Capítulo 691

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 -Hola Rukia-Saludó Ichigo sonriendo-¿Cómo has estado? Yo he tenido mucho trabajo en el escuadrón. Sin Ukitake, las cosas son más complicadas, pero Sentaro me está ayudando mucho. Así no tengo que encargarme de todo yo solo-Ichigo hizo una pausa y se quedó mirando el cilindro como esperando a que Sode no Shirayuki le respondiera pero nada pasó, y suspiró con pesadez.

Después de que un shinigami muere, su zampakutou desaparece junto con su dueño. Sin embargo gracias a Byakuya, que encerró el reiatsu de Rukia en una barrera antes de que se esparciera en el aire, el capitán Kurotsushi fue capaz de contener el reiatsu dentro de Sode no Shirayuki. En realidad no esperaba que funcionara pero el hecho de que la zampakutou aún existiera era prueba de que la esencia de Rukia se encontraba dentro del arma. Y así se mantenía mientras Mayuri trabajaba en desarrollar un cuerpo espiritual artificial con memorias artificiales de Rukia y la capacidad de contener todo el poder de su bankai. Así que Ichigo mantenía la esperanza de que algún día la volvería a ver, por lo que se había impuesto la costumbre de ir y hablar con la zampakutou aunque no obtuviera respuesta de esta. Al principio iba a verla todos los días pero Mayuri comenzó a quejarse de que su constante presencia no lo dejaba concentrarse en su trabajo por lo que Ichigo acepto ir una vez a la semana y durar una hora. De vez en cuando se encontraba con Byakuya pero este casi no le dirigía la palabra y se iba enseguida.

-Sabes, hoy nos enfrentamos a un hollow de bajo nivel, su máscara se parecía a la del hollow que me atacó la noche en que nos conocimos. Eso me hizo bajar la guardia un momento y tuvimos problemas para derrotarlo. De seguro me golpearías si estuvieras aquí. Cuando estés en tu nuevo cuerpo te llevare al mundo humano y te compraré ese jodido conejo que tanto te gusta. Y veremos los fuegos artificiales con Chad, Uryu y Orihime. Apuesto a que el viejo hace una de sus escenas cuando te vea. Tengo mucho que no se de él ni de Yusu y Karin. Ellos también te extrañan. Y también el amargado de Byakuya, aunque no le guste aceptarlo.

Ichigo dejó de hablar y nuevamente obtuvo silencio como respuesta lo que hizo que se borrara la sonrisa que se había esforzado por mantener.

-Debo de verme como un idiota. Han pasado cinco años y sigo viniendo aquí a hablar solo, esperando que una espada responda a lo que digo. Con razón todos se fueron e hicieron sus vidas olvidando lo que pasó. Tal vez debería hacer lo mismo. Irme y dejarte atrás-Con cada palabra que decía, su voz se iba volviendo menos audible y su mente dejaba de pensar con claridad dejando que su boca dijera vacíos argumentos para tratar convencerse a si mismo de que podía ser feliz sin la pequeña shinigami.-Podría hacer una carrera...y, hacerme cargo de la clínica o... yo... yo... ¡NO PUEDO HACERLO JODER!-dijo casi gritando.-¡Maldición enana! Ya no se qué hacer. Me voy a volver loco. Desde que te fuiste no ha parado de llover. ¡Rukia por favor! Te necesito. Yo... Perdóname, si yo hubiese sido más fuerte no habrías tenido que sacrificarte para que derrotáramos a Yhwach. Es mi culpa el que ahora estés dentro de tu zampakutou y no puedas escucharme. Perdóname por favor.

-¡Teniente Kurosaki!-llamó Anko interrumpiendo su conversación.-Lo siento pero ya es hora de irse.

-¡Si, claro!-Ichigo se recompuso al instante volviendo a ponerse su máscara para irse pero antes se volteó para despedirse.-Rukia ya me tengo que ir, pero vendré a verte la próxima semana como siempre. Adiós.

Ichigo se dio la vuelta y salió de aquella habitación dejando a una blanca zampakutou flotando dentro de aquel cilindro en el que apareció una pequeña grieta luego de que Ichigo se fuera.

Un final PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora