Capítulo 7

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Estoy en el monte detrás de las cabañas, es de noche y, echada, veo como las estrellas decoran el cielo con mucho esplendor. El pasto debajo mío me hace cosquillas en el cuello así que instintivamente empiezo a retorcerme, siento mas coquillas en el estomago, pero no por el pasto, esta vez son unas manos. Voy riéndome más y mas, veo como mi padre me hace cosquillas, él ríe también.
-No deberías estar tan seria, esa bella sonrisa tiene que salir a la luz. –Dice él.
-¿Cómo estar feliz con esta situación? Me refiero a los experimentos.
-¿Qué experimentos? Elle, estamos en casa, viendo las estrellas. No hay nada malo.
-Pero… -Me interrumpe.
-¿Ves esa al lado de la luna? Brilla como si no fuera a haber otra noche. –Veo la estrella y es cierto, brilla mucho, como si hubiera un motivo para hacerlo exageradamente. –Deberíamos seguir su ejemplo.
Continúo viendo la estrella pensando en una razón lógica para eso. 
-Siempre preocupándote por algo. –Escucho una voz que no pertenece a mi padre pero que, ya se de quien es. Siempre sé cuando es él. –Solo disfruta de lo que te rodea. Por una vez, no hay nada malo.
-¿Seguro que no hay nada malo Leigh?
-Muy seguro, no dudo de mi poder de protección.
-En ese caso estoy perdida.
-Yo se que en el fondo te sientes segura. –Dice con una sonrisa.
-Sí. –Miro a la estrella, miro a mí alrededor, todo es paz. Hay una maldita paz que nunca había sentido y deseaba sentir siempre. Veo a Josh, tan calmado y feliz.
-¿Disfrutas de la vista? –Pregunta con malicia.
-Disfruto del momento, creo que era algo que debía hacer, gracias. –Echados en el pasto disfrutamos de un cariñoso abrazo que, desearía que no termine nunca.
-Quisiera estar así por siempre Pequeño lirio.
-En serio, ¿Algún día me dirás el por qué de ese apodo? 
-Cuando crezcas.
-La típica respuesta. Ya me estoy cansando de no saberlo.
-Falta poco Elle, ya lo sabrás. –Me da un beso en la mejilla y yo sonrío.
Todo se va distorsionando y despierto, feliz y confusa por el sueño que había tenido, tan real y extraño. No recordaba lo que era tener un buen sueño, tal vez porque el último fue hace mucho o simplemente porque nunca tuve uno.
Miro al frente y espero encontrarme a la pared gris con sus irregularidades que me son tan familiares, pero lo que veo es algo que mata a la felicidad que había sentido hace pocos segundos; no estoy en casa, el cuarto malditamente cómodo se alza ante mi tratando de mostrar su asqueroso esplendor con su venenosa hermosura, toda esta vista me pone de un mal humor combinado con ganas de quedarme quieta aquí, en esta cama acolchada, hasta morir por mi falta de voluntad a moverme por este pequeño pedazo de refinada inmundicia, pero como sé que no tengo mas opción, salto de la cama y me dirijo al baño, una vez ahí veo que en el mueble - mesa - lavamanos o lo que sea (demasiada sofisticación para mi), hay una pequeña torre de ropa con una nota encima, la agarro y con la poca voluntad que tengo empiezo a leer:

"La ropa es toda tuya, los zapatos están al pie de la cama, alístate y nos veremos en el jardín a las 09:30. Ahí te daré mas detalles. No tardes.

NAJIA

P.D: Suerte."

Suerte…
Pero si la suerte me sobra querida Najia, tú lo sabes, todos lo saben, la muerte, en especial, es consciente de ello.
09:30 debo estar lista, no tengo la mínima idea de que hora es, tampoco me interesa averiguarlo, quiero darme un largo baño y tratar de quitarme toda la preocupación que llevo adentro.
Y aquí esta el reto del día: ¿Cómo funciona una ducha? Veo los grifos y miles de botones. Debo probar cada uno pare ver como se usa.
Un grifo es para agua fría, otro para caliente, después de regular la temperatura del agua decido apretar un botón y de un hueco en la pared sale shampoo, de otro sale un jabón con olor a vainilla, voy probando cada uno de los botones hasta que quedo totalmente limpia, aunque muy perfumada para mí gusto. Me seco y me pongo una bata, empiezo a curiosear el baño, a un lado hay diferentes repisas con cremas y esas cosas, al lado de la repisa mas baja hay una silla y un gran agujero de metal arriba de esta, veo que tiene un pequeño control al lado, donde hay botones dibujos diferentes, hay unas rayas, otras son ondas, presiono uno que tiene una SS y una voz me sobresalta, me da indicaciones de sentarme y poner mi cabeza en el agujero de la pared, hago lo que dice y siento algo caliente que me jala el cabello, después de un minuto la voz dice que puedo retirar la cabeza y cuando lo hago mi cabello esta totalmente seco y peinado. Me unto las cremas y me visto, la ropa es simple: una camiseta negra con un pantalón pegado plomo con detalles negros, es muy cómodo y te hace fácil el movimiento.
Voy a ponerme los zapatos y cuando salgo del baño, ya no veo nada desordenado, la ropa de ayer ha desaparecido y la cama esta tendida.
Me coloco los zapatos que son una especie de botas negras, me pongo la manilla que me dieron ayer y empiezo a ver por la ventana. Parece que lloverá, todo es gris, el sol no se ha atrevido a salir.
Todo empieza hoy. Siento días de sufrimiento acercándose.
Bajo las escaleras y en la pared encuentro un reloj, son las 9:25. ¿Quién lo diría? Parece que estoy puntual. 
De la cocina viene un olor dulce, es irresistible, así que voy y en la mesa encuentro unas galletas y un jugo rojo.
No me había percatado del hambre que tenia, cuando veo todo eso mi estomago ruge como si no hubiera comido en años. Empiezo a comer todas las galletas como una muerta de hambre y cuando las termino quedo muy satisfecha, tenían sabor a mantequilla, a Dommer le hubieran encantado, recuerdo una vez en la que él me acompaño a recoger la comida que nos daba el gobierno, muy emocionado buscaba en las bolsas un cereal que rara vez llegaba y que era su favorito, en vez de eso, encontró las famosas galletas de mantequilla, el cereal quedo opacado, cada vez que llegaba el alimento, Dommer se aseguraba en acompañarme para agarrarse las galletas, era muy divertido verlo tan desesperado por hallarlas. Mientras yo distribuía la fruta por días, él contaba cuantas galletas podría comerse cada día hasta la próxima llegada de comida. Si bien recuerdo, la próxima llegada es en una semana, seguro irá con Natalie y ella no lo dejará quedarse con las galletas, ella ni lo dejará ir.
Recuerdo que debo encontrarme con Najia, así que veo el jugo, es extrañamente rojo, a mi cabeza viene la palabra “sangre”.
-No seas tonta, debe ser de alguna fruta que no conoces. –Me digo.
-O probablemente esta hecho con la sangre del pequeño Dommer, tal vez Natalie lo puso en una licuadora y lo vendió al presidente para que nos lo dieran. –Dice esa voz en mi interior.
-No seas tonta. .-Agarro el vaso y bebo su contenido, un sabor extraño invade mi boca, parece de una fruta, mas bien, espero que sea de una fruta.
Termino todo y salgo, han pasado quince minutos desde que vi el reloj, y ya estaba celebrando por que iba a llegar puntual.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2016 ⏰

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