Capítulo 18.
La cerradura sonó. _________ de inmediato cerró los ojos sobre el diván, haciéndose la dormida. Había tomado un baño hace más de una hora... Y conservaba el cabello mojado, humedeciendo la fina tela del bonito diván. Suga cerró la puerta. Fue hasta ella para mover sutilmente su hombro, tratando de despertarla.
— ¿Hmm? — Respondió ella, entreabriendo los ojos y frunciendo el ceño.
—¿No quieres dormir adentro? Aquí hace frío...— Le susurró. _________ se fijó detenidamente en los finos labios de Suga, en su apetecible boca. Aquella que había probado toda la noche. No sabía qué mierda le pasaba esa mañana. Maldición. Como nunca, había amanecido sensible.
— Sí... — _________ se sentó sobre el diván, fingiendo fatiga y sueño. Suga se volteó a mirarla, una bonita sonrisa salió de sus labios al verla estirarse sobre el mueble.
Por mucho que intentaba no mirarla, no lograba quitarle la vista ni una sola vez. Sus ojos, su boca, su bonito cabello, su lengua...Cada vez que remojaba sus finos labios. Su propia voz. Su mirada. Le jodía. Le jodía tanto pasarse todo el día pensando en una sola mujer. Una sola sonrisa. No estaba acostumbrado a eso, nunca había sido entrenado para ese tipo de sentimientos. Siempre había sido él y sus polvos diarios. Él y diferentes mujeres. Él y una puta más.
_________ se puso de pié, moría de ganas por quedarse... O mejor dicho, porque él le pidiera que se quedase. De mala gana caminó hasta la habitación.— _________. — La llamó él.
—¿Sí? — Se volteó ella. Con una llamita de fe.
— Ven... — le dijo Suga. _________ sintió que moría. ¿Desde cuándo se ponía de esa forma? No sabía, y no quería ponerse a pensar. Simplemente caminó hasta él.
— ¿Qué? — Le preguntó ella, fingiendo desinterés.
— Nada. —Susurró él. Tenía a _________ a tan poca distancia. Tan pocos centímetros, ella se le había acercado más de lo previsto. Y eso le gustaba más. Oh sí, maldición...Le fascinaba. Ella. Ella y toda ella. Le cogió una mano y la entrelazó con la suya, la piel de _________ Se erizó por completo. Bajó la mirada. — Estás fría...
— Sí... —Susurró ella, sintiendo que Suga había cogido su otra mano restante, juntándolas y metiéndolas suavemente bajo su fina camiseta y su cazadora de cuero.
— Espero que no te incomode.
— No...
— ¿Te ha comido la lengua el... —__________ se ruborizó por completo. — Espera...Creo que alguien más te la comió. —Suga le sonrió, haciendo que ella tampoco se resistiera y soltara una fina risa. — Y creo que fui yo...— __________ intentó sacar sus manos de bajo la camiseta de Suga. Al hacerlo, volvió a jalarla hacia él. — Y me gustaría hacerlo ahora... — Se acercó a sus labios, peligrosamente. Rozó su labio inferior sobre la pequeña comisura de los labios de _________. Su boca estaba húmeda. La necesitaba.
—Suga... — Murmuró __________. Ahora levemente extasiada. Todo esto le ponía tanto. Él. Sus manos. Cómo la tocaba. De qué forma. Sabía que punto tocar y qué usar. La lengua, los labios, los dedos y...Su increíble masculinidad.
— Dime, nena.
— No sé qué me pasa... — Susurró ella. Una oleada de lujuria se paseó por el cuerpo de Suga. Se empalmaría en cualquier momento, y esta vez...Necesitaría acabarla, llegar al jodido orgasmo. __________ le rodeó el cuello, apretándolo contra ella.
—Yo sí. —Le afirmó él. Los dedos de Suga se introdujeron entre las bragas de __________, levantando una tira de ellas en la parte izquierda de sus caderas, para rozarle la piel. Cuánto le gustaba.— Lo necesitas.— __________ cerró los ojos. Se mojaría. Tanto...Que rogaría por un poco de su medicina, aquella que solo Suga podía darle. — Tanto como yo...
— Sí... Te necesito... — Abrió los ojos con delicadeza, ahora encontrándose con los ojos del Suga salvaje, lleno de lujuria y apunto de tumbarla sobre el diván y hacerla suya de nuevo. Suga volvió a besarle la boca. Se había acostumbrado a su sabor, a lo bien que sabía su lengua. Le gustaba muchísimo. A punto de posicionarla sobre el diván, y acostarse sobre ella... Alguien tocó la puerta del departamento con fuerza, apunto de tumbarla.
Suga tuvo que separarse de ella con dificultad. Mierda. ¿Quién se atrevía a tocar la puta puerta de esa manera? Y lo peor... ¿En un momento como ese? Reventaría a quien quiera que fuera que tocara de esa forma.
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«¿Secuestrada?» | BTS SUGA Y TÚ. | [HOT]
FanficCuando a Min Yoon Gi (conocido mundialmente como Suga), uno de los criminales más buscados en toda Corea del Sur, le convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Gangnam, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó...Fue...