2001

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Ya tuvimos nuestro tiempo,

vivimos nuestras odiseas en el espacio

y el tiempo hoy nos pasa factura.

En la calle nadie es igual.

Todos ya están muertos

o quizá el muerto aquí sea yo.

La televisión me alerta del humano,

la bestia moderna, el depredador máximo;

¿Hasta dónde ha llegado el mundo?

Kamikazes se estrellan contra mi corazón.

Mi mente está en blanco,

ya el sentido no es el mismo

(de la vida me refiero).

Los cafés están amargos

y los libros olvidados.

También a ellos el tiempo les ha pasado factura.

El tiempo es corto

y lo viejo ya no es inmarcesible

¡Ay, de aquellos amores!

¡Ay, de aquellos que son de portador!

¡Ay, porque ya envejecieron!

Un década y una eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora