Los colores parecían ser infalibles
cuando se derivaban el el brillo de su iris;
gravaban la divergencia con diligencia,
y de repente se tornó grisáceo.Aun así,
él miraba sus ojos con adoración,
y podía sentir toda su pasión.
Pero cuando los cerró,
jamás volvió a ver el resplandor,
sin saber lo que es vivir a color.
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Gardenia
PoetryColección de poesías cortas. Amores en el Jardín I. «Gardenia, dijo ella con sonrisas entre risas; su imagen no la olvidé, su rostro fue inigualable, y su voz inefable cual altavoz se reprodujo». Abigail Greene, 2017. Reservados todos...