Bien... ni siquiera sé por qué estoy escribiendo esto. Al menos tengo la certeza de que nadie más podrá leerlo... ni siquiera Maid-chan, porque la he desconectado y no sabrá que escondo esta libreta. El psicólogo me recomendó escribir resúmenes de mis experiencias en el hospital, pero a decir verdad creo ser pésimo para esto. Jamás antes había escrito algo por el estilo. Supongo que lo más cercano a eso, han sido esbozos de historias que he destinado a videojuegos.
Así es, nunca tuve un diario. Seguramente porque me parece innecesario, y es vergonzoso escribir sobre tus propios sentimientos (suena como a algo de chicas), pero de todos modos ahora lo intentaré. No porque quiera seguir al pie de la letra todo lo que me dicte aquel psicólogo, sino porque honestamente no hay nada interesante qué hacer aquí. Ni siquiera puedo programar con total libertad (no tengo internet), y ya llevo 11 días encerrado en este sitio.
Ayer vino Rita a visitarme... es la tercera vez que viene.
Si pensar en esto da vergüenza, escribirlo da todavía más... pero ayer, se veía especialmente linda. H̶e̶ ̶p̶e̶n̶s̶a̶d̶o̶ ̶e̶n̶ ̶e̶s̶o̶ ̶v̶a̶r̶i̶a̶s̶ ̶v̶e̶c̶e̶s̶ ̶h̶o̶y̶. En su primera visita, no fui capaz de notar cómo lucía estéticamente, y sólo pude apreciar sus constantes expresiones de angustia. Al verla así, no pude más que desear que se fuera. Creo que el solo hecho de verla aquí me molestó, y cuando noté que sentía lástima por mí, me sentí todavía más enojado.
Lamento haberla tratado mal, pero en mi defensa... no veía a Rita hacía meses. Lo admito, estaba un poco resentido con ella por eso. La última vez que la vi, fue cuando, al día siguiente de la graduación de Jin y Misaki, me besó en el aeropuerto. Desde entonces, no nos había vuelto a visitar, y me molestó que sólo se apareciera por Japón, justo para verme cuando estaba en decadencia. No me gusta que la gente sepa que estoy internado en un hospital psiquiátrico... y menos, que vengan a mirarme con lástima. Todos los presentes, me han repetido hasta el cansancio que me miraba con preocupación, y no con lástima... Quizás tengan un poco de razón. Es por eso, que decidí disculparme con ella la segunda vez que vino... y creo que se lo tomó para bien, porque además de decirme "comprendo cómo te sientes, así que no te disculpes" me sonrió con una de aquellas sonrisas reales que... bueno... que me resultan agradables, pero que me debilitan y eliminan mis puntos de HP. Detesto ser tan vulnerable ante sus estímulos.
Ayer, Rita me dijo que estar en este hospital no tenía nada de malo, pero a pesar de eso, yo sí lo veo como algo vergonzoso... A decir verdad me agrada estar con Rita (espero que ella no lo note), pero ojalá no viniera a verme nadie más que ella. Sólo me hacen recordar lo mal que me encuentro... aunque bueno, yo no lo veía así. Pero recientemente, me han hecho pensar que quizás no estoy del todo bien. Al menos físicamente sé que estoy mal. Creo que tengo un desgaste muscular evidente. Rita se comprometió en venir a trotar conmigo al menos dos veces por semana. Es vergonzoso, pero no pude decirle que no... aunque todavía me estoy preguntando, cómo lo ha hecho para permanecer tantos días en Japón. Creo que la próxima vez se lo preguntaré.
Por otro lado, también han venido a verme los chicos de Sakurasou, pero no pude conversar mucho con ellos y se produjeron bastantes silencios. Honestamente, no sabía qué decirles y su presencia sólo me incomodaba. Últimamente me ha dado mucha vergüenza dar la cara. Les agradezco sus buenas intenciones, pero preferiría que no vinieran más. Cuando se estaban marchando, se lo dije a Sorata. Le pedí "Kanda, preferiría que no vinieran más a verme", pero él se lo tomó a mal y dijo de vuelta: "vendremos de todos modos, porque somos tus amigos".
Otros que vinieron a verme fueron mis padres... pero ni siquiera quiero escribir sobre eso.
¿Qué más puedo comentar? Aquí dentro, la gente es extraña. La mayoría son ensimismados, al igual que yo... pero incluso ellos parecieran ser amigos entre sí. Debo admitir que algunos pocos se me han acercado para charlar, pero no he tenido muchas intenciones de continuar con la conversación. En parte, porque sé que mi estadía aquí será breve, y no tendría caso hacerme amigos... es sólo cosa de ir a esos encuentros grupales en que nos hacen hablar, para notar que seré el primero en marcharme. Creo que todos aquí, tienen más problemas que yo.
Sin embargo, sí hay alguien que me simpatiza un poco más. Se llama Satoshi, y su cama se encuentra junto a la mía. Él tiene 19 años, dos más que yo. Al principio me sorprendió un poco, porque al preguntarle la razón por la que estaba aquí, me dio una respuesta bastante rara (aunque no lo suficiente como para alejarme de él, ya que la extravagancia no es algo que me repela)... resulta que escuchaba voces extrañas provenientes del exterior, que le hacían pensar que todo mundo quería burlarse de él. También terminó siendo un hikikomori, pero debido a la fobia que le producía salir afuera. Así fue como dejó de ir a la universidad, en donde estudiaba biotecnología. Él mismo decidió internarse cuando comenzó a notar que su caso había empeorado, y ya veía algunas sombras extravagantes en su casa. Ahora sin embargo, dice no ver ni oír ninguna de esas cosas.
En fin, aquí realizan actividades frecuentemente, en las que se esfuerzan por hacernos conversar. Hay tres salones y en cada uno hay un televisor. Al parecer, es difícil ponerse de acuerdo en la programación, así que no he intentado siquiera tomarla en cuenta. La mayor parte de mi tiempo libre, lo he invertido en jugar en mi pc. Satoshi de vez en cuando me acompaña, y es bastante bueno en los juegos de combate. A Satoshi, también le gusta mucho leer. Me prestó sus libros, la mayoría eran sobre biología, y había algunos otros sobre psicología (que aproveché para sorprender al psicólogo en la primera sesión). Pero después de leerlos todos, volví a sentirme aburrido.
Otra gracia de este lugar, es que imparten algunos talleres, pero no he asistido a ninguno, ni tampoco me interesa asistir. Además, he visto que en esos talleres, a veces hacen reuniones con esas chicas que se encuentran hospitalizadas en el psiquiátrico de al lado... Y como ya es costumbre, con la presencia de chicas, menos ganas me dan de participar en esos talleres.
Es extraño, pero también me ha dado bastante por ir al jardín... Lo desagradable es ir en la mañana, y no sólo por el calor, sino también porque hay mucho ruido. En ese horario, se les ocurre jugar fútbol en una cancha. Mi lugar favorito, es un rincón sombreado bajo un árbol. Por suerte, siempre está desocupado, así que me recuesto bajo la sombra y me dedico a descansar (ahora, porque al principio leía los libros de Satoshi).
Ayer, Rita me trajo algunos libros, así que supongo que esa será una buena entretención por ahora, el leer algunos de ellos, bajo aquel árbol que mencioné... lo malo, es que varios de esos libros eran novelas románticas, ¿en qué habría estado pensando cuando me las trajo? De todos modos las leeré, es mejor que nada. También, varios de esos libros están en inglés. Creo que eso me ayudará a reforzar mi manejo del idioma.
¿Qué más puedo contar? No me gusta que nos reúnan a todos en horarios específicos para hacer cosas rutinarias... Me hacen sentir como si ya no tuviera el control de mi vida. Todos los días, nos obligan a despertar a las 8, tomar la medicación, ducharnos, desayunar, almorzar, etc. Permiten visitas diarias, entre las dos y las cinco de la tarde. Rita ya ha venido en tres ocasiones durante estas dos semanas... me pregunto si seguirá viniendo.
Qué rayos, creo que me la he pasado escribiendo de Rita.
La verdad, y aunque sea difícil de admitir... en fin, nadie leerá esto... Pienso mucho en ella. Siento que la extraño constantemente. Quizás sea porque no tengo mucho qué hacer aquí. Incluso ahora, en este mismo instante, me siento un poco triste al pensar en ella. Quisiera que estuviera aquí... Qué diablos, es como si tuviera un maldito bug. No me gusta hacerme dependiente de las personas.
̶¡̶P̶a̶r̶e̶c̶e̶ ̶q̶u̶e̶ ̶e̶s̶t̶u̶v̶i̶e̶r̶a̶ ̶o̶b̶s̶e̶s̶i̶o̶n̶a̶d̶o̶ ̶c̶o̶n̶ ̶r̶i̶t̶a̶!̶
Al menos, dijo que vendría a trotar conmigo. No es como que trotar sea una de mis actividades preferidas, pero supongo que lo necesito... y si es con Rita, no imagino que pueda ser tan aburrido.
Es cierto, en dos días veré a Rita nuevamente. Le pedí que fuera a mi siguiente consulta con el psicólogo. A decir verdad, desconozco las intenciones que ese sujeto tenga con ella, aunque claramente le oí decir que era linda... sólo espero que no sea un maldito degenerado, porque ya me estaba empezando a caer bien.
Cuando le comenté a Rita lo del psicólogo, aceptó sin problemas, e incluso se veía feliz. R̶i̶t̶a̶ ̶e̶s̶ ̶d̶u̶l̶c̶e̶... ¿por qué escribí eso? Aunque lo raye, queda escrito. Cuánto quisiera tener una goma...
En fin, Rita. Si lees esto... seguramente querría matarte por irrumpir en mi privacidad. Pero también... gracias. Gracias por ser quien más ha venido a verme, a pesar de lo difícil que ha podido resultar para ti.
Bueno, supongo que eso sería todo por hoy. Si tengo ganas de volver a escribir, lo haré.
Ahora, iré a leer uno de esos libros que Rita me trajo.
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Sesiones con el Psicólogo - Ryuunosuke x Rita (fanfic)
RandomDebido a una serie de incidentes, Ryuunosuke se vio obligado a acudir a terapia psicológica, y nosotros podremos ser testigos de cada una de las sesiones a las que éste asista, desde el punto de vista del psicólogo. Esta historia es una nueva propue...