donde se supone que hay brigadas de rescate que llevan a las personas a un sitio seguro-
-¿Y de verdad crees en eso?-
-¿Hay otra opción?-
Llegamos al sitio donde estaban los demás, Lalo y Susi le apuntaron con el arma, Christian estaba en el suelo mordiendo un pedazo de plástico.
-¿Qué le pasa a Christian?-
-¿Podrá ser que tiene un tobillo roto?
-Eso lo se señorita sarcástica, ¿pero no se ha caído o algo?-
-Me llamo Yustus-
-No me hables con ese tono, no sabíamos si ibas a regresar o no y Christian se fue a buscarte y se lastimo más-
-Les dije que no me pasaría nada no sé porque se ponen así-
-Hola me llamo Yustus…y soy médico-
-Y a todo esto quién demonios es este tipo!!-
-Contigo no se puede hablar Susi, ¿Lalo encontraron algo?-
-No-
-¡¡Me llamo Yustus carajo!!-
-Ah sí, él es Yustus y es médico…y tiene las llaves de los vehículos-
Yustus se presentó con todos y se acercó a Christian para revisarle el tobillo, Lalo se me acerco.
-Este sujeto no me inspira confianza-
-Te inspire confianza o no, él tiene las llaves y puede componer a Christian, no tenemos otra opción-
-si hay otra opción…-
-Pues dila-
-Hay que matarlo…-
-Eso es algo exagerado…además dime, ¿Tu lo vas a matar?-
-Si es necesario si…-
-Tú lo has dicho, solo si es necesario-
Christian estaba más calmado después de un rato, Yustus se levantó.
-Christian tiene el tobillo roto pero parece no ser algo de qué preocuparse-
Christian levanto la voz.
-Tener un hueso roto si es algo de qué preocuparse pedazo de mongólico!!
-Tu hueso no esta tan jodido niño, ahora cállate y descansa un rato-
Susi no pensaba perder el tiempo.
-oye necesitamos las llaves tenemos el tiempo encima…-
-Oh discutiremos eso en unos momentos primero iré por unos analgésicos que hay en los botiquines…-
-¿Pero estas seguro de que esas son las llaves? –
-Susi tiene razón, esas llaves podrían ser de otra cosa…-
Lalo y Susi no confiaban para nada en Yustus, pero no podíamos hacer nada por el momento, Yustus se fue por medicamentos y nosotros no quedamos “conversando”.
-Las personas ya no son lo que parecen Susi, creo que deberíamos de estar preparados por si ocurre algo-
-Cuando lo fueron Lalo, solo se que no podemos estar perdiendo el tiempo-
Me acerque a Christian para ver si ya estaba un poco más tranquilo.
-¿Estas mejor?-
-¡¡Te parece que estoy mejor cerebro de supositorio!!-
-Ok ya vi que no lo estas, solo relaja la dona en lo que traen medicina-
-…-
Yustus llego al poco tiempo, con la medicina y un par de palos de escoba.
-Yustus, necesitamos hablar contigo…-
-Claro, solo déjenme darle esto para que se le baje el dolor-
Cuando Christian se tomó las pastillas Yustus nos volteó a ver con una expresión muy calmada y comenzó a caminar hacia nosotros.
-Chicos les tengo una propuesta…-
Algo no pintaba bien, Lalo pregunto.
-¿Qué clase de propuesta?-
-Saben las llaves que tenía si son las de estos autos, pero si las quieren me tienen que dar algo a cambio…-
-No tenemos nada-
-No lo tienen pero si quieren el auto y a su amigo lo tendrán-
Tome mi arma y la empecé a apretar, Lalo desenfundo y puso el cañón en la frente de Yustus en una fracción de segundo.
-Qué tal si nos dejamos de rodeos y nos das las llaves-
-me quieres disparar… pues adelante, si muero las llaves se vienen conmigo a la tumba-
-¿A qué te refieres?-
-Ah…niños… ¿acaso crees que no iría a la segura?, las llaves están escondidas en algún lugar…-
-¿Carajo, que mierdas quieres?-
-Hay una Camioneta cerca del hospital mental de San Juan de Dios, es fácil reconocerla, su color es negro y tiene un enorme estampado blanco en el cofre de una zarpa, quiero que me la traigan y a cambio les doy las llaves y tratare de hacer lo que pueda con su amigo-
-Estás loco!! No nos arriesgaremos por un capricho, la tormenta no ha parado y ¿que nos garantiza que cumplirás tu palabra?-
-Uno de los 3 se puede quedar, a los otros 2 o a la persona que vaya a ir le daré la llave para que la traiga-
Susi se ofreció a quedarse Yustus nos entregó las llaves y el arma, mientras que se dibujaba una sonrisa en su cara y chasqueaba los dedos dijo.
-Anda, deberías de sonreír más, todo tiene mejor pinta si sonríes, después de todo ahora esto solo es un día normal… -
Lalo subió al auto.
-Esteban sube…-
-¡Estás loco si crees que los vamos a dejar con el!-
Tome a Yustus de la camisa y le grite:
-¡¡Crees que me va a causar problema romperte las piernas y sacarte la ubicación de las llaves!!-
-haz lo que quieras, pero si lo haces no ayudare a tu amigo además el tiempo corre-
-Ya tenemos las llaves de un auto-
Lalo encendió el auto.
-¡¡Cállate y sube!! No sabemos dónde las tiene, encontrarlas seria toda una odisea sin mencionar que Christian no puede caminar-
-Pero Lalo…-
-Hay que darnos prisa, solo necesitamos darnos prisa-
Yustus empezó a sonreír.
-Que dios los acompañe chicos-
-(suspiro)…Ten Susi, si Edward llama dile lo que á pasado…no sé cuánto tiempo tardemos así que…hasta luego-
Entre al auto y salimos en busca de la camioneta, un día normal, supongo que tiene razón, ahora esto sería algo “normal”.
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Undead
ActionQue tal chic@s, si aun hay alguien ahí que siga visitando este perfil les dejare una historia que escribí cuando recién empezaba, cerca del 2012. No soy ciego, la gramática y en general la estructura es un asco :s Pero le tengo un gran cariño a est...