cuarenta

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- ¡¡¡Martin, por favor!!! -

Temía por la vida del Arthur, de verdad.

En ese momento el Arthur cae al suelo, literal lleno de sangre por lo bríjido qué le había pegado el Martin, por un momento todo se calmó y había un silencio incomodo.

El Martin se da vuelta a mirarme.

- Perdonáme flaco. No sé qué me pasó. -

- ¡Si en este momento no te saco es la chucha, es porque de verdad, esto metetelo bién en la cabeza, de verdad, temo qué me hagai' lo mismo! -

Paso directamente del Martin a ver al Arthur esperando qué estuviera con vida.

Le tomo el pulso y sí, sigue en este mundo.

- Martin, no se te ocurra hablarme más, nunca. - Parecía una de esas típicas peleas con tú herman@ o mejor amig@ en las qué dices no te quiero ver más pero al otro día todo se arregla, pero esta vez no era así.

De verdad qué no era así.

- Flaco, de verdad... -

- Andate, a la mierda, letra por letra. -

- Fla... -

- Nada de flaco, voy a llevar al Arthur al hospital y si procura qué siga vivo porque después de llevarlo, yo mismo voy a ir a poner la denuncia de lo qué hiciste, no se va a quedar así. -

- Pero flaco, todo estaba muy bién hasta qué llegó este pelotudo... -

- Martin, ¿sabi' qué? Muérete, muérete. Yo no sé si en la foto el Luciano se te abalanzó o era una camisa parecida o directamente me engañaste, pero no era para hacerle eso, me lo podías haber explicado, de verdad. -

- Perdón. -

- Pero ahora, independiente de si me engañaste o no. Tengo otra razón para odiarte todos los días de mi vida. -

Trato de tomar al Arthur en brazos y no puedo.

- Flaco, lo llevo yo. -

- ¡ESTAY LOCO! ¡NO! -

Lo tomo en mis brazos y me apuro, cerca de donde estabamos había un consultorio, no un hospital, un consultorio, pero deben tener algo para pararle el sangrado o algo.

Lo llevo como puedo porque pesaba un poco, y cada paso qué llevaba hacía unas 500 oraciones para qué no le pasara nada porque se estaba desangrando mucho.

Llego al consultorio y digo.

- ¡Me pueden ayudar porfavor, está muy herido! -

De inmediato la gente se hace a un lado y me ayudan a ponerlo en una camilla, se lo llevan y me siento en un asiento que estaba ahí.

- ¿Qué le pasó? - Pregunta la gente desubicada.

- Le pegaron. - Digo mirando al piso.

Todos continúan haciendo lo qué hacían seguido de decir un qué se mejore.

Voy a ir a hacer lo qué mejor puedo hacer en este momento, sobretodo estudiando derecho.

Voy a la salida a tomar una micro.

Me subo y en el asiento trato de procesar toda la información.

Llevo mis manos a mi cara y espero unos segundos.

***

Una vez llego voy directamente.

- Hola. -

- Hola. -

- Quiero poner una denuncia. -

- Ok, ¿de quién? -

- Martin Hernández. -

N/A:

Lleve su suspenso bién gratis, llévele llévele.

Odio dejarlos en suspens... Bueno para qué miento, lo amo, lo qué pasa es qué divido los caps y los divido junto en las partes más importantes jj.

Eso bai.

En serio, ¿No te das cuenta? || ArgChiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora