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Y llegó por fin el viernes, el día esperado. Aproximadamente eran las nueve de la noche. Ellos iban en camino a tal lugar que causó tanta diversión como desgracia.

—Hace mucho que no venía aquí... —murmuró Kellin mientras se aferraba a la mano de Vic.

—¿A qué hora regresamos al hotel? —intervino Jack mirando a su pareja, Alex. éste le regaló una sonrisa y un pequeño beso en sus labios. El ojiverde se sentía bien que su mejor amigo encontrara un amor correspondido.

—Estoy preocupado por Copeland.

—Zack es una buena niñera, tranquilo. —Sonrió Alex brindando confianza, tratando de que el padre se calmara.

El moreno se incomodaba cuando había otra pareja acompañándolos, por alguna razón. Igual estaba muy quieto y callado cuando Alex estaba presente, lo miraba prudente, como si fuese a atacar a algo que quisiera.

—Entremos.

Asintieron todos.

—Te amo, Kellin —Vic le besó la mejilla y lo rodeó en sus brazos.

Hace tiempo ya no le decía esa palabra. Alg dentro de él se sintió vivo y lleno de una alegría. Aunque sus inseguridades e interpretaciones plasmados en su mente no les permitiría arruinar la noche.

—Querido, hace frío —dijo Kellin—. Vayamos adentro.

Vic despertó asustado removiéndose brusco de la cama, como si su alma hubiera regresado al cuerpo, estaba sudando y su respiración se agitó provocando jadear; un sueño, un simple sueño; revisó la hora, madrugada

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Vic despertó asustado removiéndose brusco de la cama, como si su alma hubiera regresado al cuerpo, estaba sudando y su respiración se agitó provocando jadear; un sueño, un simple sueño; revisó la hora, madrugada. Giró a su cabeza hacia un lado y Kellin no estaba.

—¡Joder! —Se levantó de la cama aun con un poco de dolor en su cabeza—. Kellin... ¡Kellin!

Seguía llamándolo hasta que notó unas maletas cerca de la puerta... De repente, unos pasos se aproximaron y se abrió completamente la puerta, dejando ver a su novio fastidiado ante sus gritos.

—¿Qué quieres? —dijo de mala manera el nombrado por Vic.

—¿Qué es eso? —respondió con una pregunta señalando con su dedo.

—¿Una maleta? —imitó su acción.

—¿Me... me estás dejando?

—¿Y?

—Basta de responder con preguntas... Sólo dime.

—¿No recuerdas algo? —El moreno estaba confundido, ¿tenía que hacerlo? Lo único que recordó fue cuando entraron al club y ya. Entonces negó con la cabeza. Kellin suspiró continuando—: Pero dijiste que anoche terminaste en Palm Springs bailando en las mesas—canturreó como si lo imitara—, te peleaste con una perra en el club... Nos echaron, en el hotel perdiste tus zapatos.

Lo dicho, tenía un tono quebrado y también decepcionado; en el rostro de Vic pareció preocupante.

—Y lo peor que besaste a otra persona, alguien en específico que ni merece ser mencionada. La... seduciste...

I'm low on gas and you need a jacket ; kellicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora