No lo podía cree, pero cuando más lo pensaba más me cuadraban las cosas. Esa seria la razón por la que solo ella y su padre (palabra que hasta ahora no poseía rostro), tenían esas enormes y brillantes alas.
Wil:
Estaba atónito, no podía creer lo que habían escuchado mis oidos, y sin pensarlo solté un fuerte chillido-¡¡Que!! -me quedé unos segundos observándolos detenidamente y poco a poco fuí viendo pequeños detalles entre ambos que eran idénticos en los dos.
Veía que sus ojos eran prácticamente idénticos, tenía la misma nariz y su pelo era del mismo color, solo que el de Celeste era liso que supuse que le vendría de su madre, pero que también tenía pequeñas ondulaciones claramente como su padre.
-La verdad es que os parecéis bastante.
Celeste seguía mirando a su padre con cara de asombro, mientras que a este parecía que se le iban a salir las lágrimas.
Celeste:
No pudimos contener la alegría que sentíamos por habernos reencontrado, y me lancé a los brazos de mi padre.
-Como has crecido, pensaba que no té volvería a ver -Me abrazo tan fuerte, que pensé que me quedaba sin aire
Por fin había encontrado a mi padre perdido, que era todo lo que en verdad buscaba y quería, y por eso, ese momento se convirtió en el más feliz de mi vida.
Al separarnos de ese largo abrazo ambos teníamos una enorme sonrisa y lágrimas de alegría en la cara.
Querían ponerme a hablar de todo lo que me había ocurrido desde antes de ese momento, de toda mi vida entera, de todos los años que no estuvo a mi lado.
Y sobretodo quería que respondiera al infinito numero de preguntas que tenía.Pero no pudimos porque los tres estábamos muertos de sueño. Así que tras largos bostezos decidimos irnos todos a dormir, algo alterados aun por lo que había ocurrido minutos antes de la gran revelación, pero felices por todo lo demás.
*****
Al despertar no podía pensar en otra cosa que no fuera ponerme al día con mi padre. Así que no lo pensó mucho, abrí el armario y me puse a mirar la nueva roba que le habían añadido al vestidor, que parecía la de una luchadora que no era exactamente lo que yo había pedido.
Saqué una camiseta gris de manga corta y unos pantalones negros que eran mucho mas cómodos y prácticos, para cualquier cosa que el vestido de la noche anterior.
Me metí en la ducha y salí con la ropa ya puesta. Al salir de la habitación, vi que su continua, la que ocupaba Will, ya estaba abierta, así que bajé al comedor.
Al llegar allí estaban los dos, mi padre perdido y mi misterioso acompañante, comiendo tranquilamente. Me senté y al ver que ellos ya estaban terminando de comer, sin tener mucha hambre comí todo lo rápido que pude para después poder hablar con mi padre.
-No me voy a ir, come tranquila -se me encendieron las mejillas, por lo que me acababa de decir, en cambio Will intentaba contener la risa, para que las carcajadas no saliesen de su boca.
Al terminar de comer mi padre nos iba enseñando el castillo y explicando sobre sus objetos.
Al cabo de recorrer un laberinto de pasillos Datan se paró frente a una pared-¿Que hacemos aquí?
-Os voy a enseñar una sala muy importante -Dijo y poso su mano sobre una de las decoraciones de la pared y en esta apareció por arte de magia una puerta secreta, por la cual mi padre entró y con las manos nos hizo un gesto para que lo imitáramos.
-Wow, ¿Que es este sitio? -Preguntó Will
-Esto es una sala de entrenamientos y voy a enseñaros a usar armas y luchar cuerpo a cuerpo -Y mirando me, añadió -Y sobretodo a usar tus poderes
Cuando entramos, nos encontramos con una enorme sala que seria el doble de lo que lo era la sala del trono, lugar que por si solo ya era grande. Tenía unos techos altos, las paredes estaban pintadas de blanco, el la del final de la sala, colgadas en la pared se veían todo tipo de armas; espadas, pistolas, arcos con sus flechas... El suelo estaba por una parte cubierto con una especie de colchonetas y el resto era de mármol negro.
—¿Entrenarnos? ¿Para qué? —no conseguía entender para que quería entrenarnos y enseñarme a usar los poderes sus poseía, cuando yo lo único que quería era llevarme a mi padre de vuelta a casa.
—Porque los que te atacaron, no se cansaran de intentarlo y si no sabes defenderte, te van a coger y saber qué cosas más tienen preparadas para hacerte
—¿Y a mí para que me quieren secuestrar? Yo no sé hacer nada
—Por el simple hecho de ser mi hija
Will levanto el dedo índice, interrumpiendo nos —Y yo que pinto en todo esto ¿Para qué me quiere entrenar a mí también?
—Porque tu estas aquí e igual que han intentado coger a Celeste podrían intentarlo contigo. Porque cualquiera que piensen que podrían usar en mi contra, no dudarán en intentar hacerle algo
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Un Mundo Mágico (Pausada)
FantasiMi nombre es Celeste, y voy ha cumplir 18 años. Pronto descubriré las mentiras que mi familia me ha estado ocultando, sobre quien y que soy. Nacida por capricho de los dioses Con dones asombrosos Una batalla que ganar Una profecía que cumplir Empeza...