Apenas había avanzado unos cuantos pasos cuando de repente Yhwach le mostró otra visión que la dejo paralizada de miedo justo donde estaba. Sus ojos se habían abierto como platos y un escalofrió le recorrió todo el cuerpo mientras comenzaba a temblar sin poder detenerse. Toda su determinación a continuar había desaparecido dejando lugar a la desesperación y al terror.
-Eso será lo que sucederá si decides seguir adelante-dijo la voz de Yhwach en su mente puesto que esa nueva visión solo se la había mostrado a Rukia-O puedes detenerte y vivir en el futuro que les he mostrado.
No sabía qué hacer, en su mente solo había lugar para el miedo, y el miedo controlaba su cuerpo puesto que no había dado un paso más del lugar en que estaba. De repente se sintió avergonzada de sí misma y de su cobardía. Era una teniente de los trece escuadrones de la Sociedad de Almas y una noble del clan Kuchiki y allí estaba, temblando de miedo por una simple visión de un futuro que aún no se cumple. Aunque lo que había visto no era para actuar como si no importara, pero eso no justificaba su falta de determinación. Sus compañeros la necesitaban y ella no podía abandonarlos y condenarlos a vivir en ese futuro donde no serían felices. No podía, no quería ni debía hacerlo. Sin pensarlo más tiempo se armó de valor y siguió avanzado. Ayudaría a derrotar a Yhwach y cambiaría ese futuro a pesar de lo que le había sido mostrado.
-Llámame-volvió a escuchar y esta vez la llamó...
Lejos de allí se encontraban el capitán Hitsugaya, el capitán Zaraki y el capitán Kushiki los cuales habían dejado la lucha en cuanto Yhwach les había arrebatado el poder a sus subordinados, y hubieron comprobado que sus oponentes estaban muertos. De repente Byakuya comenzó a sentir una opresión en el pecho y un único pensamiento le vino a la mente,
¡Rukia! fue su hermana la cual había partido con su teniente hacia la ubicación de Kurosaki Ichigo quien se encontraba luchando con el rey de los Quincys.Luego de recibir un mensaje de una mariposa del infierno informándoles de la situación actual de la Sociedad de Almas, Byakuya decidió partir de inmediato sin dar explicaciones.
-¿A dónde va este con tanta prisa?-preguntó Kempachi apoyándose en su Zampakutou clavada al suelo.
-¿No es obvio?-Toshiro esperaba que Kempachi dedujera fácilmente los motivos de Byakuya pero su silencio le dio a entender que no tenía la más mínima idea.-Va tras Kuchiki Rukia, está preocupado por su adorada hermana-terminó de decir Toshiro sonriendo de lado.
-Dos Rioka, un Quincy y dos tenientes. ¿En verdad vamos a dejárselo todo a ellos?
-Por el momento no podemos hacer nada más, tendremos que confiar en ellos.
En otro lado se encontraban Hinamori, Rangiku, Hisagi y Kira junto al cuerpo de uno de los Wandenreich caídos. Habían recibido la orden de reagruparse y llevar a los heridos a las alcantarillas del Seireitei donde la teniente Isane y el resto de los miembros del escuadrón 4 se encargarían de atenderlos puesto que los cuarteles del escuadrón al igual que la mayoría del Seireitei se encontraba destruido. Pero no habían sido capaces de dirigirse hacia allá porque estaban prestando atención a un hecho imposible de ignorar. No podía pasar desapercibido el agujero en el cuerpo de Kira, y no era comprensible que con tremenda herida, este se mantenga de pie y haya sido capaz de acabar con el Quincy que tantos problemas les causo. Pero como si sus pensamientos fuesen respondidos Kira cayó al suelo de rodillas sin poder evitarlo.
-Supongo que este es mi limite-dijo este sintiendo como su reiatsu comenzaba a desaparecer.
-¿A qué te refieres, que te está sucediendo?-todos lo miraban con una expresión de confusión en sus rostros por lo que Kira no pudo evitar sonreír.
-Pareciera que no fuera evidente que yo ya estoy muerto. Pensé que el agujero en mi cuerpo lo dejaba muy claro.
-¿Qué estás diciendo? acabaste con ese Quincy teniendo ese agujero en el cuerpo, aún no estás muerto. Te llevaremos con el escuadrón 4 para que te atiendan-decía Hinamori negándose a aceptar la muerte de su compañero.
-Lo siento Momo-chan, no hay nada que se pueda hacer. Lamentablemente yo caí en batalla luchando contra las Sternritter, y fui convertido en zombi por esa Quincy travesti. Es por eso que he sido capaz de mantenerme en pie hasta ahora. Pero ella ha muerto y los efectos de su habilidad desaparecen junto con mi vida también-Hizo una pausa para reunir fuerzas y continuar.-Pude acabar con ese Quincy liberando todo el poder de Wabisuke. Para ser sincero no creí que lograría acercarme a la liberación del bankai. Pero esta será la última y primera vez que lo hago.
El tono de voz de Kira iba bajando cada vez más mientras él hablaba y Hinamori no había podido evitar ponerse a llorar y sin pensarlo, se lanzo al suelo y abrazó a su compañero que ya no podía seguir de rodillas y se iba a desplomar, como si sosteniendo su cuerpo podría sostener su vida y evitar que muriera. Rangiku también estaba llorando de pie y Hisagi apretaba los puños de impotencia por no poder hacer nada para salvar a su compañero.
-No digas esas cosas, vas a estar bien. Y vamos a ir de misiones los tres, como antes-Hinamori lloraba desconsoladamente sobre Kira negándose a dejarlo ir pero el ya estaba listo para partir.
-Despídeme de Renji, no creo que tenga tiempo de hacerlo. Rangiku, si veo al capitán Ichimaru le daré saludos de tu parte. Adiós chicos.
Dicho esto el reiatsu de Kira desapareció por completo y sus ojos se cerraron para siempre. Otro shinigami que caía en esa sangrienta guerra pero la pregunta que todos se hacían era
¿Sería el último?
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Un final Perfecto
Fiksi PenggemarDiez años después de la guerra de Los Mil años contra el rey de los Quincis, la Sociedad de Almas y el Mundo Humano vuelven a estar en paz. Ahora todos han realizado sus vidas y viven felices, pero... ¿Sera esa su verdadera felicidad? Los person...