ALMAS GEMELAS / Fic TAORIS (TAO &KRIS) (EXO)

CAPITULO ESPECIAL: Dulce Navidad

Faltaba solo un día para navidad y Kris me había prometido que pasaría este día conmigo, solo nosotros dos.

Estaba muy impaciente porque el aun no llegaba, así que encendí la TV para distraerme un poco.

Casi me quedé dormido pero, me desperté de un golpe al oír que alguien golpeaba la puerta, automáticamente me levanté y salí corriendo a ver quién era el que tocaba, deseaba que fuera Kris.

Me sorprendí al ver que no era el, definitivamente no era Kris;Kris no tenía esa gran barba blanca y no era tan panzón.

-¡Jo Jo Jo! ¡Feliz navidad Tao!—Dijo aquel extraño personaje

-Disculpe señor, ¿Cómo es que sabe mi nombre?

-Soy Santa Claus, yo lo sé todo

Ya me estaba asustando

-¿Lo... Lo sabes todo?—Le pregunté aterrado.

-Sí, absolutamente todo—Dijo poniendo una mirada aterradora.

Ahora si estaba completamente asustado.

-Lo... lo siento señor tengo que irme—Di dos pasos atrás y cerré la puerta de un golpe y además le coloqué el seguro.

Pero aquel extraño comenzó a golpear la puerta.

-Tao abre la puerta, soy yo

-¿Quién?—Pregunté asustado.

-Soy yo Kris

-¿Kris? ¿En serio eres tú?—Preguntaba desde el otro lado de la puerta.

-Si

Tenía que ver si realmente era el, así que lentamente abrí la puerta.

-¿Kris eres tú?—Pregunté tímidamente

-Sí, mira—Se quitó la larga barba blanca

-¿Ves que soy yo?

-Si ya veo—Dije inexpresivamente

-¿No estas feliz?

-¿Qué si estoy feliz?—Levanté la mano y lo golpee en la cabeza.

-Aish ¿Por qué me pegas?

-¿Y porque haces esas bromas? Sabes que no me gustan, casi me muero de miedo.

-Lo siento, por favor

Yo no le prestaba atención, fingía ser indiferente.

-¿No me vas a perdonar?—Insistía

Yo hacía como si no lo estuviese escuchando

-Ahhh ya se lo que quieres—Me dijo con una mirada pervertida.

"¿en que estará pensando?" "Y... ¿Por qué me mira así?" me cuestionaba mentalmente pero, no parecía hallar ninguna respuesta.

En ese instante en el que estaba inmerso en mis pensamientos Krisacercó su rostro al mío y me dio un profundo beso.

Mi corazón saltaba de la emoción, era como quisiera salirse de mi pecho, era fantástico lo que sentía cuando sus cálidos labios tocaban los míos, simplemente es algo que no puedo describir.

-¿Ya me perdonas?—Me preguntó después de alejar su rostro

No sabía que decirle, debería decirle que nunca, nunca estaría molesto con él, y si lo hiciera algún día lloraría sin parar porque no podría soportar el hecho de tenerlo lejos.