3. El palacio.

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La carretilla se paró en seco en frente de un edificio grande y oscuro, parecía abandonado pero estaba lleno de soldados. -Rene, Rene, despierta ya hemos llegado- le dijo William a Rene. El soldado que se ocupaba de llevar a los niños a palacio hecho a William y a Rene fuera del "carruaje".

Mientras los agarraba con fuerza de las manos se iban acercando a la entrada.-Esperad aquí- dijo el guarda y de repente sonó una voz dulce como la de una sirena -venid aquí niños, no tengáis miedo. A partir de hoy yo seré vuestra madre- los niños asustados fueron hacia aquella mujer que aunque tuviese una voz dulce, de aspecto y carácter era todo lo contrario. Así era la reina y desde entonces Rene y William se quedaron en palacio, ese lugar extraño en el que por dentro tenías que estar loco para pasear por sus pasillos.

La reina acompaño a los niños a sus dormitorios y les dijo que dentro de una hora les vería en el comedor. William tenía a Rene cogida de la mano y cuando está estuvo en su cuarto William le dijo que no tuviese miedo que él estaría allí para lo que fuese. Y Rene se instaló en su habitación mientras que William y la reina iban al cuarto de chico. Entre ambos había un silencio incómodo más bien aterrador hasta que por fin llegaron a la habitación y el silencio se fue.

-Mira William sé que esto va a ser difícil para ti y para Rene pero créeme cuando te digo que no lo hago por maldad, bueno esta será tu habitación está al lado de la de Rene los dos tenéis la mismas reglas ¿ya sabes cuáles son?- y el niño asintió con la cabeza- te espero a ti y a Rene dentro de una hora en el comedor.- Después de esas palabras de la reina a William le dio un escalofrió no se imaginaba que el resto de su vida fuese junto a esa señora por lo menos se consolaba diciéndose a si mismo que un día vendría su hermano y que por lo menos no estaba solo, tenía a Rene.

Rene.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora