Aquella tarde, (...) se dirigió a casa temprano.
La habían invitado a una fiesta, y quería arreglarse con tiempo, pues era algo impuntual.
-Llegué -anunció una vez que llegó, aunque no recibió respuesta. Ya era de esperarse, seguro sus padres habían ido a cenar.
Corrió a su habitación y se metió a la ducha.
El agua estaba fresca, y su cuerpo se relajó en cuanto estuvo en contacto con ella.
Inconscientemente vino a ella, el recuerdo de Raito hablándole.
Su voz, sus ojos, no llevaba su típico sombrero, y era la primera vez que hablaba con el.Nunca le interesó, pero por alguna razón no salía de su cabeza.
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Cuando terminó de bañarse y vestirse, se dispuso a peinarse y maquillarse.
Amaba el delineador, y el labial rojo, un poco de base, rubor y máscara.
Una vez lista, salió de su habitación, esperando el mensaje de texto de uno de sus amigos -que accedieron a pasar por ella-
Estamos afuera.
(...) salió de casa en punto de las 7 pm, en cuanto cruzó el jardín de su madre, divisó el convertible rojo de Kou, era un completo idiota, pero había aprendido a aguantarlo y hasta encariñarse con el.
En los asientos traseros iban Belen, y Yuki, otros de sus muchos amigos.
-Entra ya... -la apresuró con una sonrisa el rubio a lo que ella rodó los ojos.
En cuanto subió, el chico arrancó y se dirigieron a lo que sería su primera fiesta.
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-Vamos -Belen le dio la mano en la entrada de la casa. (...) supuso que era para que ella, -siendo novata en aquellos lugares- no se perdiera.
Belen, era una chica divertida, seria, violenta y audaz. Así que debía confiar en ella, pues su lugar eran las fiestas como esa, pudo distinguir muchos rostros en aquel lugar, muchas celebridades, pues eran de su escuela, y ahí todos se conocían.
-No te muevas... -fue lo único que alcanzó a escuchar de parte de su amiga peliazul, antes de que se alejara. Estaba sola, muchas personas estaban bailando, otra besándose, tomando o coqueteando.
Olía a cerveza y a sexo.
Las fiestas no eran lo suyo, y lo supo cuando unos brazos le rodearon la cintura.
-(...) -le habló una voz ronca, para después oler su cabello.
Era Mukami Kou.
La pelinegra se separó de el, sintiéndose incomoda.
Kou se acercó demasiado a ella, su aliento era caliente y olía a alcohol.
-Kou... ¿Qué haces? -pregunto molesta. Ese comportamiento la estaba asustando.
-Siempre he querido hacer esto.
-Ya basta -su corazón latía desbocado, y estaba asustada.
Como pudo se alejó corriendo de el, lo más que pudo, para después salir por la puerta trasera, encontrándose con un jardín. Había columpios, y un par de bancas.
Un par de lágrimas salieron de sus ojos, enseguida las limpió con las mangas de su blusa.
-¿Por qué lloras? -preguntó alguien a su lado.
No sabía que había más gente, creyó que aquel lugar estaba solo, pero por lo visto, no era así.
-Yo... no lo hago -cuando se volteó vio a Raito Sakamaki.
-Vamos, no tienes que mentirme -se molestó, mientras se cruzaba de brazos.
-Lo lamento -se sonrojó.
No conocía esa parte de el, más bien, no lo conocía.
-¿Por que estás aquí? Está claro que no es tu lugar -le dijo.
-Pues... no lo se -respondió (...) -Y tu... ¿Por qué estás aquí? -preguntó mirándolo de reojo.
-Yo estoy aquí, por las chicas... Quería acostarme con una, o tal vez dos... -(...) se sonrojó al escuchar eso.- Pero, ahora me parece aburrido -Admitió.
Nadie dijo nada después, no sabían que decir, o no tenían que hacerlo, se sentían cómodos así.
-¿Cual es tu nombre? -preguntó Raito a la pelinegra, mientras ambos miraban las estrellas.
-(...)
-Yo soy Raito -habló.
-Entonces... ¿Te parece aburrido? -preguntó (...) intentando iniciar una conversación.
-¿Que?
-Acostarte con chicas... -dijo nerviosa.
-¿Acaso es una
insinuación? -cuestionó mientras en su rostro se pintaba una sonrisa ladina.
La primera desde hace unos días.-No -dijo en seguida la chica, mientras se sonrojaba por aquella sonrisa.
"Las sonrisas de Raito son destrucción" había oído una que otra vez en los pasillos del colegio. Ahora lo entendía.
Ese chico podía hacerte sonrojar con solo una sonrisa, pero destruirte por dentro.
Su corazón latía con violencia. Había olvidado el incidente minutos atrás con Kou.
-Me alegra -dijo -La mayoría de las chicas que hablan conmigo, es por que buscan placer, o para sentirse mejor, yo veo a todas las chicas hermosas, y a veces solo me buscan para subir su autoestima -miró la luna que comenzaba a aparecer.
(...) se sorprendió por aquella confesión.
-S-se que encontraras a alguien especial... -susurró intentando sonreír.
-Tal vez -sonrió de vuelta el pelirojo, acercándose a ella.
La pelinegra se sonrojó, podía oler su aroma, masculino y salvaje.
Su corazón estaba a punto de salir de su pecho, y millones de chispas surgían en su estómago.
Raito la miró a los ojos, para después unirse, en un beso salvaje, en el que sus labios encajaban como si estuvieran hechos el uno para el otro.
Ambos se necesitaban aunque significara destruirse. No importaba estarían ahí para unir las piezas de nuevo.
The End
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Teach Me + raito
FanfictionONE SHOTS ❝¿Qué clase de corderito entra a la guarida del lobo y cree que puede hacer un trato con él?❞ Editando