Veintitrés

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-Ven, siéntate.-

Nos sentamos en un banco de madera.

-Bueno, qué era lo qué me querías decir.-

Lo miro a los ojos.

-Pasó un mes desde qué me dijiste qué te gustaba.-

-Si.-

-Todo ese tiempo, me sirvió para darme cuenta... Martin, eri' la primera persona a la cuál le digo esto alguna vez en mi vida. ¿Queri' pololear conmigo?-

-M-Manu.-

Me acerco a él para darle un beso.

Le doy un beso y me aparta.

-Perdoname Manu, no puedo estar con vos. Tengo a alguién.-

En ese momento sentí la mayor vergüenza qué nunca había sentido en la vida.

Soy super yeta, muy pero muy yeta.

Puta la huea, si le hubiera dicho qué si. Estaría feliz con él.

-Ah, p-perdón.- Se me hace automaticamente un nudo en la garganta.

-No te preocupés, che, ¿era para esto? Es qué ando un poco ocupado.-

No weón, era también para qué nos fueramos a comprar unos vestidos a ripley.

-Yo también estoy un poco ocupado, me tengo qué ir ¿E-Está bién?-

-Si, nos vemos.-

Se va y me quedo mirando el piso, sintiendo como las lagrimas caían de mi cara.

Soy muy weón, todo por no darme cuenta antes.

En serio, ¿No te das cuenta? || ArgChiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora