En el Hospital
Cuando llegaron al hospital don Lorenzo y Hugo, se presentaron en recepcion y de inmediato fueron llevados a lo que al parecer era una exclusiva sala de espera, pero no estaba vacia, habia otro grupo de personas y se les veia en el mismo estado de nervios que ellos.
A los pocos minutos entro una comision de seis personas, entre ellos cinco hombre y una mujer, cuatro de ellos vestian de doctor, la mujer de enfermera tenia lo que parecian record y el ultimo con ropa militar. El que parecia dirigir la comitiva hablo primero.
-
-Mi nombre es Humberto Santander, director general del centro, los Señores que me aconpañan son el comandante que estuvo a cargo de sus hijos junto a los especialista encargados individualmente de ellos y Sofhie trae el hitorial de cada uno, ya tendran tiempo de presentarse apropiadamente entre ustedes, pero antes veo apropiado decirles que cuando le expliquen el estados de los soldados puede que se agobien, es entonces cuando quiero que recuerden que me he involucrado de lleno con sus paciente al momento que me entere que serian trasladado aqui, he seguido la noticia de estos heroicos muchachos desde el principio, por eso les aseguro que no se escatimaran esfuerzos ni recursos para ponerlos a dispocision de ellos, heremos mas del acostumbrado esfuerzo por sarvaslos.
Dicho esto, cada doctor tomo el historial con el que habia trabajado y fue con los parientes del mismo.
-!Saludos, soy Robert Wilson y soy el doctor de Victor Hugo Landeros.
-Oh si, yo soy su padre y el su abuelo.
-Se que deben estar inpacientes asi que vamos de inmediato a mi oficina y les explico.
***
-Bien, su situacion es delicada, tenia una contusion en la cabeza, y se le practico una operacion de emergencia en su pierna derecha, lo tenemos en un coma inducido para que la inflacion de la cabeza baje sin contratiempos.
-¿Y por cuanto tiempo lo mantendran asi?- pregunto Lorenzo.
-A lo mucho una semana.
-Es decir ¿que hasta entoces no sabemos si mejora o empeora?- pregunto Hugo
-Bueno su situación ahora es estable, mientras eso no cambie pueden estar tranquilos.
-Gracias doctor.- suspiro aliviado.
Una vez que el doctor termino de darles las ultimas indicaciones fueron a una sala de espera privada.
-Creo que ya debo llamar a mi hija.
-A ver como se pone cuando se entere que no le avisamos en todo este tiempo.
-Ni que lo digas- soltó una pequeña risa don Lorenzo
Hacia alrededor de veinte minutos que le habían avisado a Cecilia.

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Una Buena Terapia
RomanceDayana solia ser divertida, sabia hacer que cualquier situacion incomoda pareciera de lo mas comica, despreocupada ante la vida, aveces hasta cinica, pero lo que nadie sabia, nisiquiera su mejor amiga, es que todo eso era el camuflaje que olcultaba...