8 de Mayo

5 0 0
                                    

Ya había pasado un mes, tan rápido que ni siquiera note cuando comenzaron las convocatorias para los traslados a otros países, yo concursaba para ir a Italia, siempre había querido ir ahí y por fin tenía la oportunidad

En cuanto a mis padres ellos me apoyaban para que fuera e incluso querían mandarme a clases particulares de Italiano, lo cual no quise puedes ya tenía un alto nivel de este

Por otra parte estaban mis amigos, trabajo y Patrick; sabía que mis amigos me apoyarían en todo, sabía que podía conseguir un trabajo en Italia durante mi estancia pero Patrick, dios no entendía a ese chico...apenas nos conocíamos de un mes y se puso más loco que mis padres al saber que me iría a Italia aunque todavía no era seguro el dijo "se que eres buena hablando italiano, no dudo que lo obtengas" le dije que podría no obtenerlo pero el insistió

Ahora iba a verlo al café donde el trabajaba, pues hoy era mi día libre y se lo prometí

Entre y me senté en la barra pues el atendía ahí

-¿Qué desea?-pregunto sin mirarme

-A ti para llevar, por favor-me miro y comprendió todo

-Lo siento señorita, usted es linda pero espero a una chica más linda

-¿A sí? Bueno ¿y que tiene ella que no tenga yo?

-¿Mi corazón?-reí y el río conmigo

-Bueno, en ese caso sólo quiero un café

-¿Café a las 3:00 pm de la tarde?

-¿Algún problema? Ahora sólo sírvame

-De acuerdo-levantó las manos rendido y yo reí, entró a la cocina y al rato salió

-Oh, Leah. Te estaba esperando, conocí a una linda chica en tu ausencia¿ sabes?

-¿A sí? ¿y era linda?

-Lo era, sí. Pero no más que tu

-Claro, claro. Seguro sólo pensabas en tirártela mientras yo no estaba

-Ganas no me faltaban créeme, pero se ve que era una total loca

-Bueno, dejemos de hablar de la loca esa y dame ese café que tienes en las manos que se ve delicioso

-Yo mismo lo prepare, espero que te guste

-Gracias, esta delicioso

-No entiendo como puedes tomar café a esta hora

-Y yo no entiendo porque eres tan chismoso

-Ja, ja, ja...ven, vamos por un helado

-Vale-me termine el café y salimos en busca del helado, al entrar pedimos nuestros helados y nos sentamos a hablar

-¿Sabes? mañana darán los resultados de los intercambios 

-No Leah, no puedes hacerme esto. No puedes irte por dos meses y fingir que yo no estoy aquí extrañándote 

-Por favor, Patrick solo son dos meses, tampoco es como que no regresare o como si estuviera muriendo

-Lo se, pero estaré solo todo el tiempo aquí y  tu estarás feliz de la vida rodeada de italianos con ese acento tan "seductor"-dice haciendo una mueca de fingido asco y yo rió por la acción

-Por favor entiende que si no lo hago ahora no lo haré nunca 

-No quiero que te vayas-dice bajando la mirada a su helado que comienza a derretirse y el que ni siquiera ha probado

-Te juro que hablaremos todos los días y haremos vídeo-chat o que se yo, no pienso detenerme por nada ni por nadie, Patrick. Y eso te incluye a ti 

-De acuerdo, te apoyare en esto-me levante y lo envolví en un gran abrazo que el respondió al instante  

-Eres un gran amigo-dije aun sin soltarlo

-Lo sé, Leah. Lo sé

Pasamos el resto del dia juntos una vez que termino su turno, fuimos a nuestras respectivas  casas.

...

No había podido dormir, llevaba al rededor de 5 horas despierta esperando a que me llegará el correo que me diría si había pasado o no el examen para la convocatoria de los intercambios, estaba comenzando a bostezar por el cansancio, revisé el reloj y eran las 6:40 así que decidí bajar por un vaso de agua a la cocina, una vez regrese revisé una vez más mi correo, pero no había nada.

Estaba por cerrar mi ordenador cuando una notificación resonó en la habitación, abrí de golpe la laptop y vi un correo con asunto "convocatoria de intercambio " lo abrí y leí en voz alta

-Estimada señorita Leah Rouscobich por el presente...blah, blah, blah...La academia Hampler se complace en anunciarles que usted ha ingresado en el programa de intercambios a Italia por lo que...-deje de leer y las palabras se asentaron en mi cabeza-pasé-susurró-voy a ir a Italia

No se cuando pero comencé a correr por mi habitación, tome mis llaves, me puse tenis y salí de casa. Corrí  sin importarme nada, corrí porque estaba eufórica de la alegría

¡Logre pasar!

¡IRE A ITALIA!

Llegué a mi destino y toque la puerta tres veces lo más fuerte que pude ignorando el timbre por completo, pasaron los que me parecieron miles de minutos y volví a tocar, esta vez más fuerte. Al cabo de unos minutos más la puerta se abrió de par en par y salte sobre el chico que se encontraba frente a mi enredando mis piernas en su cintura

-¿Leah? ¿Qué haces aquí a esta hora?

-Pasé Patrick, ¡pasé! ¡IRE A ITALIA!-me alejo un poco de él y es sólo entonces cuando noto que lo único que lleva puesto son sus boxers, ya que todo su torso esta al descubierto, noto que esta poco marcado y su cabello le cae alborotado por el rostro adormilado que tiene

Comienzo a sentir el rubor en mis mejillas y él ríe cuando bajó la mirada avergonzada

-No se si reirme de tu reacción al ver mi atuendo o de tu pijama-me miro dudosa y observó que aún tengo mi pijama puesto que consta de un pequeño short y una playera con estampado de perritos y donas por doquier

Mi rostro se calienta más y trató de tapar un poco mi ropa con el largo de mi cabello (que no es mucho)

-No importa, ya lo he visto no hay que puedas hacer ahora

-Callate-él ríe y pone los ojos en blanco mientras se encamina a las escaleras, yo por mi lado me quedo parada donde estoy

-¿No vienes?-asiento y camino hacia él, así comienza mi dia.

El último autobús amarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora