El Lobo Feroz

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Las cadenas resonaban al chocar, le apretaban sus muñecas y sus tobillos de una forma brusca.
Uno de los peores asesinos, uno de los peores hombres, uno de la peores monstruos....¿Cómo podría ser que lo atraparan? ¿Cómo había llegado tan bajo, como para dejarse llevar por unas cadenas a aquella aldea? Era simplemente irreal
Todos susurraban sandeces, cosas horribles sobre cómo un ser blanco estaba entre la venta de esclavos negros, lo que no sabían era que él no iba a hacerle de esclavo, él simplemente estaba ahí porque no había en donde dejarlo más que a la vista del vendedor o podría suceder algo trágico...Aunque bien, podría suceder incluso con el vendedor cuidándolo, entonces, ¿porque no pasaba nada? ¿Era que se había dado por vencido después de tantos años?

***

Su piel era demasiado blanca, sus ojos eran de un café extraño, casi rojo, su cabello era tan negro como cualquier pluma, de cualquier cuervo, iba a paso firme, analítica, observando y analizando a todos, frívola, pero alegre, raro de explicar, pero tan sencillo como que las hojas de los árboles caen lentamente y con gracia.

Volteó por unos cuantos segundos...Y la historia comenzó

Sus miradas se juntaron, contrajo los músculos por la impresión, lo cual hizo a las cadenas sonar, como una advertencia de que iba a escapar.
Ambos estabas cautivados por los ojos del otro, por lo que se fueron acercando para verlos mejor.

Él ya no pudo dar más pasos hacia delante por las cadenas, pero ella no paró, ella siguió caminando hacia él.
Se miraron por otros largos segundos, largos y deleitosos segundos para ellos, como cuando un niño está en trance por probar un dulce.

El vendedor jaló las cadenas, haciendo que retrocediera y cortara sus miradas.

-Lo quiero-Dijo ella firme.

El vendedor se quedó pasmado por un momento, luego río, y volvió a la normalidad.

-No lo creo.

-¿Cuánto por él?

-Caperucita, me parece que no lo has entendido, no está en venta.

-Dime el precio, pagaré lo que sea.

-No te lo daré, no sabes en lo que te metes, él es "El lobo", el asesino más despiadado que ha existido.

-¿Asesino despiadado? Te equivocas, solo hay que conocerlo, ya verás que no es así.

-No está en venta, no dejaré que vuelva a asesinar a nadie más, hoy mismo será ejecutado.

La chica de la caperuza se acercó cuidadosamente al oído del vendedor y le susurró una cantidad de dinero realmente razonable, tanto como para dejar libre a un asesino, nunca sabré de donde consiguió tanto dinero, para tanto sufrimiento...

El hombre le entregó las cadenas del lobo y recibió el dinero, rápidamente lo guardo en su carreta para que nadie lo viera.

Ella caminó hacia su destino con las cadenas en mano, y al lobo siguiéndola forzosamente....o eso creerían todos.

Él se acercó al oído de ella y musitó "¿Que crees qué haces?"

Caperucita solo sonrió triunfante, extraña, satisfecha...no sabría explicarlo, pero sonrió.

Todo el pueblo volteaba a ver, esta vez susurraban cosas devastadoras.

-"La matará....la matará y luego vendrá por nosotros"
-"Va a huir y volverán a haber muertes"
-"¿Cómo pudieron vendérselo? Debió ser ejecutado"
-"Pobre niña....no durará viva con el ni un día"

*****
Claramente esto es solo la parte uno..... habrá más.

_LaMarihuanaEsBuena_

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