Capitulo 3.
"Declaran desaparecida a __________ Jung , hija del empresario _________ Jung , desde ayer por la noche después de no encontrarla en su residencia en Daegu. La policía aún está buscando testigos, pero las únicas personas que habían viajado con ella también están desaparecidas..."
El somnífero había hecho efecto en ella desde que habían partido de Daegu. No
específicamente en un avión de primera clase, sino más bien en una agencia de la que ella jamás había oído hablar. Con amenazas, algunos gritos y llantos, Suga había logrado que __________ no hablara en todo el viaje. Qué carácter tenía esa mujer. Discutía tanto con él como podía. Cada vez que tenía la oportunidad. ¿Acaso no sentía ni un poco de miedo con él? Era diferente...muy diferente a cualquier otra.Suga la tomó del brazo. Después de ocho horas de viaje, era la primera vez que la tocaba. La sostuvo fuertemente, __________ solo cedió. Él metió las llaves del departamento en la cerradura y procedió a abrirla. Hizo entrar a __________.
— ¿Te gusta? — Le preguntó a él, refiriéndose al departamento.
— No. — Le respondió ella. Seca. Y con un hilo de voz. De inmediato se adentró más al pequeño cuarto que Suga había conseguido para los dos.
— ¿Pensabas que iba a comprarme una suite solo para tenerte a ti? — La vio entrar. Delicadamente posó sus ojos en las caderas de ella, sin que __________ lo notara del todo. Relamió los labios ahora al observar su delicioso trasero, y sí...tal vez pensar un poco...todo lo que haría con él. Cerró la puerta del departamento. Solo él sabía cómo asegurarla por si __________ quisiera escapar. Dos candados. Tres y después se hicieron cuatro. Una barra de seguridad. Y otra amenaza. — Creo que no tengo que volver a repetirte lo que te pasaría si intentas salir, ¿no?
__________ ni siquiera le respondió. Su cuerpo empezaba a debilitarse. Ahora más que nunca deseaba dormir. El maldito somnífero de Suga, que él había utilizado en su pañuelo, le había hecho efecto...O tal vez solo deseaba llorar un poco en algún lugar lejano, sin que él pudiera verla.
— Necesito dormir...— Le confesó ella. Suga la miró de reojo. No es que realmente le importara lo que ella necesitaba, su misión era solo tenerla y exprimir todo el dinero que pudiera conseguir de ella, pero de alguna u otra manera... Quiso atenderla.
— No hay lugar. — Le dijo él. Por primera vez se atrevía a mirarla a los ojos.__________ también lo hizo. — Esto no es un hotel, nena.
— No necesito una cama, solo necesito dormir. — Le dijo ella, ahora con la voz debilitada. ¿Qué mierda le pasaba? De pronto se sentía peor que nunca. Descompuesta. Lo último que le faltaba en ese momento era enfermarse.
Suga escuchó sus últimas palabras. Se adentró a la única habitación que había en ese pequeño departamento y entrecerró la puerta para que __________ no pudiera observar lo que hacía allá dentro. Sacó un par de sábanas y una manta gruesa para luego tenderlas en el piso.
— Duerme aquí. — Le dijo él. Frío. Como siempre. __________lo escuchó y fue hasta la habitación en donde Suga estaba.
— Gracias... — Susurró ella, sorprendida. No se esperaba ese gesto de él. Levantó la mirada. Qué guapo era...De verdad. Le gustaba mucho mirar sus ojos. Aunque pareciera una tontería.
Él asintió.
— __________ ...— Murmuró él. Y a ella le dio un pequeño escalofrío al escuchar su nombre entre sus labios. Tanto que llegó a erizarle la piel. — No causes problemas, ¿sí? No quiero tenerlos contigo. — Le dijo, antes de cerrar la puerta de la habitación. Con todo esto no había llegado a preguntarle su nombre. ¿Cómo se llamaba? Aún no lo sabía. Pero después de todo no había resultado tan mal... observó lo que había hecho por ella para que pudiera dormir y le dieron ganas de llamarlo. Preguntarle su nombre...Se rió de ella misma al escuchar sus propias fantasías.
¿Qué dirían sus amigas de algo como eso? Volvió a reírse. Ahora se concentró en su ropa. No se la cambiaba desde ayer. Como odiaba aquello. Volteó a mirar la puerta de la habitación, completamente cerrada...No perdería nada si se cambiaba ahí mismo. Así que se quitó la ropa que traía desde ayer y se adentró en el pequeñísimo baño que había dentro de la habitación, colocándola sobre el lavabo. Su bonito encaje quedó al descubierto, junto con esas bonitas braguitas de ceda que le remarcaban muy bien las deseables caderas y trasero. Se quitó los tacones, deseosa por descansar por fin. Salió del baño, después de haber lavado como pudo su ropa y dejándola secar y al cabo de eso se acostó sobre las sábanas que habían en el piso.Pero que buena estaba...Muy buena, buenísima. Con todo en su lugar. Y si empezaba por las piernas, pararía en un lugar prohibido que su lengua moría por probar. ¿Qué pasaría si se la comía ahora? Suga intentó aguantarse las ganas. Miraba todo desde la puerta. ¿Es que acaso era un estúpido plan para empalmarlo como nunca en su vida? Relamió los labios, ahora mirándole los pechos, redondos y jugosos...deseó tanto lamerlos ahora mismo... Hasta hacerla gritar tan fuerte como podía. Era su única petición. Hacérselo. Tanto. Duro. Durísimo. Meter su miembro entre esas piernas deliciosas. Hacerla gozar hasta escucharle pedir más y más. "Cierra la puta puerta... " Se dijo a sí mismo. Dándose cuenta de la enorme erección que ahora adornaba sus pantalones con solo mirarla tendida sobre esas sábanas, con una bonita lencería. "Y cuanto amaría sacársela con los dientes ahora..." dijo entre sus pensamientos. Oh mierda...qué Diosa. "Entra y fóllala..." Le dijo su subconsciente muy dentro de él.
Suga cerró y abrió los ojos rápidamente, necesitaba irse de ese lugar antes de que pudiera terminar irreconocible con ella. Follándola con todas las fuerzas de su cadera. Cerró la puerta sigilosamente. Vaya, estaba empalmado y con la vista más nublada que nunca, necesitaba follar, follar duro con alguien, ahora mismo. Y no se aguantaría las ganas.
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«¿Secuestrada?» | BTS SUGA Y TÚ. | [HOT]
Fiksi PenggemarCuando a Min Yoon Gi (conocido mundialmente como Suga), uno de los criminales más buscados en toda Corea del Sur, le convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Gangnam, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó...Fue...