Luis Eduardo Aute

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Que el final de esta historia (enésima autobiografía de un fracaso), no te sirva de ejemplo.

¡Ay! amor mío, que terriblemente absurdo es estar vivo; sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido...

Aunque ya todo es nada, no sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro. Por saber de tu vida; no creo que vulnere ningún mandamiento.

¿Tan terrible es el odio? que ni te atreves a mostrarme tu desprecio...

Pero no me hagas caso, lo que pasa es que este mundo no lo entiendo.

L. E. Aute

RecortesWhere stories live. Discover now