- Por favor -rogó detrás de mi y otra vez volví a negar -. Vamos, llevo 32 horas sin un beso tuyo.
- ¿Estas contando las horas? -pregunté impresionada y me voltee hacia él.
- ¡Por supuesto! -respondió de inmediato y se acercó un paso más a mi- ¿Cómo no contarlas si amo tus besos y tu te niegas a dármelos?
- Eso pasa porque me engañaste y apuñalaste por la espalda -dije mientras lo apuntaba con mi dedo, para darle dramatismo al momento, y volvía a caminar por la acera.
- Juro que no lo vuelvo a hacer, pero no me tortures así -rogó a mis espaldas y me cortó el paso al colocarse frente a mi-. Por favor.
Miré sus ojos de cachorrito y casi no me resisto a darle un beso. Él me tomó de los brazos y me miró fijamente a los ojos.
- Por favor, juro que no vuelvo a engañarte con besos para hacerte cosquillas -hizo un pequeño puchero y comenzó a darme besos en las mejillas.
Se me escapó una ligera risa y me abracé a su pecho. Restregué lentamente la nariz por su ropa y aspiré su inconfundible aroma.
- Esta bien, te perdono -al terminar de hablar lo atraje hacia mi y uní nuestros labios luego de 32 horas sin probarlos.
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Por siempre en mi corazón [DYD18A #2]
Proză scurtăPequeños momentos inéditos de esta pareja de adolescentes que se amaron hasta después de la muerte y cautivaron a muchos con su historia.