FanFic Hermandad de la Daga Negra * A - Lover Embraced

Lover Embraced - Capítulo 8

Lilly Anna miró al tipo y soltó una carcajada.

- ¡Vampiros! ¿En serio? ¡Oh por favor! Y la doctora es un fantasma ¿no? Por favor, esto es divertidisimo.

Miró a Qhuinn, Blay y John.

Ninguno se estaba riendo.

Nadie tan siquiera tenia una sonrisa y decía, ¡te pillé!

Estaban locos.

Ademas, ¿que era este sitio? Nadie vivía en lugares como este.

Eran… ¿habían cogido su sangre para bebérsela?

Oh dios.

Había leído sobre esto.

Frikis que pretendían ser vampiros y bebían sangre humana.

Oh dios, iba a vomitar. Se levantó. Tenia que salir de este puto sitio.

- Me voy. Ahora mismo.

Blay se movio sutilmente hacia la puerta, bloqueando con eficacia su única via de escape.

Oh Dios Oh Dios Oh Dios.

Un silbido agudo la hizo girarse hacia John.

- Por favor no tengas miedo. Aquí nadie va a hacerte daño. Solo queremos ayudarte.

Queria creerlo. Realmente queria. Pero probablemente el estaba igual de loco que los demas.

- Tú eres…

Apenas podia susurrar las palablas.

- ¿Tu también eres uno?

Por favor di que no, por favor di que no, por favor di-

Asintió.

El hijodeputa asintió.

Levantó las manos y abrio la boca muy lentamente. Ahí mismo podría ver las puntas afiladas de sus… tenia colmillos. Y parecían de verdad. Nego la cabeza, a punto de sollozar mientras seguía mirándolo. De buenas a primeras, delante de sus propios ojos, sus colmillos crecieron.

Oh dios mio, estaban mas locos de lo que había imaginado. Estaban mal de la cabeza.

¡La iban a matar! Eso era lo que querían decir con que iba a ser uno de ellos.

En ese momento, lagrimas cayeron de sus ojos.

No es que le gustara demasiado la vida, pero oye, había estado esperando que hubiese algo más. Que algún dia encontrara un lugar donde pertenecer. Este obviamente no era ese lugar.

Definitivamente este no era el final que había tenido en mente, pero a la mierda. No pensaba suplicar.

Cerró los ojos.

- Como queráis. Pero os agradeceria que lo hicierais rápido e indoloro.

*-*-*-*-*

El corazon de Qhuinn se partió dentro de su pecho al ver a esta pequeña y valiente pretrans, tan dispuesta a morir. Con tanto coraje, frente a 4 machos vampiros, que ella pensaba eran unos humanos locos de remate, y no suplicaba por su vida. Solo esas lágrimas silenciosas.

Rezó a la Virgen Escriba porque fuera su hija. Aunque tenía la sensación de que aunque no lo fuera, la tomaría bajo su protección. Ella le hacia sentir tan orgulloso, y realmente no tenia mucho sentido.

- ¿A que esperáis? Vamos, ¡terminad de una vez!

Blay fue hacia delante antes de que el pudiera hacerlo.

- Lilly, no vamos a hacerte daño. Nosotros no ah… no nos alimentamos de humanos, o de pretrans, que es lo que eres tú.

- Locos. Estais todos locos.

- Sabemos que debe de ser difícil de entender...

- ¿Difícil? Intenta con jodidamente imposible. ¡Solo sois un grupo de locos que pretenden ser vampiros! Tengo que decir que lo de los colmillos es muy sofisticado. No sabía que ese tipo de cirigia existía.

Quería abrazarla, tranquilizarla, tal y como haría un padre. Pero seguramente eso solo la asustaría más. 

- Lilly Anna, no tengas miedo.

El hombre de detrás del escritorio se levanto lentamente cuando ella miro hacia el y ¡puf! Y asi, como si nada, desapareció. Un segundo estaba ahí, y al siguiente, ya no estaba.

- Estoy aquí.

Se dio la vuelta y ahí estaba, apoyado en la puerta.

Qué. Demonios.

Abrió los ojos como platos y caminó hacia atrás, dóndose contra un muro de puro músculo masculino. John la enderezó y ella se alejó de nuevo, esta vez contra el escritorio.

- Se llama desmaterializarse. La mayoría de los vampiros pueden hacerlo.

Era Qhuinn el que hablaba esta vez.

- ¿Te acuerdas de lo que te dije antes? ¿Sobre tener hambre y estar incomoda al sol?

Asintió reticiente.

- Eso es que tu cuerpo se esta preparando para el cambio. Todos nosotros hemos pasado por ello.

- No soy un vampiro.

- Aun no.

- Los vampiros no existen.

- Miranos Lil’. Miranos y dime. Realmente crees que somos unos imitadores? Se sincera, ¿realmente lo crees?