"A veces las historias nunca terminan"
Pequeños one-shot de la vida de casados de AkaKuro, MidoTaka, AoKaga, KiKasa, MuraHimu, AoKi y a lo mejor KagaMomo...y hablare un poco de Nikko.
Estas historias estarán relacionadas con dos de mis novelas "El p...
—No, no lo acepto —dijo Aomine apretando con fuerza el volante del coche.
—Vamos Daiki, Emi llegara tarde a su primer día de clases —se quejó en el asiento del copiloto Kagami.
—No me importa.
—Papi, por favor adanca —le insistió la niña.
—No, no, no, definitivamente no —volvió a repetir.
Llevaban más de diez minutos adentro del carro sin hacer nada mas que escuchar las quejas de Aomine acerca de no querer llevar a su hija al preescolar.
—Ya hablamos de esto Daiki... unas cien veces por lo menos.
—¿Por qué no va la próxima semana? —lo volteo a ver como cachorrito abandonado.
—Se atrasara, te lo dije, ahora, usa esos pies para poner el auto en marcha —le exigió.
—No lo haré a...
—¡Papi ya vámonos! —le grito su hija mirándolo fijamente mientras se cruzaba de brazos y pies.
Aomine al escuchar su hija decir eso pudo sentir que una parte de su corazón se rompía. Suspiro.
—Está bien —dijo y puso en marcha el carro.
La niña y Kagami intercambiaron miradas y sonrieron.
...
—Recuerda, que para cualquier cosa solo tienes que decirle a tío Tatsuya y Kuroko —le dijo Kagami acomodándole su cabello.
—Okay —asintió.
—¿No crees que esa falda es muy corta? —comento Aomine mirandola.
—Está bien —le aseguro Kagami.
—No, no creo —negó con la cabeza —. Regresemos a cambiarte —iba agarrar la mano de su hija, pero en ese momento un pequeño niño de cabellos negros y ojos amarillos abrazo a su hija.
—Emicchi —dijo.
—Yukio, alegate —la niña lo aparto.
Aomine al ver eso no pudo evitar buscar esa cabellera rubia.
—Oe, Kise, ¿cuántas veces te he dicho que alejas a tu hijo de mi hija?
—Eh, pero Aominecchi, ellos son amigos no puedo...
—No me interesa —jalo a su hija y la abrazo —. No quiero mocosos cerca de mi niña.
—Daiki, ¿puedes tranquilizarte?
—Oh, Aominecchi, eres tan...
—¡Emi-chan! —grito Ren que corría hasta donde estaba ella.
—Emi-chin —le siguió Miu comiendo una de sus ligas.
—Emi —dijo después Yukiko mientras bostezaba.
—Oigan —hablo Candy siendo acompañada por una niña de cabellos verdes y ojos azules, era Midori —, no corran —miró a Emi —. Hola, Mi-chan —le sonrió.
—Hola, Emi —saludo Midori.
—Aominecchi, yo creo que deberías preocuparte más por las niñas —le susurro Kise.
—No puedo permitir esto —cargo a su hija —. Nos vamos en este mome... —recibió un golpe por parte de Kagami.
—Bájala en este momento Ahomine —le exigió.
Todos sabían que Aomine podía ser un idiota, pero esta vez fue inteligente e hizo lo que su esposo le dijo; sabía que cuando le llamaba así se metería en problemas. Kise comenzó a reír y se acercó a Kagami.
—¿Cómo va el embarazo Kagamicchi?
—Bien, algunas que otras nauseas, pero ya todo tranquilo, aunque el pecho es el más molesto —hizo una mueca.
—A mí no me molesta —comento Aomine mientras le acomodaba la falda a su hija.
El sonrojo no se hizo esperar en el rostro de Kagami, tampoco la risa de Kise, y antes de que pudiera decirle algo su hija se adelantó colocando sus manitas en las mejillas de su papá.
—Debes potate bien y no hacer enogar a papi, recueda que tiene a mi hermanita, ¿de acuerdo? —le aparto una mano y la hizo puño.
Suspirando también hizo un puño y los chocó con su hija.
—De acuerdo.
La niña sonrió y luego fue abrazar a Kagami.
—Hasta al dato —dijo y luego acerco su boca a la panza de su papi —. Te potas bien —le beso y luego se alejó —. Nos vemos —y salió corriendo detrás de sus primos.
—Ay, que lindos se ven —comento Kise mientras tomaba fotos.
