Prólogo

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Aggg....

¿Dónde coños estoy?

Escuché el sonido de una sirena de ambulancia que penetraba mis oídos con su estridente e incesante sonido. Estaba en un coche en movimiento

"Movimiento más coche es igual a ambulancia. Piensa y no seas estúpido, David"- me dije

Ay Dios... me duele el cuerpo. Me duele la cara. Me duele el orgullo

¿Qué había pasado?

-¡Vaya, se está despertando!-oí que decía alguien femenino, y sentí que se movía apresuradamente- Escúchame, amorcito, soy Derek y soy un paramédico. Te llevaremos al hospital. Tranquilo

¡Genial, Derek!

¡Derek es un hombre!

¡Me ha tocado un paramédico Gay!

-Ahora, porfas, no abras los ojos y permanece tranquilo. Te van a intervenir de urgencia en cuanto llegues al hospital-me dijo Derek con su acento femenino

-¿Qué...? ¿Dónde...?-dije. Me ardía mucho el ojo izquierdo

-Al parecer, te pegaron duramente en el ojo con... ¿Un anillo, o algo así? No tengo ni idea. Sólo me dijeron que te dijera que no abrieras los ojos

-Me duele mucho-gemí-¿No puedes darme algo para que sane?

-Ay, es que soy nuevo en esto. No sabría que recomendarte...

¡Genial, Derek!

¡Ahora resulta que tampoco eres paramédico!

-No te preocupes ¿Okay? Te vas a salvar... te vas a salvar... TE VAS A SALVAR, TE DIJE-Derek empezó a hiperventilar mientras repetía "TE VAS A SALVAR, TE VAS A SALVAR...."

-Ya, Derek- me llevé el brazo a la frente- Estoy calmado.

-¡Perfecto!- El ¿paramédico? suspiró, aliviado. Me imaginé a Derek dando un saltito de alegría- ¿Cómo te llamas?

-Jules Albert David Bob Frank de las Rosas de la Santa Trinidad Jones- dije sarcásticamente - Pero para ti soy David Robert Jones

-Pero que nombre más hermoso. Siempre me gustó el nombre Frank

Oí como el paramédico  suspiraba, soñador. Un escalofrío me recorrió la espalada

-¿Falta mucho para llegar al hospital?-Pregunté, y rogué porque dijera que no.

-Unos tres minutitos y viene lo peor. Te van a operar, y tú con tan linda cara, y tan bonitos ojos...

STOP. ESTO SE ESTÁ VOLVIENDO RARO

-Bueno, gracias por el cumplido, Derek. ¿De qué color son tus ojos?- dije, como para salir de tema

-Los mío son verdes, cosita hermosa

Mierda. Esto parece una convención de cariño

Ahora vuelvo a reformularme la pregunta, pues no parece que estoy en una ambulancia

¿Dónde coños estoy?

La mágica vida de su servidor, David BowieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora