Pasaron cinco días después de que me fui de Busan. Sentía una tristeza inmensa, afortunadamente me conseguí en tan poco tiempo un departamento para mi solo. Me senté en la esquina de mi cama y di un largo suspiro, extrañaba a Jungkook y a los niños... Vibró mi celular y corrí hacia la mesa para agarrarlo, tenía un mensaje, tragué saliva, ¿Será Jungkook? Abrí el mensaje, y si, era él.
=Buenos días Jimin, espero que te encuentres bien, sólo quería decirte que los niños y yo estamos en casa, por si quieres venir a verlos. Estoy seguro que te extrañan=
Le sonreí como idiota a la pantalla.
=Muy buenos días, Jungkook. Me encuentro bien, muchas gracias por avisar, definitivamente iré a verlos. Por cierto, ¿Ellos son los únicos que me extrañan?=
Mordí nervioso mi labio, moría de ganas por saber su respuesta.
=Nunca cambias, vienes con cuidado. Adiós.=
Me metí a bañar, me vestí y me dirigí a la casa que ahora era de Jungkook. Cuando llegué, toqué nervioso el timbre, tardaron varios minutos en abrir, para mi sorpresa estaba ahí el hermano de Jungkook. La sonrisa desapareció de mi cara, ¿Qué hacía éste en mi casa? "Bueno en la casa de Jungkook".
-Dongsaeng... -me saludó.
-Hyung... -devolví el saludo.
Se hizo a un lado para que yo pasara, no había ni rastro de Jungkook.
-¿Y tu hermano? -le pregunté.
-Bañando a los niños, puedes pasar si quieres -respondió.
Asentí con la cabeza y subí las escaleras, se oyó un pequeño grito seguido de una risa, era Jungkook. Me asomé en el que antes era nuestro cuarto. Estaba bañando a Young Min, me acerqué a él y toqué levemente su espalda.
-Hola -sonrió.
-Hey...
-¿Podrías ayudarme a bañar a Min? -me miró- Mientras desvisto a Dae...
Estiré los brazos y la cargué, comencé a mojarle su pequeño pecho, vi su vagina y no pude evitar sonrojarme. "Mierda Jimin, eres su padre. Deberías comenzar a acostumbrarte porque en los próximos tendrás que bañarla" dijo una voz dentro de mi. Terminé y la sequé con una toalla. Jungkook comenzó a bañar a Hyung Dae. Vestí a Young Min y la cargué. La observé detenidamente, estaba completamente seguro que cuando ella creciera sería muy hermosa, y para ese entonces debía prepararme ya que sería un papá tremendamente celoso. Jungkook cambió a Hyung Dae y lo acostó en la cama en lo que él se cambiaba la playera. Se la quitó ya que estaba muy mojada, dejando al descubierto sus abs y lo escaneé con la mirada, "¿En qué momento estaban ahí?" pensé.
-Pásame una playera del cajón, por favor -me dijo.
-S-Si... -susurré.
Abrí el cajón y saqué la primera playera que toqué, no podía dejar de ver a Jungkook, la aventé hacia él y se la puso.
-¿Ya desayunaste? -preguntó.
-Y-Yo... No -respondí.
-Llegaste en buen tiempo entonces -sonrió-Bajemos.
Asentí con la cabeza, Jungkook puso a los bebés en su carreola doble y se dirigió hacia la cocina, me senté en el sillón y acerqué a los niños a mi.
-¿Qué quieren de desayunar, muchachos? -gritó desde la cocina.
-¡Hot-cakes! -gritó el hermano de Jungkook.
-¡Waffles! -grité.
Habíamos gritado al mismo tiempo, su hermano me lanzó una mirada de odio, Jungkook tardó unos veinte minutos cocinando, se acercó al comedor y puso los platos en ésta.
-Ya siéntense -sonrió.
Los dos nos pusimos de pie y nos sentamos en la mesa, Jungkook había waffles, miré burlón a su hermano. "¡Toma eso!" le dije dentro de mi. Comenzamos a desayunar, los niños seguían profundamente dormidos.
-¿Y qué haces aquí? -me metí un pedazo de waffle a la boca.
-Que te... -Jungkook le interrumpió.
-Vino porqué se ganó una beca de las mejores universidades de ésta cuidad, se quedará aquí mientras mientras hace el traslado de su antigua universidad... -contestó.
Torcí la boca, "Así que éste hyung estaría aquí pateándome las bolas ¿eh?" pensé.
-¿Eres muy inteligente entonces, hyung? -le miré burlón.
-Apuesto lo que quieras a que mi coeficiente intelectual es mucho más alto que el tuyo, Dongsaeng -ladeó la boca.
Jungkook no pudo evitar una risa, quería lanzarme hacia su hermano y golpearlo.
-¿Y tu novia? -volví a preguntar- Tenías una ¿no es así? O ¿acaso te dejó por lo odioso que eres? -sonreí.
Le cambió la cara y se levantó de la mesa.
-Ya me voy, adiós -abrió la puerta y se fue.
Comencé a carcajearme en mis adentros, Jungkook me miró un poco molesto.
-Eso fue grosero de tu parte, Jimin -dijo- Está insoportable porque tuvo que dejar a su chica...
-¿Cuánto dura su beca? -contesté.
-Dos años y medio, creo -rascó su cabeza- Espero que no tengas problemas con eso...
-Para nada -di un sorbo a mi café- Ésta es tu casa y puedes hacer lo que quieras con ella -respondí.
Quedamos callados por varios minutos, ¿Qué tema de conversación podía sacar en éstos momentos? Me sentía feliz de que Jungkook y yo tuviéramos éste tipo de relación, aunque yo quería que siguiéramos como esposos...
-Y... ¿Has visto a los chicos? -preguntó.
Negué con la cabeza y bebí de nuevo mi café.
-¿Y tú? -lo miré.
-Hablé con Jin hyung ayer, tal parece que todo está bien en casa.
-Me alegro -susurré.
Volvimos a quedar callados, Jungkook se puso de pie y llevó sus platos a la cocina. Acabé rápidamente con mis waffles y fui con él, Jungkook estaba de espaldas lavando los platos. Mordí mi labio, dejé mis trastes a un lado y planté un beso en su mejilla.
-No, Jimin... -se limpió mi beso- ¡Basta!, dijimos que nos daríamos un tiempo ¿no? -me miró- No hagas que me arrepienta de haberte llamado...
Asentí con la cabeza y volví a sentarme en el comedor, los niños seguían durmiendo. De alguna forma me sentía mal por el rechazo de Jungkook, pero no podía arriesgarme a que me corriera y no me dejara ver ya nunca a los niños ni a él.
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