Merida estaba sentada en el sillón adentro de casa grande mientras esperaba a Chiron llegar. El zapateo se hizo presente y un centauro con más de un millón de años de experiencia entró.
—¿Es mi mama?— pregunto inmediatamente asqueada. Los de la mesa de Hermes le explicaron quién era Artemisa y a Mérida le dio repugnancia saber que allá desobedecido una promesa tan comprometida como la de ella.
El centauro sin embargo, se rió. —No mi querida alumna, ella te bendició— dijo mientras la hacía relajarse.
—No entiendo, entonces ¿no soy una semidiosa como los demás?— pregunto Mérida.
—¡Claro que lo eres!, pero tus padres son tus padres. Tú al nacer, ella vio potencial en ti, por lo cual te convirtió en semidiosa— dijo el mientras tomaba te en una taza de porcelana china.
—Okay, ¿entonces me quedaré en la cabaña de Artemisa?—.
Él centauro sonrió amablemente, —Claro—. Merida suspiró. Mientras salía en la brisa de la noche veraniega.
Sin poner atención en sus pasos, se golpeó con un chico de cabello rojizo y piel pálida. Tenía ojeras grandes y su cuerpo daba indicar que no tenía tanta masa corporal.
—Ay lo siento— dijo mientras se tallaba los ojos somnoliento. Tenía una mirada perezosa y pérdida, hasta que cambio cuantos sus ojos cayeron en ella. Trató de acomodarse su cabello, y de verse más despierto y vivo.
—Uh... No hay problema— dijo Merida casualmente.
—¿Eres nueva?— pregunto curioso. No la había visto mucho por aquí. —¿Ya pasó la cena?— pregunto otra vez.
—No y si— dijo riéndose un poco, —Eh estado aquí casi dos semanas— el chico abrió de gran tamaño los ojos.
—¡Zeus!, ¡Eh dormido casi 2 semanas— pero en lugar del escuchar la típica vuela de los demás campistas. Ella parecía interesada.
—¿Cómo?—
—¿Eh?, pues bueno, supongo por ser hijo de Hypnos— dijo subiendo y bajando casualmente los hombros.
Ella río levemente, mientras le pegaba con el puño de su mano en su hombro jugetonamente. —Me caes bien, yo invito— dijo ella mientras hacían paso hacia la colina.
•••
—¡Wow!— mencionó el chico de ojos celestes. Merida se ro un poco por su entusiasmo de más.
Llegaron a un McDonalds y pidieron cada uno una hamburguesa. Cuando acabaron de comer dieron una vuelta por ahí.
—¿Sabes algo?, me recuerdas mucho a mi hermana— dijo el con una sonrisa triste mientras veía a la luna.
—¿En serio?— él asintió con la cabeza, —¿Por qué crees que vine contigo?— dijo el.
—La verdad pensé que me querías ligar, pero si es así está mucho mejor— dijo ella riéndose. El solamente negó con la cabeza.
•••
Cuando regresaron al campamento el la acompaño hacia su cabaña, diciendo que ya era tarde y si los atrapan fuera de cama a esta hora lo más seguro era que los mataran. Merida se rió pero el con cara seria le confirmó que lo que decía era algo serio.
Sin embargo, eso fue hace dos horas y Merida seguí despierta sin poder dormir.
Salió al bosque y se encontró con una laguna hermosa. Eso hasta que un gato negro con ojos de color verde le "maulló".
Ahora era una chica pelirroja sentada sobre una piedra, contemplando la laguna de cercas con un gato en su regazo.
En la mañana comenzó a sentir unos cuántas palmadas en su brazo, cuando despertó observó a un chico de ojos verdes y cabello castaño sosteniendo al gato de aquella noche.
—Ay dios, lo siento— decía mientras se paraba ella sola con ayuda de su mano.
—No hay problema, gracias por cuidar de mi gato por cierto— dijo agradecido. Estaba relativamente más alto que ella, se veía que entrenaba a diario. Podría pasar por un chico problemático por cómo vestía, excepto que tener a un gato en brazos te quita todo eso.
—Merida— dijo ella mientras le daba la mano para sacudirlas. El la miro con sus ojos esmeraldas esperando lo demás. —Uh, bendecida de Artemisa—.
El chico abrió sus ojos impresionante grandes, casi dejaba caer a su gato. —Hiccup, hijo de Demeter—.
Hiccup la acompaño hacia su cabaña, en donde se despidieron. Llego hacia el closet de ahí y encontró conjuntos muy bonitos, pero al militares. Tomo una camiseta plateada, unos pantalones negros y unos botines del mismo color.
Tomo sus pertenecías de aseo personal y se dirigió hacia las duchas.
•••
Merida desayunaba sola, mientras que de vez en cuando veía a Elsa y platicaba con señas y gestos, no era lo mismo que tenerla aquí con ella. Sin darse cuenta inconscientemente miro hacia la mesa de Demeter, e alcanzo observar al chico de hermosos ojos verdes. El le saludó con la mano y el le regresó el gesto. El le sonrió, y ella lo iba a hacer también. Sin embargo, el coro de "oh's" no la dejo.
Al parecer Anna había sido reclamada. —¡Anna Arendell, hija de Demeter, diosa de la agricultura!— muchos aplaudieron, entre ellos ella y sus amigas. Sin embargo un rubio de la mesa de Hefesto se veía decaído.
Gina Confusa Vainilla
![](https://img.wattpad.com/cover/39367932-288-k842389.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Falling For You (Editando)
FanfictionQué pasará cuando las hermanas Arendell se enteren de tener padres dioses en lugar de mortales? Conocerán a personas buenas y malas, pero sobre todo, conocerán el amor. NO AL SPAM!