Parecía que manifestar su inquietud a su madre sólo había causado la inquietud de ésta y si no se equivocaba la de la madre de su prometido, porque aquella cena tan repentina se lo dejaba claro, al menos para él aunque para los demás podía parecer sólo eso, una cena que quisieron organizar dos grandes amigas, pero las insistencias de su mamá porque se vea "presentable" decían otra cosa, no era como que no lo estuviera, acostumbraba a siempre estarlo, sino que su mamá había exagerado, incluso le había llevado ropa nueva para que la usara en la cena, era simple pero que para él hablaba más, una camisa blanca y unos pantalones jeans negro, si su madre no lo hubiera acompañado muchas veces a comprar ropa pensaría que ni siquiera conocía su talla porque aquellos pantalones le ajustaban demasiado a su parecer y la camisa casi que no dejaba a la imaginación, que incluso con las protestas de su madre se colocó una playera blanca por debajo de ésta porque no quería lucir revelador frente a todos los Choi.
Cuando estuvieron todos sentados en la mesa él lo hizo junto a sus padres, y frente a los hermanos Choi, pero parecía que su presencia no tenía relevancia, al menos para la persona que debería tenerlo, porque la señora Choi no dejaba de hacerle preguntas casi sin permitirle comer porque no podía responder con comida en la boca, era de mala educación y sería imperdonable si lo hiciera, tal vez su mamá hubiera gritado hasta que la escuchasen sus amigos, porque ella siempre estaba recordándole la educación que le habían dado en casa. Agradeció mentalmente el momento en que la señora Choi encontró un tema de conversación con su madre, y ahora él no apartaba la mirada de su comida porque si la levantaba se encontraría con los hermanos Choi frente a él.
—Tae Min-ssi —fue llamado, él levantó la mirada de su plato para ver al hermano de su prometido observándolo.
—¿Sí?
—¿Cómo ha sido estar en Corea? ¿Ha sido bueno?
Sonrió —lo ha sido, aunque un poco aburrido el tener que ir solo a algunos lugares, definitivamente esos lugares están hecho para ir acompañado —hizo un mohín con sus labios.
—Oh... Y dime Tae Min-ssi, ¿te gusta Corea? Imagino que extrañas a Los Estados Unidos.
—Sí, pero más que extrañar al país, extraño a mis amigos, sin embargo Corea es bonito.
—Esperemos que no cambies de opinión, ¿y qué te parece si para esos lugares que necesitas compañía sea yo el que te acompañe?
—¡Eso sería grandioso! —Sus ojos se ampliaron y cubrió su boca con su mano —lo siento —inclinó un poco su cabeza disculpándose por su grito, vio a su mamá negar con la cabeza, esperaba al menos no ser regañado al llegar a casa.
—Creo que será divertido.
La cena continuó entre pequeñas pláticas entre todos o casi todos porque Min Ho parecía estar ausente todo el tiempo, ni siquiera había levantado la mirada de la comida y cuando no la veía estaba en móvil bajo la mesa, Tae Min comprendía eso porque él también lo había hecho muchas veces para que sus padres no lo regañaran, eso era cuando tenía pláticas muy interesantes con sus amigos en alguna red social y no quería que perderse de nada, sin embargo muchas veces fue regañado por haberlo hecho, al menos esa cena fue agradable si tenía a Min Seok hablándole como si fueran conocidos de años, y aunque él estuvo quedándose en esa casa por un poco más de una semana ahora se sentía más cercano al hermano de su prometido porque por lo general nunca estaba en casa a la hora de la comida, en las tardes no llegaba a comer y en las noches llegaba tarde.
—No, ¿en serio? —Tae Min colocó el dedo índice sobre sus propios labios para pedirle a Min Seok que bajara la voz, llevaban hablando más de una hora luego de la cena.
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Prometidos.
FanfictionAlgunos creen en el futuro marcado. Otros no. Algunos creen que se forjan su propio futuro. Y otros creen que los obligan a forjar su propio futuro. Sea cual sea la razón, hay un futuro esperándote. Habían sido comprometidos desd...