Las Dos Reinas de Rhye

Capitulo 1

Hayley:

Leía página tras página con mucha atención. Me parecía sospechoso que los Shilton tuvieran una librería secreta de la cual ni sus hijos tuvieran conocimiento de su existencia. El libro que estaba leyendo era sobre una antigua leyenda sobre la familia. De repente, algo increíble me sorprendió.
"[.. .] Y una vez que la hija primogénita haya superado todos sus temores y todos los retos, ascenderá bajo el nombre de Astrid von Leonhardt". Algo tenía que estar mal. Era imposible que la reina Astrid, la reina más bondadosa y compasiva de todos los tiempos fuera una asesina despiadada. Y más encima ya le conté sobre mi descubrimiento. Tengo que hablar sobre esto con alguien, no me queda mucho tiempo.
Salí corriendo hacia la casa de Frank, un amigo en quien podía confiar. Repentinamente, sentí un gran dolor en la parte trasera de la cabeza. Eso es lo último que recuerdo.

Astrid:

Justo a tiempo! Estuvo a punto de arruinar todos mis planes. Ahora la tengo aquí a mis pies. Escuchaba el hermoso sonido de mi cuchillo siendo afilado, y también podía sentir la exitacion en todo mi cuerpo. Me provocaba una ansiedad enorme la idea de ella siendo apuñalada por mi. Tenía que esperar a que ella estuviera consciente para poder sacarle el máximo de información posible y asegurarme de que no le haya contado a nadie, por si acaso...

Hayley - 30 minutos más tarde

No se se donde me encuentro. Todo es oscuro y hay mucha humedad. Y ahí la veo a ella. Mi reina Astrid parada con un cuchillo en la mano. Se acercó a mí y comenzó a hablar:
-Veo que has despertado. Pues es hora de comenzar.
Rodeó lentamente mi cuello con su cuchillo, sin presionar, y comenzó nuevamente.
-Dime... Le has contado a alguien sobre tu descubrimiento? Dijo con una voz suave pero demoníaca.
-N-n-no. Estuve a punto de hacerlo pero no alcancé.
-Mmm... No parece que estuvieras mintiendo... Bueno pues! Es hora de morir!
Me intento apuñalar con todas sus fuerzas. Yo no sabía que estaba pasando, pero por alguna razón el cuchillo se devolvió hacia ella y se le enterró en el apéndice.
-No! No es posible! -Se puso a gritar. -
Eso es magia negra! Los magos se han extinguido en este mundo!
Noté que ya no estaba atada, asique me levanté y corrí con todas mis fuerzas. Una puerta se abrió delante de mi. No sabía si era un portal o realmente una verdadera puerta, pero entré de todas formas. Ahí, un mundo que nunca antes había visto apareció ante mis ojos.