La luz atravesó su ventana.
Desapareció la oscuridad tras la cortina.
Llegó a las puertas de su alma.
Tocó tres veces sin saludar.
Pretendía recibir su sonrisa despertina,
antes de la víspera latina.
Así se llamaba lo que siempre llegaba
antes que el sol se colara.
Ríe cuando lo ve,
tratando de grabarlo por última vez.
Ella no lo sabía.
Él no se atrevió a contárselo.
Cuando se fue,
sus ojos se impregnaron en el mar.
Sabía con certeza que mañana ella le iba a esperar
pero él...
Él no iba a estar.
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Gardenia
PoetryColección de poesías cortas. Amores en el Jardín I. «Gardenia, dijo ella con sonrisas entre risas; su imagen no la olvidé, su rostro fue inigualable, y su voz inefable cual altavoz se reprodujo». Abigail Greene, 2017. Reservados todos...