Segunda Parte: Los experimentos - Capítulo 6

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Sacar un pie fuera de mi pequeña casa fue el detonante para que oiga más gritos y aplausos, para que vea listones de color por todas partes y todo tipo de flores cayendo del cielo.

Mientras todo eso pasa, yo miro al frente, justo donde esta mi familia y trato de caminar con mis incómodos zapatos hasta ellos.

Najia me dio unas zapatillas abiertas y de plataforma plana, aunque no son los tacos que ella usa, los cuales deben ser peores, las zapatillas me resultan lo peor del mundo ya que nunca he usado nada como eso.

Ha llegado la hora de la despedida.

Me despido de cada uno de los miembros de mi familia con un pequeño beso y un abrazo. Cuando me toca desperdirme de mi madre la abrazo y le susurro al oído: "Vendré por ustedes". Me despego de ella y le doy una sonrisa triste. Trato de no llorar. Debo ser fuerte en todo momento.

-Suerte. No me olvides ¿Ok?

-Nunca Dommer, tu sabes que estarás en mi mente en todo momento. –Le digo.

-¿Lista? –Pregunta Natalie con una sonrisa maliciosa, esa sonrisa que siempre saca cuando esta muy feliz por algo malo.

-Totalmente. –Le digo cortante. En ese momento me doy la vuelta y empiezo a caminar hacia el auto, puedo notar que hay ocho de estos y todos son totalmente negros. La gente solo grita mi nombre como si fuera alguien importante, pero lo que ellos no saben es que yo no soy ni seré alguien importante, solo soy otra persona a la que han condenado a un destino tortuoso.

Subo al auto y automáticamente me hecho en el asiento y cierro mis ojos.

Alguien sube, seguramente Najia, y automáticamente el transporte empieza su lento recorrido a los laboratorios.

Me mantengo con los ojos cerrados tratando de no llorar, pero es inevitable y las lágrimas caen por mi cara, espero poder volver a ver a mi familia, no es la mejor pero los quiero mucho y los extraño más cada segundo que pasa, espero poder salir viva de esto para reencontrarlos. Pensar en mi familia hace que más lágrimas caigan por mi cara, de repente siento que alguien me las limpia.

-No llores. Todo va a estar bien. –Cuando oigo esa voz abro los ojos. Josh esta mirándome preocupado. Así que este es el afortunado con el que compartiría mi transporte.

-Estoy bien. –Digo con una voz baja. Él arquea una ceja y me mira con cara de saber que estoy mintiendo.

-Ok. –Dice simplemente. Y en mi interior agradezco que no haya insistido ni dicho nada más sobre el tema.

Miro a mí alrededor y veo que me encuentro en un auto muy lujoso, sus asientos son de cuero color crema, sus vidrios son totalmente oscuros y por lo que sé, gracias a eso, nadie puede vernos desde afuera, el espacio es amplio. Frente mío esta Najia, sentada al lado de un hombre de tez blanca, el cual debe ser el acompañante de Josh, el hombre habla extravagantemente y Najia no parece estar prestando atención, sino que mira por la ventana en frente suyo con una expresión de tristeza. No lo entiendo. ¿Por qué tristeza?

-Estás muy bella. –Dice Josh sacándome de mis pensamientos.

-Gracias. Pero no me siento así. –Digo cortante.

-Niña, no seas tonta, ni siquiera te has debido ver. –Dice el acompañante de Josh pasándome un pequeño espejo de bolsillo, en el cual me miro y al hacerlo me siento peor, veo a una chica maquillada, que solo parece superficial. -¿Ves? Estás hermosa.

-Me siento disfrazada de algo que no soy. –Le digo seria.

-¿Disfrazada? Pero si estas linda.

Cae a la tierra, salta a las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora