Divalejo - Juntos por siempre.

En el auto

Pedro, Juan y Alejo decidieron ir a un club para tomar, bailar y divertirse. Lo típico. Salieron a las 8:00 pm, Pedro iba conduciendo ya que era su auto, aunque su vista no era taan buena.

—¿No puedes ver sin tus lentes? —Le dice Juan con tono burlón—.

—¡Agradezcan que soy la única que tiene auto, y como es mi auto yo conduzco! —Replicó con su típico acento de diva—.

—Como digas, mi divaza —Susurró Alejo, y por lo tanto, nadie pudo escucharlo.

Alejo iba de copiloto, junto con Pedro que estaba de piloto y Juan estaba en la parte de atrás. Todo era risa hasta que sonó el celular de este último y le ordenó a Pedro que estacionara el auto ya que era algo urgente. Juan salió del auto, y Alejo aprovechó para cambiar la música y encontraron una que a ambos le gustaba y empezaron a cantarla. Pedro empezó a acariciar la mejilla de Alejo y este movía y apretaba las piernas de Pedro.

¡Realmente no podían aguantar, era imposible hacerlo!

—No puedo más —Dijo Alejo negando con la cabeza, y en ese momento quitó el cinturón de seguridad que se interponía entre ellos y besó a Pedro con lujuria—.

Alejo cayó sobre Pedro mientras este acariciaba su cabello, sus lenguas se entrelazaban. Un pequeño roce de Pedro con su rodilla hacía el miembro de Alejo fue suficiente para que gimiera.

—Eres un atrevido —Dijo entre el beso, sonriendo—.

—No tanto como tú —Dice separándose un poco para tomar aire, mordiéndose el labio—.

—¿Quieres apostar? —Dijo mientras se subía encima de Alejo, colocando sus piernas a los costados de este—.

Pedro posó sus manos en los hombros de Alejo, besándolo desesperadamente. Frotaba el miembro de este ultimo por encima de su ajustado jean haciendo que gimiera. El miembro de Pedo estaba erecto, ver a Alejo jadear por él lo excitaba.

—Ahora me toca a mí —Dijo agitado y se montó encima de Pedro. La mano de Alejo estaba sobre el miembro de Pedro, mientras gemía con mucha fuerza. Alejo besó a Pedro, bajando a hasta el cuello de este para morderlo ligeramente—.

—Sólo eres mío —Habló Pedro con voz entrecortada—.

—Tuyo —Alejo sonrió para besar a Pedro—.

—¡MARICA, APRETÉ ALGO! —Gritó, quitando a Alejo de encima—.

Pedro había presionado sin querer el pedal del auto haciendo que este arrancara.

—¡FRENA! —Alejo empezó a gritar desesperadamente—.

Pedro como pudo tomo el volante rápidamente y frenó, haciendo que el auto se detuviera de golpe. Alguien venía corriendo detrás de ellos gritando.

—¿PENSABAN IRSE SIN MI? —Le gritó juan a ambos, sorprendido—.

—Sin querer arranque el auto, no ha pasado nada. ¡Nunca te dejaríamos! —Dijo Pedro riendo muy fuerte.

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