Estaba en el Super Mercado haciendo algunas compras, ya saben, lo típico, dos potes de helado, tres frascos de nutella, un refresco de dos litros, galletas de chocolate y una bolsa grande de papitas fritas, cualquiera que viera estas compras diría que estaría por hacer una fiesta o una reunión, pero no, estas son mis compras cotidianas, pasé por la registradora, pagué mis cosas y salí de ahí.
Extrañamente hoy las calles estaban casi vacías, no se podía visualizar ni un alma, cuando estuve cerca de llegar a la calle de mi universidad, sentí un gran golpe en mi cabeza, solté las compras y puse mi mano tras mi cabeza, miré mi palma y tenía sangre, me habían tirado una piedra y, joder, realmente dolió... Eché a correr lo más rápido que pude pero nuevamente siento ese punzante dolor en la cabeza y caigo al suelo, mi vista comienza a ser un poco borrosa, no logro distinguir bien las cosas, oigo unos pasos y quedo inconsciente...
Abro lentamente mis ojos con mucho dolor en mi cabeza, todo esta oscuro, intento moverme pero estoy amordazada, mis manos están enganchadas con unas esposas a un tuvo detrás de mí, no logro distinguir en donde demonios estoy.
- Por fin despiertas, dormilona... - Oigo una voz gruesa, alzo la mirada y hay un chico que tiene varias cicatrices en sus brazos y una leve en la parte de abajo de su mejilla, su cabello era negro y lacio, tenía una barba prematura y era muy musculoso y alto, este chico se me hace muy familiar... siento que lo eh visto en algún otro lado, pero no logro recordar donde, a demás, la poca cantidad de luz que hay en la habitación no me deja ver bien su rostro
- ¿Quién demonios eres? ¿Dónde estoy? - Trato de zafarme, pero es imposible
- ¿En serio no me recuerdas, preciosa? - Se acerco mas a mi y se agacho para quedar a mi altura, no puede ser... es imposible...
- John... P-pero... ¿C-Cómo...? - No lo podía creer ¡Ese maldito estaba vivo!
- Cállate - Me mira con indiferencia, se para y camina, se sienta muy cómodo en un sillón que esta al frente mío - ¿Y bien? ¿Que ah sido de tu vida estos últimos años? Cuéntame de ti... - Su voz era muy tranquila y pacífica
- ¿Cómo demonios es que estás vivo? - Mi corazón estaba a punto de explotar, el culpable de que mi vida fue un asco por tantos años esta vivo ¡Vivo! ¿¡Cómo es eso posible!?
- Bueno... si tanto quieres saberlo... antes de que muriera por la perdida de sangre... un hombre anciano me vio tirado y me montó en su auto, me llevó al hospital más cercano y me operaron ¿sabes? una de tus cuchilladas casi me da en el corazón...
- No entiendo, todos te reportaron como muerto... - estaba incrédula, no podía ser capaz de entender esta situación
- Pues... cuando me atacaste mi billetera que tenía mi identificación... se perdió, así que en el hospital yo era un completo desconocido sin identificación, cuando logré recuperarme, unas semanas después, huí del hospital, solo quería vengarme de ti, preciosa. Estuve años y años viviendo en las calles, arreglandomelas para sobrevivir... no supe de tu paradero en un buen tiempo, hasta que me enteré de que te habías mudado a Miami, pero cuando llegué allá, tu no estabas, te habías mudado Canadá... Honestamente no pensé que te encontraría tan rápido, yo solo te vi caminando por las calles, como no había ni un ser humano cerca... decidí llevar mi plan a cabo en ese preciso instante, realmente no sabía como comenzar, hasta que vi una piedra, la lancé con todas mis fuerzas y por suerte logré darte, busqué otra mas grande rápido y te la lancé, quedaste inconsciente, preciosa...
- ¡Déjame ir, maldito! - Trate de zafarme, pero era completamente inútil, yo solo quería golpear esa estúpida sonrisa de su rostro
- ¡Que te calles! - Enterró una pequeña cuchilla en mi muslo, grité del dolor. Fue un dolor horrible, ardía mucho y con solo moverme algunos milímetros sentía un dolor insoportable
- ¡Estás enfermo! ¡Maldita sea! -
- Dije... que... te ... calles.... - Con cada palabra que decía enterraba y movía de manera circular la pequeña daga dentro de mi pierna, entendí lo que quería este mal nacido, quería matarme con el dolor, me torturaría hasta que muriera.
Debía salir de aquí pronto, o moriría...
- Ya vuelvo, bonita - Se paró y se fue entre las sombras, empecé a buscar con mi vista cualquier cosa que me ayudara a salir de aquí, pero no encontré absolutamente nada...
Regresó con un arma y un estuche de cuero, oh demonios... definitivamente me va a torturar hasta que muera ¡Este tipo está enfermo joder!.
- Supe que estas saliendo con Acuario... - Abrió su estuche y habían una gran variedad de cuchillos y jeringas - ¿Es verdad? - Me miró de reojo
- Sí... - Lo dije casi en un susurro para mí misma mas que para él
- Él siempre tuvo... gustos extraños por las chicas - Me miró con desagrado e hizo una mueca
- Los mismos que los tuyos, idiota -
- Con permiso... - Sacó rápidamente el pequeño cuchillo de mi muslo, yo sólo pude ahogar un grito de dolor, tomó varios cuchillos y se acercó lentamente a mí...
Maldito seas, John
Narra Acuario:
Todo estaba realmente muy oscuro no podía ver nada, mientras caminaba fui encontrando varios interruptores de la luz, pero sabía que si me arriesgaba a prender alguno me descubrirían... y yo no sería quien lo iría a pagar...
Seguí esos agonizantes gritos y gemidos que me hacían sentirme mal y furioso, caminaba con lentitud y sigilo, tenía un bate en mis manos y lo sostenía con mucha fuerza, lo encontré y le dí fuertemente en su cabeza.
Y ahí estaba... con solo mirarla de esa manera se me partía el alma, ella me miró con esos hermosos ojos y se veía como brillaban de esperanza, él estaba inconsciente, actué rápido y traté de quitarle esas esposas, pero era imposible si no tenía las llaves, busqué y busqué, pero no las encontré
- ¿Cómo me encontraste? -
- Vi cuando te atacó... pero yo estaba muy lejos y no pude evitar que te secuestrara... desgraciadamente -
Vi a unos cuatro metros un pedazo de alambre, lo introduje en la cerradura de las esposas, tardé un poco pero logré quitárselas.
- Listo, vayámonos de aquí - Traté de ayudarla a levantarse y una bala muy cerca de ella me detuvo
- Tu siempre queriendo ayudar a los demás, Acuario. Cuánto tiempo ¿No? - Estaba apuntando a Géminis con el arma
- Por favor, John, para. Te conozco y se que tu no eres así - Traté de acercarme un poco pero me apuntó
- Tú no me conoces... - Tenía una mirada sombría y oscura, miré de reojo a Gem, estaba pálida, perdía mucha sangre, tenía que sacarla de aquí pronto
- Claro que sí, y tu también me conoces bien a mí, éramos mejores amigos y se que sabes que yo era un de los más inteligentes de mi clase - Tomé a Gem de la mano
- ¿Y eso que tiene que ver con esto? -
- Que sabes que yo siempre tengo un plan -
Las puertas se abrieron de golpe y entraron varios policías, mientras John asimilaba lo que sucedía me abalancé sobre él, logré quitarle el arma y los policías lo atraparon y le colocaron las esposas, él daba pataleadas pro no servían de nada, ya lo tenían. Miré a Gem que tenía su rostro muy pálido, me acerqué a ella
Se desmayó...
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Géminis
RomanceGéminis es una adolescente de 18 años con un pasado que la atormenta sin parar y que le impide tener una vida normal; como tener amigos o que el amor llegue a su vida. Pero, hay un signo que hará lo posible por ayudarla y apoyarla en lo que necesite...