Hermanos

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El ruido de las gotas al caer y un pequeño rastro de luz es lo que me recibe al despertar. 

Intento moverme, pero todo movimiento es en vano. Mi cuerpo se hallaba entumecido; posiblemente por no haberlo usado en un tiempo.

Y no fue hasta luego de unos minutos cuando mi aturdimiento se fue, que me percaté que estaba atado a una silla. Inmovilizado. Mi cabello estaba pegado en mi rostro por el sudor, estaba vestido de la misma manera desde el día... Espera, yo estaba alejándome para ver a Alessia cuando algo me golpeó.

La pregunta es dónde demonios estaba. Me puse a observar mi entorno, era una habitación oscura, con un agujero en la pared. Por donde se filtraba la luz. Una puerta, podría decir que estaba hecha de acero. Pero no estoy seguro. Unas tuberías en el techo por donde se fugaban las gotas de agua que caían continuamente.

No sabía dónde estaba, no podía moverme, y no sé cuánto tiempo he permanecido aquí.

Sumergido en mis pensamientos me puse en alerta al escuchar pasos. No sabía de dónde provenían, pero al oír más atentamente pude deducir que se acercaban a mí. No solo se detuvo ahí; escuché una voz grave. Se me hacía conocida, pero en este momento no recuerdo a quién recordaba.

Los pasos se acercaron más y pude oír cuando introdujeron unas llaves a la puerta. Así que me hice el dormido.

—¿Cree que una soga lo detenga señorita Hudson? 

Era la voz del jodido director Jhonson, le estaba hablando a Alessia.

— No me importa si lo retiene o no, lo único que me interesa es que lo tengo como quería. A mi merced.— Su voz tenía la misma frialdad de siempre, pero esta vez había algo distinto. Ira.

— Espero logre lo que desea, pero realmente. ¿Qué gano yo con todo esto?, solo observo como una adolescente tonta busca venganza. Fui tu fuente de comida y hogar. Espero obtener algo de todo esto Alessia.— Que él pronunciara su nombre fue como vómito en mi boca.

Escucho movimiento, pasos. Gotas caen en mi cabeza, bajando por mi espalda.

— Claro que obtendrás algo cariño, déjame darte la demostración. Espera que lo saco de mi bolso.— Ese tono tan dulce, era algo peligroso. No debe estar por suceder algo muy lindo.

— Estupendo, espero valga la pena.— Jhonson termina su frase con un risa seca.

— O claro que lo valdrá.

Escucho un grito de sorpresa.

—¿Qué haces con eso? Suéltalo.

— Te dije que te mostraría tu recompensa por ayudarme cariño.— Entonces escucho un estruendo, muy fuerte. Luego escuché un impacto, seguido por la caída de algo.

Abro los ojos sin levantar la cabeza y veo al director tendido en el piso con su caro traje, manchado de un color rojo saliendo de su pecho. La expresión en blanco y su falta de movimiento me indican algo.

Alessia mató al director.

No me muevo, siento que ella se acerca a mi y empieza a hablar.

— Nada de esto hubiese sido así, si tan solo nuestros pasados no estuviesen conectados Andrew. Eres hermoso, no solo por fuera. De verdad no eres lo que esperaba, pero por culpa tuya tuve que vivir de manera horrible. Lo peor es que ni siquiera lo sabes. Pero alguien debe pagar por lo que pasé. -Se detiene un momento para tomar algo y acercarse nuevamente, es una silla. Porque la siento frente a mi- Ahora que estás tan inofensivo y no sabes nada. Te contaré todo. Que me hayas conocido no fue cosa del destino, estuve planeando encontrarte y cuando lo hice me quise adentrar en tu vida, dormí en tu cama. Recibí tu ayuda. Tuvimos sexo. -Evito el impulso de sonreír al recordar eso y oigo el cambio de su voz al decirlo- Te dije que no tenía familia y traté de sacarte información, lo único que obtuve fue la confirmación de lo que sabía. Tú tampoco tienes familia. Estás solo, pero mira, tienes todo. -Deja el arma a un lado y puedo ver que es una pistola, la coloca en su bolso y eso me hace pensar que no me matará a mi. O al menos, no ahora- Te dije que jugaría contigo, y eso estoy haciendo. ¿Y sabes cuál es la causa? Mi madre me culpaba siempre de que todo le iba mal, que fui su perdición. Cada marido que tenía la golpeaba. Y ella me golpeaba a mi. Pero mi madre no siempre fue así, no. Era una mujer ejemplar cuando estaba con un tal Robert Hamilton. 

Alto, ¿enserio dijo el nombre de mi padre? ¿Su madre era mi madre? No importaba ahora, seguí escuchando.

— Tu madre no solo te tuvo a ti Andrew, yo nací en la misma sala de partos que tú. Fuimos mellizos. -Esto me impactó tanto que sentí un dolor en la cabeza, presionando mis músculos para no romper la soga- Pero a mi me dejaron de lado, Creciste y tuviste todo, te fuiste de casa porque tu padre murió. Y empezaste tu vida aquí. ¿Pero yo qué hacía? No tuve una familia, tus padres me dejaron en un orfanato. Crecí pensando que no tenía familia, pero luego encontré a tu mamá cuando tuve mucha edad para estar en ese lugar. Me acogió. Y coincidentemente no estabas en esa casa. Soporté toda esa mierda de vida. Y es hora de que sufras como yo sufrí. 

Metiendo su mano en el bolso para sacar el arma, levanté la cabeza y rompí la soga que me tenía preso. Su expresión estaba en blanco, sorprendida. Dejó caer todo lo que tenía.

Me lancé a coger el arma, pero ella estaba más cerca. La tomó y cerró la puerta-

— Vaya que eres astuto Hermano. — El peso de sus palabras resonaron en mi cabeza, me había acostado con mi hermana. Y no fue hasta ahora que noté el parecido. Misma sonrisa. Mismo temperamento. Hasta la misma marca de nacimiento, una mancha en el cuello. Sentí  vueltas en el estómago.

— No me llames así, ¿Estás enferma? ¿Cómo te acuestas con tu hermano?

Antes de que pueda responder escuché los gritos de Cameron.

Esto no iba a terminar bien.







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⏰ Last updated: Feb 28, 2017 ⏰

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Serendipia.Where stories live. Discover now