Charco

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Como un pequeño charco, de esos que aparecen después de un día de lluvia, un día gris, triste, a veces frío. Es normal que las personas se tropiecen con uno de estos pequeños/grandes pozitos que contienen agua, por lo general cuando se cruzan con ellos, se manchan con ese líquido por el cuál están conformados.
Cuando las personas se ven frente a uno de éstos varía muchísimo su reacción dependiendo, claro de la persona. Algunos los insultan sólo por dejarles una mancha de ese contenido sucio, asqueroso, opaco que forma a dicho charco, sin embargo, éstas fueron quienes los pisaron y pasaron por encima sin siquiera notarlos. Otros, cuando sucede el dicho accidente, esa milésima de segundo que se encuentran, se auto culpan por no poder esquivarlos y luego de eso, están más atentos para no volver a toparse con uno de ellos, y si lo hacen, los esquivaran con más atención, y si lo hacen, los charcos serán de alguna manera ignorados.

 Es que, ¿a quién le gusta tropezarse con un charco? Seamos sinceros, del 100% habrá un 99,99% que lo odiará porque veces nos arruinan el día, otras es sólo por ese momento hasta que nos olvidamos de su existencia. Lo malo de ellos es que perduran después de un día de lluvia y siempre volverán a generarse, no importa cuantos días soleados se produzcan, ellos no se forman sólo con lluvia y un par de huecos en sí mismos. Ahora bien, hablemos sobre los charcos, todos sabemos que aparecen como dije en un principio a causa de un día de lluvia, ¿por qué? Sabemos que los charcos son pozos, sí, que cada uno varía de profundidad y gracias a ésta dependerá de cuán lleno va a estar gracias al agua de la lluvia, y que aparecen en cualquier lugar, por más que sepamos que existen y por más que tratemos de esquivarlos a veces no los podemos evitar; a veces se encuentran escondidos bajo de las baldosas que pisamos sin darnos cuenta, ese es un buen escondite para que pasen desapercibidos, tal vez sólo no quieren ser vistos o simplemente cayeron ahí y no se pueden mover de ese lugar, no pueden. Se quedan ahí, quietos, llenos de tanta quién sabe qué. Aislados, solos. Vacíos. ¿Vacíos? Sí, vacíos, porque si desde un principio ellos estuvieran llenos, no serían charcos en la deriva.

Pero... No tomemos explícitamente los días de lluvias como días de lluvias y los charcos como charcos, porque a veces con sólo pensar que un día de lluvia son problemas para muchos y los pozos son personas que se llenan de ese agua, ahora problemas, podemos entender un poquito más que a veces, algunas personas siendo charcos, vacíos pero llenos de problemas con una profundidad tan pequeña o grande dependiendo de ésta, tardará en remplazar todo lo que lo llena de cosas malas por buenas por un largo período o no que hará que ya no sea más un simple pozo, a veces éstas personas no las notamos, porque se esconden bajo de una baldosa, o detrás de otro objeto.
 A veces con sólo pensar que hay personas que son charcos entendemos de la misma manera que hay personas que no les gusta toparse con éstas, que son lo malo de cada día, que molestan, incomodan, y a veces entristecen. 
 A veces con sólo pensar que hay personas que son charcos entendemos que la lluvia terminarán afectando en mayor o menor medida a cada uno. 

 A veces con sólo pensar que hay personas que son charcos, de esos que aparecen después de un día de lluvia, un día gris, triste, a veces frío, comprendo que como un charco, a final del día yo también soy uno. 

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