HAZEL. [W#2] DESCONTINUADA

Prefacio.

PREFACIO

En el pueblo en el que Riley vivía había una historia típica que todo padre le contaba a su hijo antes de dormir por lo menos una vez. Contaba la historia de un hombre que vivía en una cabaña en el bosque y una noche había salido a cazar sin tener muy en cuenta que había luna llena. Solía evitarla a toda costa puesto que creía firmemente en los hombres lobos, pero aún así aquella noche el hombre necesitaba comida y estaba demasiado alejado de la civilización como para ir a comprar ya que vivía dentro del bosque. Demasiado alejado.

El hombre armado con una escopeta y balas de plata -por si acaso- avanzó por el bosque como cualquier otra noche haría, solo que un poco más asustado de lo normal. Imaginaos su sorpresa cuando escuchó un aullido feroz y sintió que estaba siendo perseguido. Se alarmó tanto que no dudó en cargar su escopeta. Sin embargo siguió en busca de ciervos o algún otro animal para llevarse al estómago.

Había pasado una hora exacta cuando el hombre, ya más relajado, se dirigía a su casa con un ciervo a sus hombros. Hasta que escuchó el sonido de un palo romperse a sus espaldas. Asustado volteó y lo que vio le hizo quedarse paralizado en el sitio. Un lobo negro le gruñía. Por un momento el hombre pensó que era un lobo normal y, que si le entregaba el ciervo que llevaba, le dejaría en paz. Así que así lo hizo, lanzó el ciervo delante del lobo y trató de irse, pero el lobo pegó un gruñido que no era ni medio normal. El hombre nuevamente se quedó quieto y no pudo hacer otra cosa que notar el hocico del lobo en su nuca. Lo escuchó respirar y juraba poder notar cómo abría la boca para acabar con él cuando, en un ataque de ansiedad, se movió y le disparó con la escopeta.

El lobo cayo al suelo en un aullido dolorido y poco a poco fue perdiendo su forma, quedando así como una humana desnuda con un agujero en el pecho y gritando. El hombre, asombrado, no dudó en volver rápidamente a su casa.

Esa noche no durmió y al día siguiente fue a una empresa de televisión para contar su experiencia, incluso fue al lugar donde estaba el cuerpo de la mujer. La policía, que en ese momento le vigilaba, no dudó en pensar que el hombre se había vuelto loco y había asesinado a esa pobre mujer.

Le arrestaron en vivo y dicen que tras unos meses en la cárcel le tuvieron que llevar a un manicomio ya que había perdido totalmente la cabeza.

Todos los niños se asustaban cuando escuchaban la historia, se estremecían y algunos incluso le cogían miedo a dormir con la luz apagada.

Sin embargo cuando Riley escuchó de esa historia no dudó en ir y preguntarles a sus padres.

-Papi, mami, ¿la historia del hombre que mató a un hombre lobo es cierta? -preguntó la pequeña con preocupación en su rostro.

-Y tan cierta, cariño -susurró su padre tomándola en brazos-Tan cierta como que la mujer que ese hombre mató era tu tía -murmuró con dolor en su voz.

ADVERTENCIA: Ésta historia contiene lenguajes fuertes y escenas de violencia; así como contenido sexual explícito. No estoy a favor de éste tipo de trato ni pretendo promoverlo, es meramente ficción.

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