Redundancia.

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Bueno, lo que hicimos en el auto fue algo muy loco. Hemos pasado de esos momentos a estar sentados en la biblioteca, pues no les contaré todo lo que hicimos. Pervertidos.

La biblioteca es unos de mis lugares favoritos, siempre leo. Excepto cuando no practico boxeo. O salgo a correr, pero lo que de verdad me va bien es escribir. Quieres leer algo que hice? No?, pues no tienes opción porque esta es mi historia.

"Que te digo redundando, pero no dudando. El sonámbulo es aquel que dormido camina, y es inconsciente de lo que hace, cómo el latido del corazón latente de aquel que andaba para encontrarte."

Te gustó? Espero así sea. Aunque no escribo para que guste sino para liberar el exceso de tensión en mi ser, el lápiz es mi psicólogo y el papel sabe que nunca me cansaré de él. Pero bueno dejemos de hablar de mi, porque ahora Ella me mira, esperando, pues tenemos que hablar sobre algunas cosas.

Coloco mi gorra hacia atrás y coloco mis codos sobre la mesa, esperando a que hable. Pero al parecer, ella no sabe qué decir. Así que pregunto: —Tú llegaste ayer a esta universidad, despiertas en mi casa, me dices que no tienes dónde ir. Pero cuando pido saber tu nombre me das sexo. Por qué?— Se ve ansiosa, jugando con su cabello. Algo que aprendí en el poco tiempo de conocernos. Coloco mi cara en mi puño, aún esperando su respuesta. Observando la gran cantidad de libros que hay, unos que leí y otros que leeré. Otra vez con el egocentrismo, joder. Continuemos.

Cruza su pierna sobre la otra, deja de jugar con su cabello. Su perfil ahora es afilado, sus pequeñas facciones se endurecen y dice: —Bueno a pesar de que traté de evitar esto, me doy cuenta que no sólo piensas con el pene, bueno, piensas. Y mucho. Para ser alguien tan hermoso no estás vacío por dentro. Te diré esto una vez, no tengo familia. Ellos me alejaron de su vida cuando supieron de la mía. Me transferí a esta universidad desde Chicago así que esta es mi vida ahora. Pues mi nombre es Alessia, ah y soy bisexual.

En un momento todo lo que creí haber sabido de esta chica, se esfumó. En un momento todo ese libertinaje al hablar, esa despreocupación que ella tenía, fueron reemplazados por palabras frías. Dejé de pensar en esto pues el ruido de sus uñas al chocar con la mesa me distraen. Me tomo unos momentos para decir: —Así que no tienes nada aquí. Me dices que eres bisexual, interesante. 

Frunzo el ceño y me quedo callado, pensando.

Recuerdas el poema que te mostré? Ahora me siento como ese sonámbulo, no sabiendo a dónde diablos me lleva todo esto. Pero lo que sé, es que cuando despierte me habré golpeado todo. Ella me golpeó diciendo que no estaba vacío por dentro. No me mires así, piensas que eso es bueno? No, no lo es.  Detesto que las personas piensen cosas de mi, cuando aún sabiendo cómo soy dicen que soy bueno, solo por que estoy bueno. 

—Eso es todo lo que dirás, luego que te utilicé para poder dormir, para sexo y para comer? —Al decir eso noto como levanta una ceja perfecta.

—En primera, criatura de bajo entendimiento. Tú no me usaste, yo te ayudé. El sexo, estuvo bien para mi. Comiste por que yo quise darte de comer, en conclusión yo te dejé hacerlo. Ante todo no hables de mi como si me conocieras, sólo follamos y ya. 

Entonces oigo risas y pisadas detrás de mi, no me tomo la molestia de voltear por que ya sé quién es.

—¿Alguien dijo follar?, esa voz. —Dime que dijiste follar maldito idiota— Y cuando el mastodonte que tengo detrás de mi espalda se da cuenta de la chica que está delante mío, cambia totalmente y me da una mirada de aprobación.

Sí, ese es mi mejor amigo. Cameron. Maldito imbécil, siempre viendo las vaginas como logros. Pero Alessia ni lo mira, a pesar de que el imbécil es muy grande, no le toma importancia alguna. Me mira, coge su bolso y sin decir nada se marcha. Haciendo resonar sus tacones en toda la biblioteca y dejando un silencio que me deja pensando en lo que esta chica podría hacer esta noche para obtener un lugar donde dormir.

—Trabajas muy rápido—Dijo Cameron sabiendo por las cosas que pasaron que me acosté con Alessia.

—No lo sé, si usaras tu capacidad de análisis e intuición en tus pruebas. Como lo haces con lo relacionado con sexo, serías un profesional de excelencia.

Me mira divertido, no creo que sepa que es intuición, así que suelto un suspiro cojo mis libros de la mesa y empiezo a caminar hacia mi clase. Dejando que toda esta información se quede en el silencio de la biblioteca.

Una vez en los pasillos, mientras el imbécil me sigue. Me doy cuenta de la cantidad de gente, bueno, hombres. Acumulados en mitad del pasillo por observar como Alessia se besa con otra chica. La cual no alcanzo a distinguir por las personas que hacen ruidos obscenos al ver que el beso se intensifica. Me acerco junto a Cameron y me doy cuenta que la otra chica es Cassandra, maldición.

Alessia tiene cogida a Cassandra de la cintura, llevando el control. Baja su mano al culo de Cassandra y lo aprieta haciendo que uno de los chicos que observan, se acerque y manosee a las dos chicas. Al ver eso estuve calmado, solo me acerqué y le dije al tipo, uno no muy alto pero musculoso. Perteneciente al equipo de Fútbol, el idiota de Tyler White. Le dije que las suelte, pero el muy idiota me miró sacándome el dedo medio.

Bueno por culpa de eso, lo perdí. Perdí el poco control que tengo ante las estupideces. Le di mis libros a Cameron y me introduje en ese círculo improvisado en el cual se encontraban las dos chicas y Tyler. Me remangué la playera y lo miré desafiándolo, para que deje de tocarlas. Las dejó y vino hacia mi, pero cuando estuve apunto de acertar el primer golpe. Alessia ya lo había sujetado de la mano, saltó de golpe y Tyler la sostuvo. Ella lo observó y lo besó, ahí en frente de todos. Recordándome lo hablado en la biblioteca.

Está bien, me dijo que era bisexual, pero esto, era una redundancia.


Serendipia.Where stories live. Discover now