Give It All: ◈[Kookmin]◈

Capítulo 3

Pov Jungkook

Alguien tocó el timbre, dejé a Jimin cargara a los dos bebés en lo que yo bajaba, cuando abrí la puerta era la familia de él.

— Jungkook — sonrió su mamá.

— Pase por favor — me hice a un lado.

Los padres y el hermano de Jimin se sentaron en la sala, mi familia llegaría más tarde, subí con Jimin para vestir bonito a los bebés. Le puse un pequeño vestido azul claro a Min y a Dae un pantalón de mezclilla junto a una camisa azul. Cargué a la pequeña y Jimin a Dae, bajamos y su familia se acercó a nosotros.

— ¿Puedo cargarla? — preguntó su papá.

— Por supuesto — sonreí.

El papá de Jimin cargó a Min y su mamá a Dae, unas cuántas lágrimas cayeron de sus mejillas. No pude evitar sonreír como idiota.

— Se parece a ti, Jungkook... — dijo su hermano.

— Pero también a Jimin — respondió su mamá.

Todos reímos, Jimin me tomó de la mano y me sonrió. Sus padres pasaron un buen rato con nosotros, cayó la noche y se tuvieron que ir. Di un largo suspiro, mi familia no había llegado aún. Alguien llamó al celular de Jimin, se puse de pie y se dirigió a la cocina para contestar.

Pov Jimin

*¿Diga?*

*Jimin...*

Era la voz de Yoongi, sonreí un poco al haberla escuchado, ¿Pero por qué?

*Quiero conocer a tus pequeños... ¿Puedo ir mañana?*

*El día que tu quieras venir, Yoongi. ¿Vendrán los chicos también?*

*Yo supongo que si, estoy muy emocionado de verte...*

*¿A mi?*

*Y a los niños también*

Nos pusimos de acuerdo, Yoongi vendría mañana a primera hora, seguramente con los chicos también. Colgué y volví con Jungkook, estaba dándole pequeños besos a los bebés en sus mejillas. Me recargué en el marco de la puerta de la cocina y lo observé detenidamente, Jungkook se dió cuenta de que lo estaba viendo, se puso de pie y se acercó a mi con los niños en brazos. Quedamos a pocos centímetros, me miró fijamente y sonrió. Sus ojos no eran azules, pero definitivamente en ellos estaba mi cielo, me mataba lentamente el saber que lo bonito no eran sus ojos sino como me miraba, esa forma que con sólo mirarme podía ver dentro de mi. ¿Eso era posible? Estaba seguro que con solo cruzar nuestras miradas, él podía ver todo lo que yo ocultaba, mis miedos, mis alegrías, todo. Tomé con mi mano su barbilla y planté un beso en sus labios, los dos cerramos los ojos y seguimos besándonos. Nos alejamos un poco, no podíamos intensificar ese beso, no con los niños en brazos.

— Quiero cogerte ahora mismo, Park Jimin... — susurró en mis labios.

— Deja a los niños en las cunas... — respondí — Párteme el culo en cuatro...

No dudó dos veces y subió las escaleras, tardó varios minutos y bajó junto a los Walkies Talkies. Los puso cerca de nosotros, para escuchar a los bebés y me jaló del brazo para besarme, lamió mi labio inferior para que permitiera la entrada de su lengua e intensificamos el beso, dejábamos ligeros gemidos cuándo nos separábamos para tomar aire. Me cargó y seguimos besándonos, pegó mi espalda en la pared y quitó mi playera.

— Me encanta tu piel... — lamió mis labios.

Dejó varios besos en mi pecho, le quité su playera y la aventé al piso, miré su cuerpo, Jungkook me volvía loco. Mis manos acariciaron sus abs, él comenzó a besar mi cuello, mi miembro comenzó a vibrar, se sentía bien. Bajé mis piernas y quedé parado en el piso, bajé mi pantalón junto a mi bóxer y recargué mis manos en el mueble de la televisión.

— Realmente deseas que te la meta ¿verdad? — preguntó burlón.

Pov Jungkook

Me sorprendió un poco pero traté de ignorarlo, bajé mi pantalón y saqué mi miembro de mi bóxer. Ya estaba duro, empecé a jalarlo y lamí mi mano para ponerla en la punta de mi miembro. Puse una mano sobre su hombro, y con la otra comencé a meter mi miembro en su estrecha entrada. Solté un gemido y apreté su hombro.

— Tus paredes... Me queman... — jadeé.

Se sentía cómo si apretaran y quemaran mi miembro, pero era excitante esa sensación.

— Es que creo que tengo fiebre... — susurró.

Empecé a darles fuertes embestidas, los dos llenamos la casa de gemidos y el sudor corría por toda mi frente. Sentí un choque eléctrico por todo mi cuerpo, me vendría en cuestión de segundos.

— Déjalo caer en mi boca — jadeó.

Se puso en cunclillas y apretó con fuerza mi miembro, el líquido blanco salpicó en todo su rostro y solté un fuerte gemido. Nos pusimos nuestros pantalones de nuevo y subí a ver cómo se encontraban los niños, estaban dormidos, miré el reloj, faltaba una media hora para que despertaran y pidieran su leche. Sentí que Jimin me abrazó por detrás y recargó su cabeza en mi espalda.

— Te amo... — susurró.

— Te amo también — contesté.

Me alegraba que Jimin se estuviera comportando así, tan bueno, tan cariñoso.

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