Capitulo 2: Demasiado rapido.

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Como Bente se desperto a las 4 de la tarde yo tuve que organizar preparativos, como un desayuno decente y busque algun que otro libro de cuentos infantiles para contarle. Su favorito es el del ''Elefante clarinete''. A el siempre le gustaron esas criaturas, cuando se aburre me cuenta que hubiera amado vivir en la epoca de los Elefantes, Canguros y demas criaturas tan raras. todo un soñador.

Baje para revisar si alguien estaba investigando el cuadro que deje en la puerta la vez pasada mientras que Bente estaba imaginativo luego de su cuento del Elefante. El soldado amable hizo de las suyas de nuevo, me dejo una buena cantidad de dinero para ahorrar y 3 bolsas de galletas azuladas saladas junto a un par de alimentos en lata. Creo yo que si no fuera por el o ella, quizas ya hubieramos muerto de hambre. Agua no nos falta, pero se hecha de menos algun entretenimiento solido. Juegos de mesa no son comparables con una buena radio de calidad. 

Agarre el regalo del amigable militar sin antes observar a la calle para intentar descubrir quien el responsable de este acto de bondad. Subi al piso en el que estaba Bente, jugando con su plumita multicolor y pensando en voz alta el porque ya no existian mas esos animales tan raros que salen en los cuentos infantiles. Me dirigi a la cocina a ver si quedaba algo de comida para devorar brutalmente entre los dos. No queria malgastar las 3 bolsas de snacks que el soldado nos habia dado en ese momento. Existia ahi una bolsa un poco pequeña de Galletitas azules llenas de Cloruro de Sodio que tenia ya de antes. Me dispuse a abrirlas y a volver al living donde Bente deberia haber estado viendo el techo. 

-Mira! ¡Ella es mi amiga, Pirin! ¡Siempre es muy buena conmigo! seguramente se van a llevar muy bien!

Se encontraba en el sillon, junto a Bente, un bicharraco con cara de bueno, un ''Amicu'' para ser exacta. Tenia algo parecido a una bufanda con formas geometricas en el, y estaba sentado ahi, adentro de mi casa, hablando con Bente como si fueran mejores amigos.

El Amicu me dijo

-Es un placer, Pirin! Lamento haber entrado en tu arbol de una manera tan brusca e irrespetuosa, pero la presencia y bondad de Bente me llamaron la atencion y tenia que pasar sin pedir permiso. Me llamo Fidel.

Los ojos de Bente estaban enormes y luminosos

-Humm, Mm... E-es un placer, Fidel! No tengo Galletitas saladas en casa, asi que...

Eso fue lo mas compasivo que podia decir. Es verdad que eran tiempos de guerra y todo eso. Pero viendo sus habilidades para entrar en arboles ajenos, no me preocupo que estuviera afuera. La pluma de Bente tambaleaba de miedo, se notaba que no queria que Fidel se fuera tan rapido. Pero no tardo en irse sin antes soltar un par de palabras. 

-Hey, no pasa nada! Voy a pasar de nuevo de todas maneras cuando abras las 3 bolsas de galletas que tenes adentro de ese cajon -Dijo señalando a la cocina- Nos vemos pronto! 

Bente siempre fue muy amigable y yo muy desconfiada. Pero... ¿Como no podia serlo si, en vez de salir por la puerta, se metio al baño? Las cosas estan muy raras ultimamente. 

-Bente, ese tal Fidel me parecio raro... o rara. ¿Como hizo para meterse en nuestro arbol? -Si, ya di por aludida que yo iba a mantener a Bente, almenos hasta que mejoren las cosas-  y... ¿Como hizo para pasar por la ventanilla del bañ...

Me interrumpio.

-Me dijo que aquellas criaturas siguen vivas en algun lugar del mundo, que el las habia visto en algun momento.

Extraño cuando el unico que violaba mi espacio personal eran Bente y sus malos chistes. Hace mucho que no escucho un juego de palabras de el y ya lo estoy hechando en falta.

Yo no estaba inspirada para pintar algo y dejarselo al soldado de afuera. Mas bien estaba nerviosa sabiendo que alguien puede pasar por este arbol como si fuera el suyo. Intentando olvidar lo sucedido, intente sacarle un tema de conversacion a Bente, y, como es usual, lo consegui. Me dijo que esta eternamente agradecido conmigo por dejarlo quedarse en este arbol hasta que mejoren las cosas. ¡Que tierno! ¡un par de horas de charla mas y a la cama, que estoy a punto de terminar de pintar este elefante!

Me desperte a media noche por unos ruidos aterradores, disparos en la calle y gente gritando. Lo primero que hice fue verificar que Bente este bien, pero no se encontraba en el sillon, un ataque de panico se hizo presente en mi. Mire por la ventana y vi una masacre de plomo a unos metros. No reconoci a ningun soldado que me haya insultado con posterioridad. me preocupaba que nuestro querido militar este en apuros, pero mas me preocupaba el pequeño ser de la pluma multicolor.

-¡¡BENTE, POR FAVOR!! 

Lo encontre tallando una piedra en el baño. Tenia la forma de un Elefante.

Hay veces que lo odio con mis fuerzas a Bente, pero me senti feliz porque no estaba lastimado... mas haya de la herida de su nuca. Dentro de poco vamos a ir a la clinica a que operen a Bente. Estuve dandole su medicamento y parece ser que funciona, no se ve infectado.

Creo que mañana no vamos a tener nuestra racion de dinero y galletines azucarados color oceano. No lo conozco, pero espero que este bien ese amado soldado.

Las plumas de la felicidadWhere stories live. Discover now