Capítulo uno

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-¡Muero! ¡Muero!- grité en cuando entre al hospital en una camilla- ¡Díganle a mi esposa que la amo, aunque ella ya lo sepa!

-¡Callate muchacho!- me grito uno de los médicos que llevaban mi camilla- No te vas a morir por un golpe en el ojo....

-¡Entonces me quedaré ciego! ¡Voy a tener que pedir limosna en la calle!  ¡Voy a ser marginado!- gemí

Los doctores no dijeron nada. O sea que si, me iba a quedar ciego.
¡Hurra!

-Entonces diganle a Derek que nunca veré sus ojos y nunca nos casaremos. Diganle que lo AMO

Escuche un grito ahogado detrás de mí.

-¿En serio piensas eso, dulzura?

Mierda. Derek seguía aquí

-¡Ni en un millón de años, mariposa! Me gustan las chicas. Por eso estoy aquí ahora. ¡Apuñalado por mi mejor amigo! ¡Por una disputa a muerte por el amor de una belleza de mujer! ¿Acaso yo merecía esto? ¿LO MERECÍA, DEREK?-grité dramáticamente mientras me introducían a la sala de operaciones

-¡Claro que no lo merecias David!-sollozó el paramédico gay, haciendo que soltara una risa.

Ay Dios. Si salgo vivo de esta, tendré que invitar a Derek a unos tragos para reírme de él.

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-¡Hombrecito!- gritó el médico en cuanto me examinó el ojo- Esto está muy mal, oh, si.

Y no mentía. En cuanto dejé de reírme de todo lo que ocurría a mi alrededor, comencé a notar que en serio me habían dado un golpe fuerte. George se había pasado en serio

-Hummm...- murmuró el doctor- Supongo que tendremos que operar. ¡Lucy, alcánzame la anestesia!

-¿La cachiporra o la líquida?- se escuchó

El médico hizo una pausa

-¡La líquida!- resolvió. No podía creer que hubiera considerado darme con un palo en la cabeza. Ya iba a denunciarlo por mala praxis.

Pero ahora tenía otro problema:

Debía comenzar a planear mi vida como el ciego del metro que pide limosna

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⏰ Última actualización: Sep 12, 2017 ⏰

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La mágica vida de su servidor, David BowieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora