Jhade estaba en el cielo. En el mejor de los cielos. El cuerpo de John pesaba encima del suyo, estaba completamente saciada y un olor delicioso llenaba la habitación. Como especies oscuras.
Seguro que esto no podía ser tan solo una noche, ¿verdad?
Había sido increíble, y se había equivocado con aquello de que el primer orgasmo había sido el mejor. El segundo había sido mucho mejor aun y ya quería mas, aun dolorida que estaba. Necesitaba confirmar que el tercero sería mejor que el segundo y el cuarto mejor que el tercero y… y así hasta el infinito.
Una de las lámparas de la mesilla de noche se encendió gracias a John, y el no la miró. Se movió por su cuerpo hasta llegar a sus muslos y la lamió casi con reverencia. No podía hacer otra cosa más que mirar y… eso era… ¿estaba lamiendo la evidencia de su virginidad?
Nalla lo había mencionado pero ella pensó que le daría asco.
No era así.
- ¿John?
Estaba distante. Demasiado distante. Como si ya se hubiese marchado de la habitación aunque no era así. No le gustaba nada.
- John, por favor, háblame.
- Yo, te doy las gracias… por esta noche… yo… gracias.
- ¿Eso es todo? ¿Eso es todo lo que tienes que decir?
- Tengo que irme.
- No. Por favor. Quédate.
Negó con la cabeza y una sensación de desilusión, se apoderó de ella. Iba en serio. Solo una noche.
Se vistió con rapidez mientras ella se tapaba el cuerpo desnudo con la sabana.
- Lo siento.
- Yo no.
- Esto no debería de haber pasado. Yo… probablemente sería mejor que no le comentaras a nadie lo de esta noche.
Soltó un bufido.
- Ya, no tienes que preocuparte de eso. Ya puedes irte.
Se quedó en la puerta como queriendo decir algo mas, pero al final se giró y se marchó.
Nunca antes había estado enamorada. Nunca había entendido todas aquellas tristes canciones de amor que ponían en la radio, pero al verlo marcharse, su corazón se partió en mil pedacitos y lagrimas ardientes llenaron sus ojos, y así de repente, pudo entender cada triste y desgarradora canción que había en el mundo.
*-*-*
Se quedó encerrada en su habitación durante casi dos semanas, fingiendo un dolor de cabeza que no tenía. Corazón roto, era más acertado. Cosa que era ridícula. Apenas conocía a John. No lo amaba. No estaba enamorada.
Si, había sido su primero. Si, había sido increíble. Pero ahora tenía que pensar en su futuro. Su nueva vida como vampiro. No podía dejar que él se lo arruinara.
Se quedó en la habitación hasta que se quedo sin lágrimas y su olor ya no llenaba cada rincón. La había vuelto loca. Los primeros días había jurado que el olor había salido de su propia piel.
Todos se habían pasado por la habitación en un momento u otro, preocupándose por su bienestar. Todos, menos él.
Suspiró mientras bajó las escaleras para unirse a la Primera Cena. Después de muchas miradas preocupadas y varias preguntas, les aseguró a todos que estaba bien, y se sentó al lado de Nalla.
Las conversaciones volvieron a lo suyo y Nalla le habló susurrando.
- ¿Realmente estas bien?
- Si.
- ¿Qué te pasó?
- Migraña.
Su amiga la miró, obviamente sin creer ni una palabra, pero lo dejó pasar.
- Tenemos que hablar.
Nalla estaba diferente. Feliz. Y ella se alegraba muchísimo. A la vez que se moría de curiosidad.
- Vale, después de esto vamos a tu habitación.
- Si.
Miro a su alrededor disimuladamente, buscando a John, pero encontrando la mirada de Blay. El negó con discreción, dejándola saber que John no estaba aquí. Siguió mirando, intentando disimular su decepción.
Si mirada se detuvo en alguien que no había visto antes, alguien del tamaño de un hermano. ¿Quién era?
- Es Darius. Ha pasado por su transición.
Se giro hacia ella, aterrorizada. El chico era como 10 veces más grande de lo que había sido.
¿El cambio seria igual para ella?
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FanFic Hermandad de la Daga Negra * A - Lover Embraced
FanfictionEsta historia ocurre 25 años después de ‘Lover at Last’, la historia de Qhuinn y Blay. La guerra con los Lessers sigue como siempre, y una noche de lucha, Qhuinn y John Matthew se encuentran con alguien que jamás esperaban ver. Alguien que volverá l...