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Rafa se dirigió ruidosamente hacia la habitación de la madre de Lía, quería que supiera que él estaba allí.

Pero alguien llamó a la puerta, eligió aquella cosa estrellada muy filosa, él no sabía lo que era una shuriken, pero la iba a usar de cualquier forma.

Abrió la puerta de entrada, vio a un chico de espaldas, era el pretendiente de Lía.

- Hola, está.. - dijo el muchacho pero quedó petrificado al ver al recluso salpicado de sangre por todo su cuerpo.

- ¡Oye! ¡Estás sangrando! ¿Llamo a una ambulancia? ¿Qué te ha sucedido?- se preocupa inocentemente el muchacho.

- Tranquilo amigo, eres muy ingenuo, esta sangre no es mía- rió- antes de que te mate, responde algo; ¿amabas realmente a Lía?- lo dijo tan tranquilo, que no parecía el psicópata que había reaccionado por esa misma razón.

- Ay amigo, ahora tú eres ingenuo, el amor no existe, las mujeres solo son objeto de placer, fábrica de hijos y limpieza. Es bella, sí, pero...no la amo, hoy en día nadie ama a nadie- dijo el muchacho como si fuera lo más obvio.

- Entonces, disfrutaré haciendo esto- el psicópata empuñó el shuriken, tan fuerte que él mismo se estaba haciendo daño.

Y de una forma rápida lo introdujo en las partes más íntimas del joven.

Este dio un alarido fino y se tiró al suelo llorando y sangrando.

- Para que aprendas y no juegues con las damas ni en tu otra vida. Imbécil.- Rafa dicho esto, lo escupió. Sabía que él era la peor persona del mundo, pero no iba a permitir que un gilipollas como ese siguiera en lo suyo.

- Ya no hay contratiempos para que llegue tu hora Carmen, ya voy por ti.

RAFA [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora