Capítulo 3:

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Capítulo 3: "Día Pesado."
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Camine por las calles del desolado lugar, tarareando melodías que practicaba con los chicos en las ultimas prácticas de la última semana mientras llevaba un gran bolso deportivo con detalles azules.

La poca gente que rondaba a esta hora y más por la fecha en la que estamos me hacía sentir insegura y nerviosa. Supongo que a todos nos ha pasado...

Sentirte perseguido...

Al cruzar la calle, no pude evitar al par de esqueletos que me había salvado una semana atrás recordando el rostro del más alto de los dos. Sus huesos color Negro, sus mejillas con lágrimas azules, como pintura y/o maquillaje pegada a sus huesos. Sus ojos tan llamativos y deseables de que determinen tu destino con solo una mirada.

Sin darme cuenta, me había puesto roja de tan solo recordarlo...

Exasperada, cambie la canción a una de mis cantantes favoritos: Joel Adams.

Tarareando la canción llegue hacia la Cafetería saludando a algunos clientes habituales y mis compañeras, tras eso fui hacia las casillas donde podíamos dejar nuestra ropa y ponernos nuestro uniforme.

Camine hacia la caja, tocando el hombro de una de mis amigas, Jesenia, la cual al verme sonrió con su típica sonrisa.

— ¡Hola Andree! ¿Cambio? —expreso feliz ella, la cual señalaba la caja registradora.

— Claro, sabes que no me gusta... —dirigí mi mirada hacia la clientela— atender directamente...

— ¡No hay problema! —de repente la imagen de BlueBerry, supongo que se llevarían bien, hecho.

Ella tomo una bandeja y varios menús, para luego ir a atender a los clientes. De repente mi mirada se posó en la puerta, donde el mismo tipo teñido de rubio junto a sus dos guardaespaldas habían entrado, rodeé los ojos con fastidio al ver que el Teñido me guiñaba el ojo.

Seguí atendiendo, hasta que en la fila el hombre arrogante se ponía frente a una mujer con su hijo, molesta seguí atendiendo. Cuando el por fin llego hasta la caja, mire a la mujer y le hice una seña con la mano para que se acercara.

— Te pido por favor que respetes la fila, Niño mimado —le sonreí victoriosa al ver su cara de sorpresa— Bienvenida a Maid's, ama ¿Qué desea comer para la hermosa mañana de hoy? —le sonreí con dulzura a la mujer, la cual al ver que la defendía me devolvió la sonrisa agradecida.

— Deseo un Frapuchino y un café con crema, por favor

— Serán seis m-

— ¡Esto es insensato! —Grito por fin el mimado, el cual recién había salido del shock— ¡TU no tienes ningún derecho de sacarme de la fila Y NO ATENDERME!

— Señor le pido que sea paciente, No cause escándalo y Haga la Fila correctamente —dije viéndolo directamente a los ojos con molestia— Tenemos cámaras, no puede desmentir nada. Gracias... Como decía solo serán Seis mil doscientos.

Al pagarme, la dirigí con una de las camareras de turno. Suspire, mire al Teñido mimado y le hice una seña.

Bienvenido a Maid's, AMO ¿Qué desea ordenar? —al decir Amo, todo mi odio en forma de sonrisa forzada estaba puesta encima de los hombros del teñido mimado, este al parecer lo noto ya que se tensó un poco.

La Cafetería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora