Tierras

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Todo donde llegaba el bosque les pertenecía, Seræn era el nombre por el que los otros pueblos los conocían. Fuera de sus arboles se alzaban grandes ciudades humanas de piedra, aunque no todo pertenecía a los humanos, sin duda eran quiénes controlaban mas territorio, el norte y el centro del continente era suyo. Eran de los pocos que entraban en guerras, absurdas para algunos o con las que sin ellas no habría razón por la que  vivir para otros. El territorio se dividía en dos grandes reinos, Bladwen, bajo el mandato del Rey Rodán II, y el Imperio de Cid'Aris con la Dinastía Athon en el poder. Además de Caenard, una republica independiente cerca de las montañas.

Al Este se levantaban las Feronas, unas formaciones rocosas en las cuales habitaban en la parte Sur unos que en su dia fueron hermanos de los Seræn, los Theria'l, unos elfos que abandonaron los bosques y adoptaron el estilo de vida humano, gracias a eso avanzaron cultural, cientifica y artísticamente. Levantaban ciudades presididas por el gran castillo del rey Niedwin y su esposa Irdia. En la parte Norte de las Feronas habitaban una primitiva especie conocida por todas las tierras como los Certurias, aunque tenían aspecto de bestias y eran bravos como ellos solos, respetaban mucho a los pueblos vecinos, y siendo conocedores de su fuerza les ayudaban si necesitaban su ayuda. Mas al Este se hallaba el desierto de los Vethires, donde los únicos que sabían como subsistir alli eran los nómadas Vethir, eran bastantes pocos dado a las duras condiciones que tenían que soportar.

Al Oeste estaba el Mar de Gorcenas, en los cuales habitaban unos seres llamados Okar. Seres de piel azul, ojos grandes y capaces de habitar los fondos marinos y en ocasiones la tierra. Nunca mantuvieron relación con ninguna otra raza, ni diplomática, ni comercial, la información que se tenia de ellos era escasa o formaba parte de alguna leyenda. En esos mismos mares están las Islas de Merhan, esas tierras pertenecían a humanos que como los Theria'l abandonaron sus tierras de origen, su cultura era muy cerrada y al igual que los Seræn tenían una gran creencia en Ella.

Ella.

A lo que ellos llamaban Ella era a la representación de la naturaleza. La Madre de Todo y Todos, en su principio todos los pueblos creían, pero muchos al ver que lo único que hacia era retener en vez de avanzar, dejaron sus creencias a cambio del progreso. La mitología contaba que Feronas y Gorcenas sus hijos, eran los señores de las tierras y los mares, Feronas representaba la tierra y la estabilidad, y Gorcenas el agua y el cambio. Ademas antaño se contaban historias de unos a los que llamaban Los Tocados por Ella, grandes heroes que se les otorgaba parte del poder de Ella, pero hacia siglos que no se tenia conocimiento de ellos, y eso contribuyo a que se perdiera creencia en Ella. Los Seræn eran quienes tenían una mayor creencia, no exigia mucho, simplemente el respetarla a Ella y todo lo que es suyo, dado que su estilo de vida dependía de Ella. Su colonia se estructuraba de manera que el Arbol Padre, que en su copa se encontraban las familias mas importantes, quedase en el centro, ademas de ser el mas alto, se encontraba en el medio de la colonia, rodeado por otros 97 arboles donde habitaban las demas partes de la colonia. Los Seræn no gastaban mas recursos de los que debían, no cazaban de mas, gracias a eso recibían "el Trato de Ella" como lo llamaban ellos, consistia en que el bosque les respetaba igual que ellos a el. Contaban historias de osos pasando de largo al estar al lado de algun Seræn, de pájaros guiando a niños de vuelta a la colonia cuando se habían perdido y demás. Después estaban los Dressas, ciervos gigantes de los bosques que usaban algunos soldados elfo y que significaba una gran valentía y una alta posición en el ejercito, dado que no se pueden criar como tal, sino que deben ir a buscarlos al bosque y pasar La Prueba de Issel, el primer jinete de un Dressas.

Dibujo de un Dressas ilustrado en el Bestiario de los Bosques Seræn

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Dibujo de un Dressas ilustrado en el Bestiario de los Bosques Seræn.

Nerissa fue una de las afortunadas en pasar la prueba hacía ya varios años, ella pertenecía a la reserva del ejército de la colonia por lo que casi a diario practicaba esgrima, ella era una elfa de 36 años en ese momento, lo que para un elfo es plena juventud, ya que los sabios de la copa podían llegar a los dos siglos de edad. Tenia el pelo rubio y corto, además de una cicatriz en la ceja izquierda, los ojos verdes al igual que casi todos los de la colonia, era de baja estatura, otro rasgo distintivo de los elfos Seræn, el cual Adelar aprovechaba para burlarse de ella, Nerissa siempre estaba de broma, no era una elfa muy seria que se dijese, ella vivía junto a su padre y madre en la Copa, también tenia dos hermanas, aunque ambas tenían ya sus propias vidas junto a sus familias. Algo a destacar de ella es que tenia una escarificación en el hombro la cual se hizo cuando cumplió el primer cuarto de siglo de edad, y de la cual solo Adelar sabe de su existencia.

Adelar en cambio tenia 35, pelo moreno y relativamente corto para lo que solían llevar los elfos de la colonia ya que llevaba lo justo para hacerse una coleta y el pelo de la nuca corto, solía llevar una barba de pocos días y tenia los ojos de color miel, rasgo que compartía con los elfos Theria'l, el vivía únicamente con su madre, el paradero de su padre era desconocido desde hacia mas de 30 años. Adelar era el serio de los dos, no solia hacer bromas y si las hacia, las hacia únicamente con Nerissa. Ambos llevaban el pelo parecido, aunque Nerissa lo llevaba algo mas largo y la clara diferencia de color. Tenían una relación casi dependiente el uno del otro, Nerissa era la que estaba mas apegada de los dos, aunque cualquiera de ellos haría lo que fuese por el otro.

Ambos se conocían desde muy pequeños, cuando una vez Nerissa con su ansia de salir de la Copa y su refinado estilo de vida bajó sin el permiso de su familia, al rato de estar en la parte baja, no pasó inadvertida dado que llevaba unas ropas que no eran muy comunes en las Raíces. Y mientras paseaba por el mercado de las Raíces vio como unos muchachos robaban unas manzanas, asi que se decidió ir a por ellos como haría su padre, cuando los muchachos se sentaron en unas enredaderas que habían en uno de los arboles, se dispuso a hacerles frente, una vez llego a ellos.

-¡O devolvéis esas manzanas... o llamare a uno de los guardias! *Dijo muy nerviosa.

-¡¿A sí?! ¿Que va a hacer una "Copita" como tu? Esto no es como alli arriba.

Dicho eso el muchacho la empujo y tiro al suelo, con la mala suerte de que se dio un golpe en la ceja, al ser una niña pequeña se puso a llorar, en lo que el grupito se marchó, como no estaba muy alejada del mercado y al haber visto lo que pasó una mujer se le acercó, llevaba en una mano una cesta con comida y de la otra mano estaba cogido un niño pequeño algo despistado, eran Adelar y su madre Citra que venían de comprar algunas cosas para la comida, ella sin dudarlo se lanzo a los brazos de la mujer la cual se había agachado por ella. Fueron a su casa, donde Citra puso una pequeña venda en la cabeza a Nerissa, la cual se revolvió un poco en el momento de curarle. Nerissa y Adelar estuvieron jugando hasta que la comida estuvo lista. Después de comer Citra le pregunto a que familia pertenecía, la niña contesto, con lo que se pusieron en marcha. Al llegar al elevador, el cual siempre estaba custodiado por cuatro guardias que se acercaron de inmediato al ver a quien llevaba en brazos esa mujer, mientras los guardias llevaban a la niña hasta arriba junto a su familia dijo:

-¡Nos vemos mañana!

Desde entonces Nerissa bajaba casi todos los dias a ver a Adelar. Si no le dejaban se escapaba, con lo que al final al saber de quienes se trataba su padre le permitía poder bajar. Cuando ya tuvieron edad salían al bosque y en contadas ocasiones a Adelar le dejaban subir a la Copa.

Tocados: FloraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora