Un grupo de presidiarios, deciden poner en marcha un plan de fuga el cúal deberán enfrentar una serie de importantes obstaculos y enemigos que se encontrarán en lo largo de la historia.
Esta historia trata tambien del comportamiento de algunos de...
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Camila Anderson despertaba asustada sobre su silla dentro de su oficina, se escuchaba el sonido de las paletas del ventilador, el café ya estaba frío y un sonido de lluvia en las radios. No se reportaba ningún mensaje hacia ella, los prisioneros dormían. Alcatraz parecía haber estado en paz después de esa oscura noche.
En la oficina de Camila Anderson, las luces se ponen en intermitentes y uno de los tableros que marcaba la electricidad del generador, paso de verde a color rojo, obligada a ver el tablero se levanto de su silla
Camila Anderson:—Tras notar la luz roja del tablero, se acerco nuevamente a su escritorio y presionando uno de los botones de la radio exclamó— Aquí Anderson ¿Algún reporte de la situación del generador?
Camila Anderson: ¡Mierda! —Dijo luego de dejar de presionar el botón
Camila Anderson al notar que no había respuesta por parte de ninguno de sus guardias salió de su oficina, se encontraba un pasillo largo y varias habitaciones en el. Junto al pasillo, estaba la cocina y el despacho de Harlington
Varias de las luces del pasillo se comienzan a apagar debido a la falta de energía que le quedaba al generador
Camila Anderson: ¡La puta madre! —Dijo mientras colocaba su mano sobre la pared, dejando asi de caminar para observar la situación
Camila Anderson:- Buscaba entre su ropa la linterna y no la traía encima - Ooh lo que faltaba, me olvidé la maldita linterna. —Dijo enfurecida
Se empiezan a oír corridas y algunos gritos pequeños a espaldas de Camila Anderson y enfrente, causando que ella se ponga alerta a la situación
Uno de los susurros que se escuchaba en el camino: Cami... Caaami... Ca-mi... —Risas
Luego de interminables susurros, gritos y corridas que se escuchaban en el lugar, se empezó a oír golpes fuertes en una de las puertas, Camila Anderson a oscuras y asustada por lo que estaba ocurriendo
Camila Anderson: ¡¿Que es eso?! ¡¿Quien anda ahí?! ¡¡Guardias!!—Gritó al final
Los golpes se hacían cada vez más intensos y acompañado del sonido se empezaba a escuchar como si una persona se estuviera arrastrando por el piso
Voz Desconocida: ¡Me abandonaste!
Muchas Voces: ¡Nos abandonaste! —Fueron dichas al mismo tiempo
Uno de los susurros que se escuchaba en el camino: Cami... Caaami... Ca-mi... —Risas y sonido de golpes
En uno de los momentos vuelve la luz y aparece en el pasillo una mujer en estado de pudrición golpeándose la cabeza contra la puerta de la oficina de Camila Anderson, ella al observar esto abre la boca en estado de pánico al observar detalladamente a la mujer.
La mujer deja de golpearse la cabeza contra la puerta y voltea en dirección a Camila hasta que pega un fuerte grito y mira a Camila a los ojos, los ojos de la mujer parecían ser negros y la cara en blanco debido al estado de descomposición en el que estaba.
Voz Desconocida: ¡Me abandonaste!
Voz Desconocido:—Corre hacia ella—¡CAMILA!
Camila Anderson en estado de pánico y casi sin reacción comienza a correr y se desencadena una persecución, las luces de los pasillos se encontraban intermitentes de momento se apagaban y de otros se encendía.
Mientras que Camila Anderson corría desesperada ya que la extraña mujer que se encontraba persiguiéndola, en algunas de las habitaciones salían personas en estado de pudrición observándola fijamente a ella, pero estas no tenían uniforme de presidiarios, ni tampoco de guardias. Camila desesperada y con la mirada perdida hacia aquellas personas, logró reaccionar y desvió su camino hasta la cocina.
Camila Anderson una vez dentro de la cocina, cierra la puerta y pone la traba luego de que se la escuchara con una respiración agitada y agarrándose la cabeza daba unos pasos hacia atrás, se choca contra una persona, al voltear
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Voz Desconocida: ¡Hola Hermanita! —Dijo con mucha dificultad y con sangre en su cara y en su boca